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- Las penurias y los sinsabores contados por los propios migrantes son conmovedores
Ciudad de México.- 1 de febrero de 2017.- (aguzados.com).- La solicitud de asilo político y humanitario a Estados Unidos es la única esperanza que vislumbran miles de haitianos para dar una nueva dirección a su vida. Desde mayo, numerosos contingentes de migrantes se han apostado en las ciudades fronterizas de Tijuana y Mexicali, en Baja California, para iniciar el trámite del Estatus de Protección Temporal (para Haití) que el gobierno norteamericano instauró en 2010 y que —a pesar de que concluyó en septiembre pasado— todavía sigue aceptando solicitudes.
Al hacer el intento por ingresar legalmente a esa nación, están dejando imágenes atípicas en estas ciudades fronterizas en las que la migración es un fenómeno cotidiano. Y es que, en meses recientes, es común ver personas de piel oscura deambulando por las calles a la espera de su cita con la patrulla fronteriza norteamericana.
En la garita fronteriza de San Ysidro, que conecta las ciudades de Tijuana y San Diego, a diario se observan filas casi interminables de haitianos, incluso africanos, deseosos de ser entrevistados para presentar su caso, con el anhelo de conseguir el asilo.
Algunos de ellos —en ocasiones familias enteras— se han instalado en hoteles o casas habitación, otros han pedido socorro en los 14 albergues habilitados en Tijuana, mientras que algunos se apuestan en las aceras. Cada uno tiene una historia particular de sufrimiento y adversidad que debe ser contada.
Interesados en documentar esta migración inusual en la ciudad, investigadores de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) han emprendido el proyecto Archivo Oral de Migración que tiene el propósito de reunir el testimonio de personas en tránsito, deportados, voluntarios y representantes de instituciones y organizaciones de la sociedad civil inmersos en el fenómeno migratorio. En su primera fase (de septiembre a diciembre de 2016), reunió testimonios de personas relacionadas con la migración de haitianos y población de origen africano.
La meta: salir de Haití
A sus 27 años de edad, Rubén ha experimentado la incertidumbre que trae consigo la migración. Salió de Haití en busca de mejores condiciones de vida. Su travesía tuvo como primer destino República Dominicana, donde aprendió español; siguió por Panamá, Ecuador y Perú para llegar a Brasil (su destino por tres años) donde trabajó en la cocina de un restaurante y puliendo automóviles. Su intención es ingresar a Estados Unidos, porque en Nueva Jersey tiene un primo que lo espera. Ahí pretende trabajar y estudiar, porque en su país dejó a su padre e hija y desea ofrecerles una mejor vida.
Haití ha resentido los drásticos efectos de la vulnerabilidad ante fenómenos de la naturaleza. El 12 de enero de 2010, un terremoto de 7.3 en la escala de Richter devastó la isla, dejando más de 316 mil muertos, 350 heridos y más de 1.5 millones de personas sin hogar, según datos que ofreció el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive, un año después del siniestro.
En septiembre pasado, el huracán Matthew, catalogado como el más fuerte que ha afectado el Caribe desde 2007, extendió una estela de devastación contabilizándose más de mil víctimas mortales, dos millones de personas damnificadas y una gran destrucción material en viviendas y edificios oficiales, sobre todo en las zonas más pobres del país, con un daño superior a los 12 mil millones de dólares.
Durante los tres días de intensas lluvias a causa del huracán, se destruyó 100 por ciento de los cultivos agrícolas, según el Programa Mundial de Alimentos. En tanto que fue catalogado en situación de crisis fase 3, es decir, en un contexto de inseguridad alimentaria aguda, de acuerdo con la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna, debido a que la agricultura en esa nación es básicamente de subsistencia, lo que significa que si no producen, no comen.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que actualmente Haití vive su peor crisis alimentaria desde 2001, mientras que a la fecha alrededor de 59 mil personas siguen viviendo en campos de desplazados.
Esta “situación apocalíptica”, como la describió el presidente interino, Jocelerme Privert, desató la salida masiva de haitianos de su país en busca del asilo norteamericano. Han llegado a México, porque es la única frontera que conocen para ingresar a la tierra que les podría ofrecer un futuro prometedor.
Migración inusual
El arribo de haitianos y africanos a territorio nacional tuvo un incremento exponencial en 2016. El Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que del 1 de enero al 4 de octubre se otorgaron 14 mil 471 oficios de salida a extranjeros provenientes de Haití, República del Congo, Ghana, Guinea, Etiopía, Bangladesh, Eritrea, Somalia, Sudán y Nigeria, entre otras naciones.
Según la dependencia, al 4 de octubre se encontraban tres mil 521 extranjeros en Tijuana y Mexicali a la espera de ser recibidos por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. En tanto, organizaciones civiles y religiosas que les ofrecen asilo estimaron que a finales del año habría más de 40 mil migrantes.
El flujo de entrada y salida de estas comunidades ha sido constante. Las autoridades migratorias mexicanas expiden oficios que les permiten regularizar su situación migratoria o abandonar el país en un periodo de 20 días.
Para Simón, el plazo se vence en un día. Llegó a Tijuana con su esposa y sus dos hijas, de tres y cuatro años, quienes pasan la noche en el Desayunador Padre Chava, uno de los albergues que la congregación de los Salesianos instaló en la ciudad. Él, por su parte, pernocta en la casa de un pastor, y a diario acude al desayunador para estar con sus niñas. En Haití era profesor de educación física; migró a Brasil —como miles de haitianos previo a la realización del Mundial al requerirse fuerza de trabajo— cuando su sueldo y la situación de su país le impidieron “vivir bien”. En Curitiba trabajó como auxiliar de producto en una empresa que hacía amendoins (cacahuates) y luego ascendió como operador de maquila, permitiéndole llevar consigo a su familia.
Tras la crisis económica y política en el país carioca, perdió su trabajo y decidió solicitar asilo en Estados Unidos, como lo hacían muchos de sus connacionales. Su travesía al norte fue azarosa y costosa, sorteó peligros al cruzar fronteras de forma ilegal y, por si fuera poco, perdió los documentos que certifican su nacionalidad “en el agua”, cuando cruzaba de Costa Rica a Nicaragua. La incertidumbre con la que ha vivido durante este tiempo se recrudece esperando la fecha para su cita con la autoridad norteamericana, teniendo solo un día de permanencia legal en México.
Documentar historias
El proyecto Archivo Oral de Migración arrancó en el segundo semestre de 2016 para “hacer la historia contándola”, recogiendo el testimonio de migrantes, voluntarios y miembros de organizaciones civiles que los apoyan en su tránsito por México.
A iniciativa de los doctores Tonatiuh Guillén López y Araceli Almaraz Alvarado, director general y directora de Docencia de El Colef, respectivamente, fue que comenzaron a recoger estas historias en las que se plasma el recorrido de los migrantes para llegar a Tijuana, las emociones que los embargan a su arribo y sus deseos de ser acogidos por el Estatus de Protección Temporal de Estados Unidos. Adicionalmente, se recupera el testimonio de los activistas y voluntarios que colaboran en los albergues para conocer la labor que realizan.
Sin embargo, no solo se trata de recoger historias y consolidar la institución como un referente en investigación sobre migración, sino que los contenidos están siendo divulgados y albergados en una plataforma en línea para consulta de investigadores, estudiantes y todos los interesados en temas migratorios.
A la fecha suman 17 testimonios recabados por el equipo que ejecuta el proyecto, integrado por 13 estudiantes de posgrado. La maestra Georgina Guerra, directora de Difusión de El Colef, es la directora logística del Archivo Oral de Migración; mientras que los licenciados Ricardo Franco Zamora y Alfonso Caraveo Castro, en su calidad de responsables de atención a medios de comunicación y de fotografías en la institución, dan difusión a los avances del proyecto.
Asimismo, varios de los testimonios ya han sido difundidos a través de la plataforma de divulgación del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En entrevista, la doctora Almaraz explica que la metodología de acercamiento con estas comunidades se realiza en los albergues e involucra actividades de voluntariado, las cuales son aprobadas y coordinadas con los responsables de los centros. Mientras que el trabajo de documentación se rige bajo la premisa de no alterar el orden de los lugares ni las conversaciones que de forma natural se tienen, así como respetar la confidencialidad y apertura que cada uno de los migrantes tenga para colaborar en el proyecto.
En todo momento se respeta el sentido de los testimonios, los cuales son revisados y autorizados para ser difundidos en el Archivo Oral de Migración.
Proyecto de retos
¿Cómo lograr los testimonios cuando los migrantes han padecido extenuantes trayectos, enfrentado adversidades y sus sentimientos se asemejan a una olla de presión? El grupo de trabajo ha sido paciente y empático con la situación.
En el arranque del proceso se enfrentaron a un primer gran reto: el idioma. La población proveniente de Haití habla francés, portugués o criollo haitiano, entonces debieron buscar personas que hablasen esos idiomas para lo cual recurrieron a estudiantes de los programas de posgrado, teniendo muy buena respuesta.
La doctora Araceli Almaraz narra que la primera aproximación fue con el Desayunador del Padre Chava, que les permitió acercarse a la comunidad migrante; no obstante, el momento en que arribaron el ánimo y ambiente no era el adecuado; “había mucha gente, todo era caótico, mujeres con niños en brazos esperaban pasar a las duchas, otros migrantes estaban escogiendo ropa que se les daría. Estaban muy nerviosos esperando su pase para cruzar y no era la oportunidad para entrevistarlos”.
De acuerdo con quien cariñosamente se le conoce como Madre Margarita, directora de este centro de apoyo salesiano, con la llegada de migrantes haitianos y africanos se vieron “completamente rebasados” para ofrecer sus servicios, debido a que su capacidad es para 100 personas y en estos días atienden diariamente al menos 500, entre ellos niños menores de ocho años, mujeres embarazadas y jóvenes.
Este sitio ofrece cobijo y desayuno a migrantes que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos, ropa, víveres, atención médica, servicio de peluquería, talleres de música y pláticas de rehabilitación, así como asistencia telefónica y préstamo de Internet para que establezcan contacto con familiares y amigos. Uno de los apoyos más importantes que brinda es asesoría para que acudan al INM.
Fue entonces que decidieron adaptar el proyecto a las condiciones prevalecientes, por lo que poco a poco se construyó un plan de intervención y de voluntariado que resultó efectivo para acercarse a las historias de los migrantes.
“Pensamos que si no podíamos entrevistar, entonces debíamos apoyar hasta encontrar el momento adecuado para nuestro trabajo. Nos dividimos y preguntamos en qué podíamos ayudar, unos apoyaron recibiendo las donaciones, otros a separar la ropa y doblarla, unos más ayudaron en cocina, incluso auxiliamos en llamar a quien quisiera un corte de cabello, ofrecido por una comunidad religiosa de Estados Unidos que trajo personal para ello”, cuenta.
Durante tres semanas consecutivas apoyaron con estas acciones y entre las jornadas comenzaron a entrevistar y recoger testimonios.
Por la afluencia de migrantes en el Desayunador, la congregación religiosa habilitó el Campamento-Refugio de Atención a Migrantes San Juan Bosco, con mayor capacidad para atender a la población migrante y espacios dignos. En este sitio, los integrantes del proyecto continuaron sus labores de voluntariado a través de talleres de inglés, a fin de que los haitianos tuvieran mejor pronunciación para su entrevista con autoridades norteamericanas. Este taller fue solicitado por los propios migrantes a los miembros del Archivo Oral de Migración de El Colef.
“Ellos traían un listado de palabras para dar respuestas o insertarse de manera más rápida en Estados Unidos si es que les dan el asilo; nosotros manifestamos nuestra disposición y les pedimos su lista de palabras para enriquecerla”, explica.
El Campamento-Refugio es más propicio para atender a mujeres y familias, porque cuenta con salones y canchas para que los niños puedan jugar, lo que contribuye a que los padres estén más tranquilos al ver que sus hijos están bien.
Toda esta labor también desencadenó en que los miembros de El Colef contribuyeran a la publicación de Necesidades de los albergues en Tijuana, pues al entrevistar a otros voluntarios y encargados de albergues “nos manifestaban las necesidades que tenían (especialmente comida, materiales de limpieza y bolsas de basura, artículos para higiene personal y objetos propios para la población infantil) y de esta forma fuimos portavoces, lo que hizo más rica la participación y el trabajo en la comunidad”, añade. A la fecha se han publicado cuatro boletines, uno por mes, en el que se actualizan las necesidades por albergue y el total de población atendida.
En actividades de socialización, el Grupo de Archivo Oral de Migración de El Colef ha promovido la donación de cuadernos para dibujar y juguetes para niños, el quiebre de piñatas y la asistencia a la ópera.
Seguir contando historias
El flujo migratorio de haitianos y africanos a lo largo de cinco meses no ha cesado, pues se dice que la autoridad norteamericana sigue entrevistando solo hasta 80 personas por día. Contemplando que seguirán arribando a la ciudad miles de personas, los investigadores de El Colef planean realizar una segunda fase de recuperación de entrevistas durante el primer semestre de 2017.
De acuerdo con la doctora Araceli Almaraz, se prevé que la información que han recuperado les permitirá escribir algunos artículos sobre las tendencias de la migración de haitianos hacia Estados Unidos, de los trayectos que recorren e incluso sobre la nueva realidad de la migración global. Al respecto, comenta que un experto en Migración Sur-Sur invitado por el Archivo Oral de Migración, el doctor Fernando Neira, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se refiere a los migrantes haitianos como los nuevos nómadas.
El Archivo Oral de Migración contempla mantener un proyecto informativo de las estadísticas de los migrantes haitianos, enfatizando en su perfil sociodemográfico y las rutas de viaje. También se ha considerado lanzar una convocatoria para montar una exposición fotográfica en los primeros meses de 2017.
Finalmente, se busca abrir un espacio de consulta global al alcance de todos aquellos investigadores de la migración que lo deseen. La idea es fomentar las comparaciones con otras comunidades de migrantes en el mundo.
El trabajo que pueda hacerse en torno a este fenómeno global no queda aquí, porque se estima que un número importante de estos migrantes no recibirá asilo y tampoco podrá regresar a su país de origen, lo que posibilita la intención de quedarse en México; y ello también podría ser objeto de estudio.
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- Ya se tiene la biblioteca de sonidos de aves en la Facultad de Ciencias de la UNAM
Ciudad de México.- 1 de febrero de 2017.- (aguzados.com).- El Laboratorio de Bioacústica y Ecología del Comportamiento es un proyecto que surgió hace dos años en el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Unidad Oaxaca, del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Este recinto nació bajo el liderazgo del doctor José Roberto Sosa López, quien aseguró que en el poco tiempo que lleva operando se ha convertido en uno de los mejores laboratorios de bioacústica a nivel internacional.
“El laboratorio está compuesto por equipos de análisis y herramientas que utilizamos para la grabación en campo. Esto se consolidó con un apoyo de dos millones 500 mil pesos que otorgó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para la infraestructura”, explicó en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Sosa López es egresado de la licenciatura y maestría en biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuando terminó la maestría se fue apasionando cada vez más con su labor, esto lo llevó a ser uno de los creadores de la Biblioteca de Sonidos de Aves de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.
Según el investigador, el objetivo del laboratorio es incentivar el desarrollo del conocimiento científico, esto a través de la generación de recursos humanos y la creación de nuevas líneas de estudio.
“Queremos entender la biodiversidad del neotrópico. Actualmente las líneas de investigación en las que estamos trabajando están muy enfocadas al monitoreo de aves mediante modelos matemáticos y estadísticos para entender el uso del hábitat y la distinción de especies que tienen relevancia para ayudar a su conservación”, dijo Sosa López, quien forma parte del programa de Cátedras Conacyt.
Asimismo, indicó que están por iniciar trabajos de monitoreo marino en las costas de Oaxaca, específicamente con mamíferos marinos. Este proyecto —que iniciará en este año— pretende conocer más de la comunicación de las especies marinas.
Roberto Sosa López estudió la licenciatura y maestría en biología en la UNAM y realizó sus estudios de doctorado en la Universidad de Windsor en Canadá (Mennill Lab). Posteriormente se incorporó al Laboratorio de la doctora Katherine Renton, en México, como investigador posdoctoral. Actualmente es investigador y Cátedra Conacyt en el CIIDIR unidad Oaxaca del IPN.
En el área de ecología del comportamiento, dijo, se estudia la interacción entre especies para explicar cómo se reparten los territorios o se organizan para su propia sobrevivencia, todo ello, entendiendo sus sistemas de comunicación.
Gran parte de la labor de este laboratorio es entender cómo las especies utilizan las señales acústicas en los cantos de las aves, e incluso en otras especies como en los monos araña, que parte de una investigación conjunta con un laboratorio en Yucatán.
“Básicamente lo que se está haciendo es identificar las vocalizaciones de estos monos y saber si existe una identidad en estas”, explicó el también miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Otra de las investigaciones importantes de este laboratorio se centra en estudiar cómo el ruido generado por las ciudades está afectando la comunicación entre aves silvestres. “Nos interesa estudiar los mecanismos que utilizan estas aves para evitar ese tipo de ruidos”, explicó.
Consideró que también es importante conocer la evolución de las señales acústicas, entendiendo los diversos factores que expliquen la variación que se presenta en la naturaleza. “Desde el tipo de hábitat que impone ciertos límites a la transmisión del sonido, hasta factores genéticos que influyen en cómo cantan las aves en relación a sus ancestros”, explicó el también egresado de la Universidad de Windsor en Canadá.
¿Por qué algunos pájaros cantan en la noche?
Una de las publicaciones más recientes que elaboraron en el laboratorio tiene que ver con los cantos nocturnos de las aves. Se trata de una investigación de Antonio Celis, investigador posdoctoral en la Universidad de Illinois, en la cual participó Roberto Sosa. Este artículo fue publicado por la revista internacional Animal Behaviour.
El artículo titulado "Nocturnal songs in a diurnal passerine: attracting mates or repelling intruders?" derivó del estudio que se centra en entender la función de los cantos nocturnos en el ave Spizella pusilla. Dicha publicación sugiere que la función de estos cantos nocturnos en esta especie es coordinar movimientos nocturnos entre machos y hembras para facilitar apareamientos extramaritales durante la noche.
“El impacto de este artículo es que se usó tecnología novedosa, ya que gracias a un sistema automatizado de radiotransmisores y grabadoras pudimos saber en qué posiciones estaban machos y hembras, cuándo vocalizaban y si tenían respuesta a una vocalización que nosotros generábamos artificialmente a través de playback”, aseguró Sosa López en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Los resultados también arrojaron que los machos se comunican con otros machos, como lo hacen durante el día, para delimitar territorio. Pero las hembras también responden a estas vocalizaciones “muy probablemente para buscar un apareamiento fuera de la relación que tienen con el macho de su propio territorio. Tenemos evidencia de eso”.
En adición a eso comentó que el laboratorio está equipado con computadoras con doble monitor dedicadas al análisis de sonidos naturales que están conectadas a un servidor central con la idea de almacenar una biblioteca de sonidos que están creando. “El objetivo de esta biblioteca es documentar los sonidos de aves silvestres del neotrópico, además de otros animales, como algunas especies marinas”, afirmó el investigador del CIIDIR en Oaxaca.
El laboratorio también tiene equipo con el que se realizan las grabaciones e investigaciones en campo, entre las que están las grabadoras autónomas para el mar que detectan las señales acústicas de los mamíferos marinos.
Para el doctor Roberto Sosa, la bioacústica es un área de la biología que tiene un gran potencial porque sus métodos de monitoreo no son invasivos y permiten la grabación de señales acústicas a una gran distancia.
A largo plazo, lo que busca el laboratorio es tener la capacidad e infraestructura de recibir más estudiantes y poder consolidar la biblioteca de sonidos con muchas más especies, "esto representaría un avance significativo en el conocimiento científico de cada una de las especies".
Laboratorio de Bioacústica y Ecología del Comportamiento.- www.ciidiroaxaca.ipn.mx/jrsosaEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Teléfono 01 (951) 517 0610 extensión 82767
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- Investigadores universitarios sinaloenses buscan disminuir costos de producción acuícolas
Ciudad de México.- CdMex.- 29 de enero de 2017.- (aguzados.com).- En la zona costera de Sinaloa y en general en el noroeste de México, existe una fuerte producción acuícola que representa un recurso económico importante para la región, pero que al mismo tiempo demanda una gran cantidad de recursos energéticos y genera aguas residuales con diversos contaminantes que eventualmente son vertidas al océano.
Para dar una solución a esta problemática, el doctor Otoniel Carranza Díaz, investigador del Laboratorio de Ecofisiología de Organismos Acuáticos en la Universidad Autónoma de Sinaloa, se encuentra desarrollando un filtro biológico tipo humedal que simula los procesos de tratamiento de aguas que ocurren naturalmente en algunos ecosistemas y que por su bajo costo, tamaño y eficiencia podría sustituir a las tradicionales lagunas de estabilización.
Este filtro biológico ha demostrado tener la misma eficiencia que otros sistemas de tratamiento de agua, pero con un tamaño tres veces menor. Además podría ser incorporado a un sistema de recirculación acuícola, que permita reutilizar el agua tratada dentro del mismo cultivo.
Aguas residuales en la industria del camarón
Otoniel Carranza se ha enfocado en desarrollar metodologías para el tratamiento de las aguas residuales generadas durante el cultivo intensivo de camarón, proceso en el que se genera una gran cantidad de organismos con alto valor agregado en un espacio reducido, pero con ciertas consecuencias perjudiciales para el medio ambiente.
El investigador detalla que el cultivo de camarón es una industria que demanda mucha energía eléctrica para operar los sistemas de aireación, para bombear agua y hacer recambios de agua limpia para mantener la calidad del agua de los cultivos, además de los recursos que se requieren para alimentar los organismos.
Todo este consumo de agua y de energía, más el desecho generado por la alimentación de los camarones, genera residuos. Entre ellos se encuentran las aguas residuales, que contienen diversos contaminantes, como el nitrógeno y el fósforo, nutrientes que en exceso perjudican la calidad del agua.
Estas aguas residuales son vertidas al mar y aunque tradicionalmente en México se han utilizado estanques o lagunas de estabilización para contener parte de la contaminación de estos efluentes, en muchos casos estas lagunas no están diseñadas eficientemente o hay una falta de capacitación del personal que las maneja, por lo que no se logra remover los contaminantes hasta los niveles requeridos en la normatividad ambiental y esos efluentes son vertidos al mar fuera de norma”, detalla el investigador.
Una posible solución: filtro biológico tipo humedal
Para abordar estos problemas provenientes de la industria del camarón, en la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Sinaloa se desarrolla una estrategia tecnológica que replica procesos que ocurren en la naturaleza, un filtro biológico tipo humedal.
Estos filtros utilizan diferentes procesos físicos, como la filtración, y microbiológicos, para remover contaminantes físicos, químicos y biológicos del agua; e incluso podrían sustituir las tradicionales lagunas de estabilización.
El filtro biológico diseñado en la universidad consiste en un agregado de roca, que se coloca dentro de varios tinacos, a los cuales se direccionan los efluentes de las granjas camaronícolas. Dentro de los cultivos de camarón existen bacterias que son capaces de tratar el agua, estas bacterias encuentran en la roca del filtro un soporte para establecerse y proliferan dentro del filtro humedal gracias a los nutrientes en el agua y a procesos de circulación de aire controlado denominado aireación.
Limpiar y reciclar las aguas
Además de cumplir con la calidad requerida en la normatividad ambiental, el grupo de investigación está trabajando para incorporar el filtro biológico tipo humedal dentro de un sistema de recirculación acuícola que permita ahorrar agua durante el cultivo del camarón. Esto quiere decir que el filtro tipo humedal tratará el agua de residuo de la granja y regresará una parte de ella al cultivo, sustituyendo el agua de recambio tomada del ambiente.
“En este momento estamos llevando a cabo experimentos en los que se compara la producción de camarón blanco en cultivo intensivo empleando la recirculación del agua tratada con filtro humedal y el cultivo con recambios de agua convencionales”.
Esto con el objetivo de observar que la ganancia en peso de los camarones no se vea afectada por el uso de agua reciclada y, por lo tanto, que el sistema sea aceptado por los productores de camarón.
El proyecto del grupo de investigación de la Universidad Autónoma de Sinaloa está caminando con éxito. Ya han logrado trabajar con un sistema de recambio de agua que reutiliza 18 por ciento del agua total del cultivo, sin observar diferencias significativas entre el peso de los camarones en el sistema de recirculación acuícola y el cultivo con recambios de agua convencionales.
Con ello pretenden contribuir al desarrollo de una acuicultura sustentable que maneje adecuadamente sus residuos, reutilice sus insumos y ahorre energía, comenta el investigador.
Puntos que mejorar
“Una de las desventajas de los procesos naturales o de los sistemas naturales para el tratamiento de aguas es que requieren de largos tiempos de tratamiento, como en la naturaleza misma. Por ello nosotros modificamos este proceso incorporándole un sistema de aireación externa, que permite acelerar el tiempo de tratamiento del agua”.
En estos momentos, el grupo de investigación se encuentra trabajando para determinar el porcentaje de recirculación óptima y mejorando los procesos de nitrificación-desnitrificación, que permiten remover el nitrógeno del agua, para lograr llevar el desarrollo a la industria.
Ventajas de la tecnología mexicana
El investigador explica la importancia de la interdisciplina y de trabajar respondiendo a las necesidades de la industria local, pues, aunque las técnicas de tratamiento de agua ya están bastante desarrolladas en varios países, son demasiado costosas para las empresas nacionales y, además, requieren de un alto consumo energético, lo cual sigue elevando el costo de su utilización.
Por ello el experto se propone generar un sistema ambientalmente más amigable, que no requiera del uso de químicos peligrosos para los ecosistemas y para los trabajadores, pero que al mismo tiempo sea de bajo costo, que no requiera de un entrenamiento complicado del personal y que sea de fácil operación y mantenimiento con respecto a sistemas tradicionales disponibles en el mercado.
“Quizá en este momento el tema ambiental no está muy presente en la industria, que toma agua del mar, hace sus recambios y vierten el agua contaminada de nuevo al océano, pero tenemos en un futuro muy próximo el desafío del cambio climático, que le va a pegar a las costas y desde luego a la industria camaronícola. Acceder a un agua de mejor calidad va a ser cada vez más difícil, por lo que el tema ambiental va a estar cada vez más y más presente”.
El investigador concluye señalando que el desarrollo de un filtro biológico tipo humedal representa una alternativa viable, económica y ambientalmente amigable para hacer frente a la situación de escasez de agua de buena calidad agropecuaria.
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- Se piensa en el bienestar de la población de la tercera edad que se tendrá en los próximos años
Ciudad de México.- CdMex.- 29 de enero de 2017.- (aguzados.com).- Al poniente de la Ciudad de México está prospectado un nuevo centro de investigación en México que tendrá el objetivo de estudiar la biología del envejecimiento, además de sus aspectos sociales y económicos que servirán para elaborar estrategias que se puedan vincular con las políticas públicas en vías de incrementar la calidad de vida en la vejez de los mexicanos.
Para su visionario, el doctor René Drucker Colín, director de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) de la Ciudad de México, la importancia en la construcción de este nuevo recinto de investigación radica en el hecho de que dentro de pocos años la población de la tercera edad en México ocupará un importante bloque demográfico.
Según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, la tercera edad será el grupo poblacional que más aumentará hasta el 2050, para Latinoamérica el reto es incluso mayor porque el incremento será mayor que en el promedio mundial.
En ese sentido, los retos son cada vez mayores en diversos temas que comprenden la seguridad social y la salud, por lo que para Drucker Colín es necesario saber más acerca de las enfermedades y retos que comprenden la vejez.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que para el año 2030 habrá casi 43 adultos mayores por cada 100 jóvenes, cifra que actualmente se encuentra alrededor de 20 adultos mayores por cada 100 en edad productiva, es decir, para el año 2030 se duplicará esa cifra.
“La pirámide poblacional ha cambiado muchísimo desde 1970 para acá. En esa década, la base era de gente joven y relativamente pocas personas estaban en la tercera edad”, explicó Drucker Colín en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Este incremento de población en edad avanzada también se debe al aumento de la expectativa de vida gracias a los avances de la medicina. “Tenemos un cambio en el paradigma poblacional de México, y cuando la gente llega a la tercera edad ya tiene algún padecimiento médico”.
Para el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Estado debería de implementar una serie de estrategias dirigidas a la población relativamente joven para que lleguen a la vejez sanos, ya que eso implicará un costo muy alto al gobierno.
Comprender el envejecimiento
Afirmó que en la actualidad en el país no existe un centro de investigación dedicado a estudiar como tal el envejecimiento. “Se requiere una institución que estudie la biología del envejecimiento, es decir, para entender los mecanismos del envejecimiento propios de nuestra población”.
El diseño de este nuevo centro de investigación para el envejecimiento, que estará ubicado al poniente de la Ciudad de México, está inspirado en otros institutos alrededor del mundo que giran toda su investigación hacia los temas importantes para entender el envejecimiento.
Esto se debe, aseveró Drucker Colín, a que en países europeos ya tienen excelentes centros de investigación exclusivamente enfocados en el envejecimiento por su demografía, en la cual ya se representa con un gran número la población en edad avanzada.
“Es importante recalcar un aspecto, una cosa es estudiar los mecanismos del envejecimiento y otra muy diferente atender las enfermedades más frecuentes en esta edad. Aquí de lo que se trata es de comprender el proceso del envejecimiento y tener en el centro investigadores especializados en dicho tema", dijo el director.
Asimismo, comentó que en el nuevo recinto también tendrán cabida los expertos de las ciencias sociales que investiguen y proyecten estrategias que se puedan implementar a las políticas públicas para atender de la mejor forma posible a la población de adultos mayores.
En el país hay diversos estudios que tratan el tema desde un punto de vista social y económico. “Casi no hay personas que investiguen la biología del envejecimiento”.
Proyecto en marcha
El proyecto de la construcción del centro ya está en marcha. Según el director, lo primero que hicieron fue conseguir un terreno donde se pudiera construir. “Ya una vez teniendo el terreno, invitamos a México a una serie de expertos para la elaboración de un plan estratégico académico para el desarrollo del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento”, apuntó.
Además se realizó un proyecto arquitectónico, el cual se trabajó en conjunto con los expertos que elaboraron el proyecto estratégico académico para adecuar todas las necesidades del centro y poder optimizar los espacios que se requieren.
Para su construcción ya se obtuvieron los recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del gobierno de la Ciudad de México, por lo que según las expectativas del responsable del proyecto, el doctor René Drucker, se visibiliza el inicio de la construcción en el primer trimestre de 2017.
Para su operación, se le hizo una invitación a la UNAM para acoger la responsabilidad académica. “Aquí se va a generar un nuevo modelo que no tiene precedentes, pues será un centro de la UNAM con una vinculación con el gobierno de la Ciudad de México, pero esto apenas está en ciernes y habrá que detallar aspectos alrededor de este tema en específico”, aseguró el titular de la Seciti.
El predio destinado a la construcción del edificio era un tiradero que está en desuso, debido a esto se tuvo que hacer un estudio de viabilidad ambiental para verificar que no existe ningún tipo de riesgo para la futura estructura.
Una de las prioridades de la Seciti es que el centro entre en operaciones antes de que finalice la gestión administrativa del actual gobierno de la Ciudad de México en el 2018.
Contacto: René Drucker Colín.- Director de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.- Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Teléfono (55) 5512 1012.
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- Justo reconocimiento a la labor de investigación del catedrático uruguayo
Ciudad de México.- CdMex.- 29 de enero de 2017.- (aguzados.com).- El 27 de febrero de 1990 el gobierno mexicano instituyó el Premio México de Ciencia y Tecnología con el objetivo de reconocer y fomentar la labor científica y de innovación tecnológica en Centro, Sudamérica, el Caribe, España y Portugal y para detonar el desarrollo científico y tecnológico, así como para estimular las colaboraciones internacionales entre los países de la región y México.
Desde ese entonces, el premio ha sido concedido anualmente a una persona de reconocido prestigio profesional, cuyo trabajo haya contribuido de manera significativa al conocimiento científico universal.
Con el pasar de los años, el premio ha cobrado prestigio internacional y tal ha sido su alcance, que año tras año se incrementa el nivel de los candidatos postulados. En ese contexto, en su edición 2016, el Premio México de Ciencia y Tecnología designó como ganador a Rafael Alberto Radi Isola, cuyas aportaciones en el estudio del proceso oxidativo de las células han marcado el derrotero a seguir en ese campo.
La Agencia Informativa Conacyt tuvo oportunidad de entrevistar en exclusiva al investigador, quien explicó su sentir en torno al reconocimiento obtenido. “La noticia la recibí el jueves primero de diciembre y resultó un hecho movilizador, sorprendente y motivante para mí”, dijo el galardonado.
Radi Isola, quien se desempeña como profesor titular y director del Departamento de Bioquímica y del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República de Uruguay, precisó que la noticia le resultó sorprendente porque tiene conocimiento de la gran calidad de los candidatos del concurso.
“Es realmente una situación muy extraordinaria que uno logre el primer lugar entre 52 candidaturas de toda Latinoamérica. En lo personal, considero que seguramente hay muchos candidatos que están en una zona de excelencia y debe haber sido muy difícil inclinarse por mi persona”.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué representa para usted esta distinción?
Rafael Alberto Radi Isola (RARI): Creo que el Premio México de Ciencia y Tecnología, conjuntamente con mi incorporación en el 2015 a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y el premio Von Humboldt del gobierno alemán, son los reconocimientos más importantes que he recibido a lo largo de mi carrera científica.
Muy en particular el premio México, porque al ser un premio de toda la región iberoamericana, cuenta con un componente emocional y afectivo muy fuerte que le agrega un condimento muy particular. Ha sido muy movilizador y mantengo un estado de emoción y alegría desde que se me dio la noticia, la cual ha generado mucho eco a nivel local y también internacional gracias a la comunidad uruguaya en el exterior.
Realmente hemos recibido muchas felicitaciones y comentarios positivos, incluso de gente que no conocía el Premio México de Ciencia y Tecnología porque no están familiarizados con el quehacer científico y tecnológico, es decir, este premio nos ha permitido aumentar la visibilidad de nuestro trabajo.
La oxidación celular y las batallas bioquímicas en torno a ella
AIC: ¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?
RARI: Antes que nada debo recordar que yo tengo doble formación, por un lado soy doctor en medicina y también doctor en ciencias biológicas con especialidad en bioquímica. La formación que traigo me ha dado una flexibilidad bastante grande en cuanto al tipo de temas que puedo abordar y los enfoques a través de los cuales abordo los temas.
El enfoque disciplinar va desde la química hasta los trabajos en humanos, pasando por modelos preclínicos, es decir, modelos animales, modelos de enfermedades y trabajo a nivel celular. En resumen, nos movemos en una zona de investigación biomédica y bioquímica de relevancia para la patología humana y la terapéutica.
Ello me permite dar a cada uno de los proyectos un enfoque interdisciplinario (y creo es parte de lo que se premia), afortunadamente por el tipo de formación y el sitio donde me ubico en la Universidad de la República, la cual conecta diferentes facultades y centros de investigación, he tenido la oportunidad de enfrentar problemas médicos sobre los que trabajo con una mirada muy transversal.
El área general de mi trabajo histórico ha sido entender los mecanismos de consumo de oxígeno en células y tejidos relacionados con la generación de energía por parte de las células.
Asimismo, en torno a la función de un organismo que es la mitocondria y cómo a veces ese metabolismo del oxígeno —proceso de respiración— se altera y el organismo comienza a generar sustancias tóxicas colectivamente denominadas radicales libres del oxígeno, los cuales van generando toxicidad, modificaciones oxidativas, daño oxidativo de biomoléculas clave, tales como las proteínas.
Hemos determinado a partir de ello cómo este proceso de generación de sustancias tóxicas a partir del metabolismo del oxígeno tiene una gran relevancia en un número enorme de patologías degenerativas, ya sea cardiovasculares o del sistema nervioso, tiene que ver con el proceso de envejecimiento, tiene que ver con la patología inflamatoria y también tiene que ver con algunas etapas en el inicio del cáncer.
Hemos determinado que algunas funciones oxidativas pueden conducir a algunos fenómenos mutagénicos que están en la base de la oncogénesis. Todo ese entendimiento de qué procesos bioquímicos a nivel celular y de tejidos está afectándose, permitió ir desarrollando estrategias farmacológicas e inclusive técnicas en modelos experimentales para neutralizar y revertir los efectos del daño oxidativo.
Por supuesto que todo esto tiene que ver con la formación de la muerte celular; nosotros sabemos que la formación de oxidantes, la formación de radicales libres y el daño oxidativo muchas veces inician procesos que tienen que ver con la degeneración de la muerte celular, lo cual es muy relevante, por ejemplo, para la patología del sistema nervioso que tiene que ver con la muerte de neuronas.
Hoy en día esa es la línea de trabajo que seguimos, la cual podemos subdividir en dos: por un lado, sería la parte de bioquímica fundamental donde estudiamos procesos in vitro, a nivel de tubo de ensayo, donde utilizamos modelos experimentales utilizando proteínas y compuestos oxidantes.
Estudiamos con técnicas de biología estructural, llámese resonancia magnética nuclear, cristalografía y otras técnicas, cómo las modificaciones oxidantes afectan la estructura y la función de las biomoléculas.
Luego todo eso lo trasladamos al estudio concreto en células y en animales, donde lo aplicamos en modelos diferentes de patologías. Contamos, por ejemplo, con un modelo de neurodegeneración, otro de degeneración de motoneuronas (esclerosis lateral amiotrófica).
Por ejemplo, al hablar de la esclerosis lateral amiotrófica podemos hacer el seguimiento del deterioro de la función de las neuronas motoras de la médula espinal y hemos detectado que las motoneuronas tienen daño oxidativo, sus proteínas están oxidadas y eso dispara el proceso de muerte neuronal.
Hemos sido muy exitosos al diseñar y administrar moléculas que llegan hasta las motoneuronas en animales y las protegen de la muerte neuronal, retardando el desarrollo de la patología.
Otros de los modelos importantes que trabajamos son los que se relacionan con procesos infecciosos; en particular tenemos proyectos que tienen que ver con la invasión del sistema inmunitario por patógenos bacterianos o parasitarios y así como el exceso de formación de radicales libres en los tejidos humanos puede generar daño al propio tejido, a veces las células del sistema inmunitario generan radicales libres y agentes oxidantes que pueden matar a los patógenos invasores.
Digamos que esa es la cara buena en la generación de radicales libres y agentes oxidantes de sistemas biológicos, a través de los cuales cuando un patógeno invasor penetra en una célula del sistema inmune en mamíferos, que puede ser un macrófago o un neutrófilo, las células del sistema inmune le disparan un conjunto de mediadores químicos oxidantes con el fin de matarlo.
Por supuesto que los patógenos se defienden tratando de eliminar el exceso de oxidantes y en esa batalla química y bioquímica entre oxidantes liberados por el huésped y sistemas antioxidantes
liberados por el patógeno se va a definir si la infección se resuelve o si el patógeno es capaz de proliferar y generar una infección mucho más severa.
Desde el punto de vista traslacional, que es cómo trasladamos todo este conocimiento generado hacia el humano, desarrollamos en forma activa proyectos con servicios clínicos a través de la facultad de medicina en pacientes, en particular con patología —riesgo— cardiovascular.
Desarrollamos estudios no invasivos de función vascular que tiene que ver con el metabolismo del óxido nítrico, que es otro radical libre.
Estamos tratando de entender cómo se está afectando la capacidad vasodilatadora del óxido nítrico en los pacientes que están en riesgo vascular y que están sometidos a la formación de oxidantes y, por otro lado, en muestras de sangre en particular de estos pacientes, evaluamos con técnicas analíticas muy sofisticadas que incorporan a la espectrometría de masa biomarcadores en sangre que nos hablan del daño oxidativo que estos vasos, que estas arterias de los pacientes tienen.
Una vez que estos pacientes están tratados definimos cómo el tratamiento favorece no solamente marcadores clásicos de enfermedad cardiovascular como el colesterol, los lípidos y la glucosa, sino cómo se modifican ahora marcadores de daño oxidativo, y esta investigación pretende generar una asociación fenomenológica entre riesgo vascular, daño oxidativo y estos biomarcadores que estamos desarrollando que nos permiten entender mejor, y en definitiva, cómo el colesterol en exceso o cómo la glucosa en exceso conducen al daño de los vasos.
Ahí hay una conexión entre el exceso de lípidos, el exceso de azúcares, la formación de radicales libres por los vasos sanguíneos y el daño que esos radicales le generan a los vasos sanguíneos, y cómo nosotros con terapéuticas podemos disminuir esas variables y realizar un seguimiento de cómo los marcadores de estrés oxidativo se van recuperando y diseñar estrategias terapéuticas adicionales que protejan a los vasos de ese daño acumulativo que genera el exceso de oxidantes.
Esa es la parte de nuestro proyecto que tiene que ver con la interfaz entre el Departamento de Bioquímica y el Centro de Investigaciones Biomédicas, con la Clínica Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.
El legado científico
AIC: ¿Cuáles considera los resultados más relevantes que ha reportado a lo largo de su carrera científica?
RARI: Por un lado, haber planteado, en la década de los 90, un esquema novedoso sobre la bioquímica del daño oxidativo que incorpora al óxido nítrico como uno de los mediadores que participan en los procesos de daño. Eso condujo al descubrimiento de una molécula que se llama peroxinitrito y todas las alteraciones que esta genera en células y tejidos, lo cual hace que se le considere hoy en d, dentro de esta disciplinaparte de lo que se le conoce como contribuciones clía como un mediador de la patología.
Esos resultados ya forman parte de lo que se conoce como contribuciones clásicas a nivel de la formación biomédica. El trabajo inicial mío, dentro de esta disciplina, tiene más de dos mil 100 citas y es por ello que se le considera un clásico.
Por otra parte, fuimos los primeros en racionalizar los efectos tóxicos del óxido nítrico y derivados sobre la función mitocondrial. También fuimos los primeros en generar un esquema que permite entender cómo oxidantes generados por células inflamatorias conducen al daño oxidativo y muerte de patógenos intracelulares.
Y por último, hemos sido pioneros en el desarrollo de técnicas de biología estructural para el entendimiento de los cambios estructurales y funcionales de las proteínas oxidadas.
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