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Columna de Mezquite
Desarrollo Municipal sin Futuro
- “Un buen sistema vial no es el que mueve más automóviles sino el que permite el transporte de más personas"
Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante
Aguascalientes, Ags 11 de agosto 2014. (aguzados.com).- No tenía programado escribir pronto nuevamente sobre el tema de las ciclovías para la ciudad de Aguascalientes, pero las noticias provenientes del gobierno municipal me conducen a ello de manera imperiosa, no para alabar, no para halagar a la administración en turno, sino para todo lo contrario: este es un apunte duro, para decirles que están perdidos, que están gobernando sin rumbo, improvisadamente y que no saben lo que hacen y que como consecuencia de ello el desarrollo municipal no tiene futuro.
No hay plan de desarrollo municipal. Lo que hace unos meses presentaron como tal es un burdo listado de acciones desarticuladas, sin contenido de fondo, sin visión de desarrollo; un listado demagógico, carente de seriedad gubernativa, elaborado tan sólo para llenar hojas de papel y cumplir con un requisito legal de presentar un proyecto de gobierno. Sobre todo, es un listado sin visión de estado.
La gran oportunidad de hacer y ejecutar el mejor proyecto de desarrollo social, cultural, urbano, económico, ambiental, estético y de salud para Aguascalientes, la construcción de una red integral de ciclovías, la está dejando pasar el gobierno en turno, precisamente por no tener visión ni plan para gobernar en vista al bien de la comunidad.
El presidente municipal anunció que irá en bicicleta a muchas de sus actividades. Esa noticia me alegró y me hizo pensar en que yo estaría equivocado al sostener la referida percepción negativa o pesimista sobre las intenciones del gobierno municipal actual en cuanto a desarrollar seriamente el proyecto de las ciclovías como acción de desarrollo para Aguascalientes. Pero no, no estaba yo equivocado. Por las declaraciones del Secretario de Obras Públicas del Municipio, veo que estoy en lo cierto: el gobierno municipal no tiene ni idea, ni rumbo ni plan en materia de desarrollo urbano y menos de desarrollo municipal en general.
Ayer domingo 10 de agosto se dio a conocer a través de la prensa, por el mencionado secretario, la información consistente en que el gobierno municipal ha decidido suprimir la ciclovía lateral de Avenida Solidaridad (de Aglaya al 2º Anillo), para hacerla sobre el camellón, pues esa actual ciclovía lateral, afecta la circulación de automóviles pues “está invadiendo un carril”, proyecto para el cual inclusive ya entregaron el anticipo (supongo que de dinero, al contratista). A esto agregó el funcionario que se planea construir una ciclovía de 20 kilómetros a lo largo de la vía del ferrocarril, en dirección norte-sur, “para que se transporte al sur la gente que vive en el norte”, agregando sobre este proyecto de ciclovía a lo largo de la vía del tren que “sentimos que es un lugar adecuado” (sentimiento de lugar adecuado, yo creo que por su longitud, pues al respecto el funcionario dijo que a los ciclistas “les das seguridad 500 metros pero luego tienen uno o dos kilómetros que están en zona de riesgo”).
A través de tales declaraciones, es evidente que el gobierno municipal no tiene idea de lo que se requiere en materia de ciclovías ni de las posibilidades de un proyecto serio en esa materia, de la envergadura de una red integral y por ende, insistimos, no hay una seria intención en el gobierno de propiciar el desarrollo de Aguascalientes; creo (creer es un acto de fe) que el gobierno municipal en turno es un grupo más de burócratas enquistados en el ejercicio del poder, sin oficio ni beneficio.
Eliminar la ciclovía lateral de Avenida Solidaridad (una ciclovía de lo mejor, de primer mundo, aunque sea un tramo corto) es un retraso incalificable y cambiarla al camellón es el remate de la ignorancia gubernativa, ignorancia supina y de una gran magnitud. Las ciclovías deben acercar al ciclista a los lugares a los que puede llegar (sean de habitación, de comercio o servicios, de recreación o de lo que sea) y no alejarlo ni dificultarle el acceso. Las ciclovías que van por el camellón alejan, dificultan y se tornan casi inútiles y hasta peligrosas y lo peor de caso, es que a la larga las mutilan y las acaban de inutilizar.
Ahí está el caso de la ciclovía sobre el bulevar a Jesús María, desde el Campestre. Tiene ya tantos cortes y tan peligrosos, que ya es inútil. Vean a los ciclistas, los que en verdad la necesitan, cómo prefieren ir por el arroyo vial, por el carril de la extrema derecha, en lugar de usar dicha ciclovía, en la cual por cierto hasta hace relativamente poco se hizo un corte –un retorno vehicular, invadiendo la ciclovía- lugar en el que las bicicletas son literalmente conducidas a estrellarse de frente con los automóviles que toman dicho retorno que conduce hacia la calle Graneros. Además, esa ciclovía es inútil para que los ciclistas del rumbo tengan acceso de y a las zonas habitacionales y a los comercios y servicios del área. Este ejemplo ilustra lo que harán con la de Avenida Solidaridad.
Eliminar la ciclovía lateral de Avenida Solidaridad es pues una regresión incalificable, ya que a futuro la ciclovía sobre el camellón se volverá inútil. Además, el criterio de destruir esa ciclovía porque causa la “invasión de un carril” de circulación de automóviles es una posición retrógrada, carente de visión del desarrollo. Entiéndalo bien, se los hemos dicho varias veces: un buen sistema vial no es el que mueve más automóviles sino el que permite el transporte de más personas. Esa vía lateral, existente hoy, permitirá en un futuro un acceso a lo que se construya en el predio aledaño (sé quién es el propietario y sé de su inconformidad con la ciclovía, pero ese propietario también carece de visión), predio que es enorme y por ende con gran potencial para para desarrollo habitacional, comercial o de servicios, el cual tendría un acceso ciclista de primerísima calidad, con los consiguientes beneficios que no ven los gobernantes de ahorita. Esa ciclovía lo que requiere es conexión para continuarse sobre Avenida Constitución, y esto por ambos lados de la vialidad; cambiarla al camellón es inutilizarla y lo peor es que ello es dilapidar el dinero público, lo que puede dar lugar a responsabilidades por negligencia.
Es de dar risa el argumento del funcionario municipal sobre el cambio de ciclovía al camellón de Solidaridad: “vamos a decirle a los ciclistas: cámbiense al camellón porque hay menos riesgo”. ¿Habrá visto el funcionario alguna vez esta ciclovía? ¿La habrá transitado? ¿Habrá visto que efectivamente siendo una ciclovía de primer mundo, sobre ella se tienen las mejores condiciones de seguridad? ¿Cuáles condiciones de menor riesgo va a ofrecer la del camellón?
Se necesita andar en bici para poder hablar de ciclovías. No se metan a lo que no saben. Pero también se necesita tantito sentido común, que por lo que se ve no tienen. Y lo peor, es que siendo los responsables del desarrollo urbano, actúan de manera por demás irresponsable. Nomás hacen el ridículo y gastan el dinero del dinero del pueblo, siéndoles aplicable el proverbio popular de “gastar la pólvora en infiernitos”.
Sobre la ciclovía a lo largo de la vía del ferrocarril cabe señalar que sería buena, pero bajo ciertas condiciones. En primer lugar debería estar contemplada como para construirse en una cuarta o quinta etapa de un plan de ciclovías, dentro de unos cuatro o cinco años. Antes, muchas otras ciclovías son más necesarias, útiles y favorables. Otra condición es que se haga la ciclovía a ambos lados de la vía del tren. ¿Tienen esto contemplado? Hacerla de un solo lado (aunque sea de doble circulación) es hacer una vía parcial. Es como la ciclovía de Gómez Morín, cuyos diseñadores no pensaron en que por el otro lado también existen necesidades de acceso y de tránsito. ¿Han considerado también cómo se va a cruzar la Avenida López Mateos? ¿Van a construir un puente para la ciclovía? ¿Contemplaron ya el factor de inseguridad a lo largo de la vía del tren, dadas las zonas urbanas por las que atraviesa? Por otra parte, una ciclovía tan larga sólo se justifica si se conceptúa como la unión de muchos tramos cortos, con posibilidades de acceso y de salida hacia cualquier punto de sus lados; si no, pasa lo que en la Gómez Morín: inutilizada porque no tiene accesos o salidas. Entiéndanlo: los recorridos de los ciclistas son cortos, no largos (éstos son la excepción), no son, como dijo el funcionario municipal “para que los del norte se trasladen al sur”; esto es no saber lo que se dice ni lo que se hace ni cómo se ejerce una responsabilidad de gobierno en materia de desarrollo urbano y menos en materia de ciclovías.
Hacer ciclovías no debe obedecer a acciones improvisadas. Si no hay un plan de red integral ciclovías, programado para su ejecución, toda acción se traducirá en improvisación y lo peor, en una improvisación inútil. Las ciclovías no se hacen porque “sentimos” que “ahí” hay que hacer una, sino porque ella es parte de una red integral. Eso de que en un lugar hay que hacer una ciclovía porque lo “sentimos”, es gobernar “al melate”, sin plan, al azar. Prueba de ello es lo que dijo el funcionario municipal en el sentido de que a los ciclistas “les das seguridad 500 metros pero luego tienen uno o dos kilómetros que están en zona de riesgo”, después de los cuales el lenguaje del susodicho funcionario hace suponer que habría otra zona de seguridad; yo no conozco ninguna zona de la ciudad con esas características y vaya que la conozco toda y precisamente en bicicleta.
Volviendo al principio, le ofrezco al presidente municipal acompañarlo un día a la semana en todos sus traslados en bicicleta a sus actividades. No voy a sus actividades, nada más le ofrezco acompañarlo todo el día en los traslados. Para que vea qué se necesita en materia de ciclovías y para que se dé cuenta de que en la materia, sus colaboradores, en lugar de montarlo en bicicleta, lo están montando en puerca pinta.
(Las fotografías son del autor del artículo, en su andar en bicicleta por Holanda)
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Guillermo Macías y Díaz Infante |
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- Espíritu y Alma: Humanos Incomprendidos*
David Pérez Calleja
Aguascalientes, Ags, 29 de julio 2014. (aguzados.com).- Luego de mi recorrido matutino por el Face y la nutrida lectura de mensajes espirituales que envían mis contactos al ciberespacio, quedé más que insatisfecho con una frase de Anthony Douglas Williams: “La espiritualidad no viene de las religiones, viene de nuestra alma”. Según describen los diccionarios especializados en materia de religiones, el alma, es el principio o entidad inmaterial e invisible que poseen los seres vivos, los seres dotados de movimiento (animados), por lo tanto a los seres humanos como a las plantas y animales no se les debería negar su derecho intrínseco de poseer un alma. Entonces ¿por qué hay quien niega la existencia de alma en las plantas y animales? Profundicemos un poco más en el concepto del alma.
Antiguos pueblos del mediterráneo como los hebreos, identificaban el concepto del alma con la palabra Néfesch; y los griegos con Psyké. Reconocían el alma como la principal cualidad identificadora del movimiento en la materia viviente, por lo tanto, al faltar el alma había un ser no-moviente, inerte, muerto. Aquella tradición hebrea-griega proclamaba que el ser humano posee instintos, sentimientos, emociones, pensamientos, y decisiones libres y de auto-conciencia gracias a que posee un alma. Así las cosas, para hebreos y griegos herederos de la escuela de Aristóteles, Platón y otros pensadores sólo existía el alma espiritual.
La religión cristiana introdujo un cambio significativo al concepto aristotélico del alma espiritual. Entre otros pensadores, Tomas de Aquino, sostuvo que el alma espiritual, el ser humano podía ir más allá de su tiempo, de lo material y del espacio. Posteriormente, la tradición cristiana comenzaría por identificar los tres elementos esenciales del ser humano: el físico (el cuerpo); el emocional (alma); y el espiritual (espíritu). Como el cristianismo reconoce y trata por separado los conceptos de alma y espíritu, comienza a cuestionarse, con mayor rigor, que en el terreno espiritual, las plantas y animales no tienen cabida.
Williams parece ser un seguidor del antiguo concepto aristotélico al afirmar que la espiritualidad proviene del alma, sin embargo, su definición no parece estar fuera de la realidad de nuestro tiempo. Veamos porque.
Jesús, durante su evangelio, a pesar de ser hebreo, no hizo referencia del alma (Néfesh o Psyké), sino del espíritu del hombre. Los traductores bíblicos son precisos; Jesús habló a sus discípulos con la palabra hebrea Ruaj que se traduce propiamente como espíritu o hálito de vida. Así las cosas, con el paso de los siglos, la religión cristiana fortalece la noción del soplo divino, del espíritu como una parte esencial del ser humano. Es dogma de fe entre los cristianos, hombres y mujeres, que no es el alma sino el espíritu lo que vuelve a su creador, es eterno y asciende a los cielos. El alma, por tanto, se consume con la muerte material pues está vinculada a las emociones, pensamientos y sentimientos del ser humano.
El concepto de espíritu es más moderno, cristiano y universal que el antiguo concepto aristotélico del alma. Hegel afirmaba que el alma representaba el autodesarrollo de la idea; Nietzche, la definió como una invención de los poderosos para que el hombre dependa de Dios, mientras que Descartes reflexionaba; “pienso, luego existo”.
Jesús, el mesías revolucionario de su tiempo, al predicar su evangelio entre los hebreos utilizó la palabra Ruaj (viento o hálito de vida), que introduce la comprensión de la vida espiritual entre su pueblo. A diferencia de otras culturas que no reconocen la existencia de “el más allá”, el cristianismo sí desarrolló una interpretación de la misión terrenal de los seres humanos: hacer el bien sin mirar a quien y amar al prójimo, y que arroje la primera piedra el libre de pecado; el deber de cuidar el paraíso y hacerlo producir, y vivir mejor para heredarlo a las nuevas generaciones.
Al comprender mejor el Ruaj, el evangelio de la vida después de la vida adquiere mayor sentido; el creyente visualiza la vida eterna como alternativa ante la terrible apariencia del no-moviente, del ser inerte y de su muerte material. La tradición hebrea y griega del alma sostenida por Aristóteles y sus discípulos y que hoy proclama Williams, es antecesora de la enseñanza cristiana del espíritu, parte esencial del ser humano.
Hoy las personas están más preocupadas en alimentar su alma (la vida terrenal) y menosprecian el alimento de su espíritu (la vida eterna). Para la gente resulta más sencillo identificarse con el alma a través de sus pensamientos, sentimientos y emociones terrenales, que cultivarse en el concepto de la vida eterna. Precisamente allí radica una de las mayores dificultades que enfrentan los grupos cristianos, ortodoxos o puritanos, para enseñar con mayor éxito la complicada concepción del espíritu que Jesús enseñó a los hombres y mujeres de su tiempo. El dogma bíblico define a la fe como la convicción de lo que no se ve y la certeza de lo que se espera.
Luego de escuchar los reportajes que transmitió la cadena de televisión TELEMUNDO con la opinión del analista de religiones, Fred Álvarez Palafox; la proclamación de las alcaldesas de los municipios de Monterrey; de Guadalupe; y del Alcalde de Benito Juárez en el Estado de Nuevo León; las oraciones del cuerpo de policía militarizada del municipio de Guadalupe, Nuevo León, y del estado de Hidalgo, realizadas poco antes de salir a combatir a los delincuentes que tienen secuestrado aquellos territorios de nuestro país; y las arengas del Presidente Municipal de Ensenada, Baja California, ya nadie duda de que los paradigmas en materia religiosa (espiritual) están siendo borrados, materialmente, en algunas regiones de México.
Por si lo anterior fuera poco, hay que atestiguar la participación del Gobernador de Chihuahua y su propia proclamación ante los sacerdotes de la diócesis demostrando su fe católica y arengando al pueblo para que se acerque a Dios, lo que demuestra que la fe entre la clase política es diversa y que la libertad de expresión del pensamiento en México comienza a ser una realidad.
Fue el Presidente Vicente Fox quien comenzó a romper los paradigmas de la clase gobernante que no teme confesar públicamente y en actos oficiales de gobierno su vida religiosa o convicción espiritual. Fox, al colocar un crucifijo a los pies del Altar a la Patria durante el acto de su Toma de Protesta crucificó materialmente el tradicional concepto de laicidad de la república. El poder presidencial en México llegó a tal extremo que en aquél evento republicano ningún político, por más tradicionalista, revolucionario, jacobino, o come-curas que fuese, se atrevió a argumentar lo que dice la Constitución al respecto, y pedir una sanción al Presidente Electo. Desde entonces, México es otro país.
No es un secreto que la iglesia preponderante en México mantiene una enorme influencia espiritual sobre la generalidad de los gobernantes. Esa es un resultado de los años de existencia de una religión preponderante que entre sus principales prioridades se encuentra la de garantizar fidelidades de los gobernantes en turno. Sin embargo, en su afán por acrecentar su poder terrenal, los dirigentes de la religión popular han sido omisos en el cuidado espiritual de millones de hombres y mujeres.
La historia del mundo registra la existencia poderosas corrientes religiosas que hoy por fortuna se encuentran desaparecidas. Tarde o temprano cumplieron el ciclo natural de la vida, nacer, crecer, reproducirse y morir. Todas las religiones en el mundo irremediablemente van a desaparecer porque su objeto consiste en encadenar temporalmente el alma de las personas, sin embargo, jamás podrán aprisionar la espiritualidad de los hombres y mujeres que al liberarse tienen oportunidad de encontrar a su Dios.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Twitter: davidperezcall1
*Artículo publicado originalmente en Crisol Plural y La Jornada Aguascalientes, el cual se reproduce con la autorización del autor por ser un documento que bien vale la pena leerlo y releerlo debido a su innegable valor. El autor, David Pérez Calleja, es un destacado politólogo, escritor, editorialista y asesor en materia político-electoral, entre otras tareas humanísticas que ha desarrollado a lo largo de su vida.
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- El debate de la negligencia médica y la ineficacia legislativa
México, D.F. 15 de julio 2014. (aguzados.com).- Por considerarlo de interés público, a continuación se trascribe la carta que un médico dirigió a senadores y diputados, quienes pretenden modificar las leyes en materia de salud para criminalizar a los médicos por las defunciones hospitalarias, a pesar de que ese sistema nacional de salud evidencia gigantescas deficiencias y prácticamente no se hace nada para resolver ese atraso, el cual se deriva en la mayoría de los casos por la corrupción que impera en la administración de dicho sistema sanitario.
Hola Mariana:
Usted no me conoce, soy un médico con 12 años de preparación académica que actualmente pertenece a la élite de formar parte de los institutos nacionales de salud (es decir no soy un médico que hace lo que puede con lo poco que hay como en el IMSS u otras instituciones). Puedo asegurarle que no está tratando con alguien iletrado, que mi formación médica y asistencial ha sido correcta. Aunque probablemente no pueda decir lo mismo de su trayectoria y me baso para hacer esta aseveración en el hecho de que tan mal está afrontando una situación por demás delicada, permítame citar sus palabras en una entrevista:
"Es alarmante que cada día sea más común, escuchar que médicos, directivos de hospitales, enfermeras y hasta choferes de ambulancias, se han negado a prestar un servicio que por humanidad y sentido común deberían dar a quien lo necesita, independientemente de si es o no derechohabiente"
Por principio de cuentas deduzco que no es una persona que acostumbre desvelarse, pasar hambre, y enfrentarse a carencias por ayudar a otro ser humano, Me queda claro que por el contrario de poco o de nada ha carecido a lo largo de su vida sobre todo en este momento que no solo goza de un excelente salario como funcionario público sino además de eso (por si fuera poco), goza de impunidad gracias al fuero. Me sorprende sobremanera que aluda al sentido común y a la humanidad en su declaración cuando a todas luces uno se da cuenta que no comprende de lo que se trata lo uno ni lo otro.
Permítame explicárselo puesto que no creo que lo entienda:
Primero, ¿por humanidad?, hay algo más humano que ayudar a otro semejante tratar de hacer que su vida en el preciso momento que entra en contacto con la tuya sea mejor, incluso cuando hay poco que ofrecer el hecho de que sea menos dolorosa ya es bastante. No conozco hasta la fecha a pesar de todas sus limitaciones que pudiera tener (entiéndase económicas, de infraestructura, de insumos e incluso de conocimientos) a un médico que sea inhumano, a pesar de que la gran mayoría sufre de síndrome de burn out a consecuencia de las condiciones de trabajo, la exigencia de la formación médica y la poca remuneración por el trabajo realizado (tal vez deba buscar en wikipedia de que se trata el síndrome de burn out. La verdad es que ayudan. Usted seguramente puede mirar detenidamente a la cara de su ginecólogo, puesto que siendo mujer espero haya tenido contacto con alguno, y no me queda la menor duda de que habrá estado satisfecha con su desempeño. Mírele la cara y usted no sabe de medicina, aunque debería de saberlo para el cargo público que desempeña, más de un ginecólogo tendrá lesiones en la cara por contagiarse de algo tan sencillo como el virus del papiloma humano, todos los ginecólogos no hemos embarrado las manos de sangre por atender un parto o hacer alguna cesárea, las cuales, aunque usted y su ingenua cabeza no lo crean, pueden ser complicadas y peligrosas.
Yo también soy ginecólogo, y nadie mejor que nosotros sabe lo que está en juego. Y le pregunto a usted: ¿Hay algo de humano en su iniciativa de ley? ¿Hay algo de humano en señalarnos como los únicos culpables de los problemas en las instituciones de salud pública? Siendo que somos víctimas de funcionarios públicos de mayor nivel como lo son ustedes. Por su puesto que yo también soy un servidor público como usted, solo que yo mi trabajo lo veo como eso precisamente: un servicio público. Pero yo dependo de lo que usted y sus semejantes decidan, yo y mis colegas y nuestros compañeros como enfermeras y técnicos somos meras víctimas de su ineficacia e ineficiencia, de su ignorancia, de sus malas decisiones y sobretodo de su corrupción. Permítame continuar con el siguiente punto de su declaración y volveré a unir todo para que tenga más sentido.
Apela al sentido común como si fuera algo obvio lo que como médicos o prestadores de servicios de salud tendríamos o se supondría deberíamos hacer según su perspectiva. Pero al final todo se resume a lo que podemos o no podemos hacer y la más elemental matemática: 1 + 1 = 2. No hay más. Si un hospital tiene 10 camas, uno no puede hospitalizar más que a 10 pacientes (de hacerlo acabamos en lo que sucede actualmente: pacientes en camillas, en sillas, en el piso ¿No es de eso precisamente de lo que se quejan más los pacientes?). Yo como ginecólogo solo puedo operar una cesárea o atender un parto (dependiendo del caso en cuestión) a la vez, no puedo por las leyes de la física atender a dos mujeres al mismo tiempo. Un anestesiólogo no puede dar dos anestesias al mismo tiempo. Imagínese usted que cuando fue al ginecólogo tuviera que compartir la atención con otra mujer. Eso sería impensable ¿cierto? puesto que usted, ya no digamos como senadora, como paciente, como mujer, merece que le brinden una atención adecuada y de la más alta calidad y esto por supuesto que implica que el médico que la atiende sepa lo que hace. O, ¿me equivoco? ¿Merece usted como mujer, como paciente, como la flamante senadora que es una atención menor a esta? ¿No verdad?
Ahora bien supongamos: que en un hospital dado existen dos ginecólogos y dos enfermeras y acuden las pacientes a dar a luz, bien, si resulta que en un momento los dos médicos y las dos enfermeras están ocupados atendiendo a dos mujeres. En verdad cree que podrían atender a una tercera, a una cuarta, a una quinta. La respuesta es no. No pueden. Están ocupados en ese preciso momento están a su máxima capacidad. Un ejemplo más sencillo, supongamos que un centro comercial tiene un estacionamiento para 10 coches y que hay 10 coches en el estacionamiento. Pero llegan otros cinco coches. ¿Van a caber en el estacionamiento? Obviamente no van a caber. No hay lugar. Ante este problema la senadora que se encarga de lidiar con los problemas de estacionamiento se le ocurre una ley donde dice que si no entran los otros cinco coches alguien irá a la cárcel. ¿Y qué va a pasar una vez adentro los cinco coches? ¡Pues quien sabe! eso ya no es asunto de la senadora ¿verdad? ¿No le parece esto estúpido? O bien a la senadora se le ocurre que para que haya lugar para esos cinco coches más, deberán volverse a pintar las líneas de los cajones de estacionamiento, entonces ya no hay 10 lugares, hay quince. Pero los coches siguen midiendo lo mismo, con lo que lo único que va a pasar es que los coches queden de menos abollados, rayados o incluso se queden atorados entre ellos. ¿No le parece una completa idiotez? Asumo que sí.
¿Entonces por qué tratar de resolver un problema de la asistencia médica de una manera tan idiota?
Permítame informarle puesto que parece que no se ha enterado, que México está muy por detrás de las metas de la Organización Mundial de la Salud en cuanto al número de médicos por millar de habitantes, en cuanto al número de camas de hospital por millón de habitantes. ¿Su propuesta nos va acercar a cumplir esas metas? ¿Va a resolver el problema de fondo? La respuesta es no. Y hasta parece obvia ¿No cree? Hay muchos problemas en relación a la atención médica que no se están afrontando. Tal vez porque es más fácil no hacerlo, vamos ninguna senadora va a ir a la cárcel por lo que pase en un hospital ¿Cierto? Entiendo muy claro su poco interés de resolver el problema de fondo y solo hacer esta clase de iniciativa que es sumamente mediática. ¡Que excelente personaje! ¡Una senadora que logro que se fueran a la cárcel los villanos de los médicos! ¿Ha pensado que va a pasar? ¿Cuál va a ser la consecuencia de su iniciativa?
Volvamos a lo de los coches. Y ahora hay quince coches y todos se abollan, al que mejor la va solo esta rayado y ahora el que trabaja en el estacionamiento se va a la cárcel. ¿Se resolvió algo? ¡Pues no! ¡Sigue habiendo espacio para 10 coches!, sólo que ahora no habrá nadie trabajando en el estacionamiento para ayudar a los coches a entrar y a salir.
Lo que va a pasar con su iniciativa de ley es que los resultados perinatales adversos van a seguir ocurriendo, pero ahora usted quiere que sea responsabilidad del personal médico y no de lo que genera el problema en realidad que es la falta de infraestructura (que no solo se limita al edificio, sino a los insumos, incluso al personal). Seguirá habiendo muertes maternas, muertes neonatales, y resultados catastróficos solo que ahora podrán echarle la culpa al médico. ¿Y cuánto le gusta que dure? ¿Para que un ginecólogo renuncie? ¿Para que nadie quiera volver a aceptar ese trabajo? ¿Para que no sólo ahora lleguen más pacientes de las que un hospital puede atender, sino para que ahora no haya nadie dispuesto a atenderlos?
Está promoviendo criminalizar al médico porque no habrá nada que un médico pueda hacer para no ser víctima de este artilugio que lo hace responsable de todo. Al rato van a querer hacer responsable del VIH al médico que lo diagnóstica. O sea, que será culpa de uno que la gente se enferme. Y no va por ahí. ¿Se da cuenta de lo estúpido que es esto? Porque si no estamos metidos en un lío tremendo como país. El problema no es que tengamos malos médicos el problema es que tenemos senadoras estúpidas.
Recientemente se desfalco el sistema de salud de Tabasco (se robaron todo), lo sé muy bien porque nos pensaban mandar de esquiroles cuando sucedió la huelga. ¿Usted o alguien de su partido político ha exigido que se rindan cuentas? ¿Ha llevado a la justicia a aquellos que atentaron contra la salud de una población entera? ¿No verdad?
Me pregunto de donde le surge esta idea tan idiota senadora. De verdad contésteme: ¿Existe algo de humanidad en su iniciativa? ¿Le ve algo de sentido común a lo que está proponiendo? ¿Obedece la intención de resolver algo de todos los problemas que aquejan el sistema de salud?
Ahora contésteme esto:
¿Por qué no promueve que tengamos un mejor salario? Para que no tengamos que tener tres trabajos para vivir más o menos decentemente y dedicarnos tiempo completo a una institución y no estar cansados, de eso se queja mucho la gente ¿no?
¿Por qué no promueve que se mejore el sistema de formación de médicos especialistas? ¿Con mejor acceso a la información médica? ¿Con mejor salario? ¿Con condiciones laborales adecuadas? Con acceso a los instrumentos necesarios para la formación de un especialista como lo es equipo quirúrgico, equipo de laboratorio, etcétera.
¿Por qué no participa usted activamente en la mejora del sistema de educación pública? ¿De educar mejor a la gente en lo que a salud se refiere? Para que sepan cómo prevenir enfermedades, cuando acudir al médico, cosas tan sencillas como la importancia del control prenatal, y sobretodo que la población tenga la mínima educación como para poder entender y seguir las recomendaciones de un médico.
¿Por qué no promueve mejorar el salario mínimo a todos los niveles? Para que la gente pueda costear su acceso a servicios de salud y que precisamente por qué nadie gana lo suficiente se satura el sector publico generando todos los problemas que hemos visto los cuales se han agravado últimamente.
¿Por qué no se aseguran de que el dinero destinado a salud sea gastado en la salud? y no sucedan casos como el de Tabasco.
¿Por qué no participa activamente en la mejora del ingreso neto en las familias, para que tengan una mejor alimentación, mejor educación, mejor vivienda? siendo que todas estas cosas son factores determinantes para tener una buena salud
¿Por qué no participa activamente en modificar no solo la ley sino la perspectiva que se tiene (secundaria a la mala educación) para tener acceso a métodos de planificación familiar?, lo cual evitaría que se presentara muchas complicaciones del embarazo.
Y lo más importante:
¿Por qué si no hace nada de esto pretende esconderse atrás de mi bata pretendiendo que cualquier medico sea culpable de su ineficacia e ineficiencia como funcionario público?
Ya si nada de esto le entra senadora, quiero dejarle algo muy claro, con todo y las deficiencias que tiene el sistema de salud, el médico tiene más contacto con la población general de lo que usted cree. Aun hacemos bien muchas cosas. Y nada nos costara hablar con cada paciente acerca de usted y de su mala disposición de ayudar a la gente. ¿Cuantos votos le gustaría que le podría costar a su partido echarse en contra al gremio médico? Yo soy panista señora, pero esto que hacen no me parece nada y no estoy casado con su partido, puedo votar y promover que se vote por quien sea.
Revise los números, seguro ni siquiera sabe a cuanta gente atendemos.
Ya tiene mi correo. Me gustaría que me aceptara un café para hacerle una entrevista y tratar de ayudarla a resolver los problemas que de verdad aquejan y lastiman a nuestra sociedad.
Trataré de hacer llegar copia de este mensaje a sus compañeros que también promueven esta iniciativa de ley.
Francisco José María Moreno Delgado
Calzada de las Águilas 398
Colonia las Águilas, Delegación Álvaro Obregón
Ciudad de México. C. P. 01759
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Columna de Mezquite
Un Misil Cargado de Perversidad
Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante
Aguascalientes, Ags, 19 de julio 2014. (aguzados.com).- Todo acto de terrorismo es siempre reivindicado por quien lo realiza, pues la finalidad de ello es el efecto propagandístico de una causa. No debemos confundir terrorismo con un mero acto criminal que más bien apunta a la perversidad de los opositores de aquellos a quienes se quiere culpar.
El caso del vuelo MH17 de Malasya Airlines, derribado por un misil sobre un territorio en guerra civil, es un acto de perversidad, de intenciones soterradas y de manos ocultas. Si hubiera sido realizado como acto de terrorismo, no habría duda de que ya hubiera sido reivindicado por sus autores; sin embargo, eso no ha acontecido.
La lógica no hace sino apuntar a que el hecho no fue un acto terrorista sino que fue un perverso crimen deliberadamente ejecutado, por una o por otra razón, razón que no encuentra cabida lógica en un plan acción de los rusos ucranianos.
Nada ganarían los separatistas rusos con el derribo de dicho avión, más que el repudio internacional generalizado. Tampoco puede ser un error de los propios secesionistas habitantes de la república de Doniestk, error que fuera por confundir el avión comercial con un transporte militar ucraniano. Un avión, a 10 mil 600 metros de altura, volando a 900 kilómetros por hora, a 20 kilómetros de la frontera rusa y precisamente en dirección hacia territorio ruso, no podía ser un transporte militar ucraniano; si fuera un transporte militar que llevara tropas o pertrechos a Doniestk, no iría a esa altura ni a esa velocidad en esa posición ni en esa dirección. Por lo tanto, este error es también es descartable.
Los rusos tampoco ganarían nada con el derribo de dicho vuelo comercial ni con apoyar militarmente a los ruso-ucranianos para el derribo de la aeronave.
Luego entonces, la línea de reflexión debe apuntar hacia quienes hoy apresurada e insistentemente buscan culpar a los rusos de Ucrania y a Rusia misma.
El misil pudo haber sido disparado por los ucranianos, o por los ucranianos en acuerdo con otras potencias, con el propósito de derribar el avión en que viajaba Putin regresando de América Latina, avión presidencial que confluyó en trayectoria con el vuelo de Malasia Airlines poco antes, en el espacio aéreo polaco; sobre esto, baste ver la similitud del avión malayo y el presidencial de Putin, que son casi idénticos hasta en colores y por lo tanto confundibles inclusive visualmente (la altura justificaría el error visual aún con uso de miras telescópicas). En caso de que Putin hubiera sido el blanco pretendido y a la postre confundido con el vuelo comercial procedente de Ámsterdam cuyos casi trescientos ocupantes fueron a fin de cuentas las víctimas, de todos modos el acto sería una acción intencionalmente criminal, desde luego con propósitos trascendentalmente de poder, con proyecciones geopolíticas; un fallido magnicidio.
No es de extrañar la posibilidad del propósito de asesinar a Putin, es decir, no es descartable la opción de una intención de magnicidio. Cuántas veces se ha visto la mano criminal en magnicidios a lo largo de toda la historia, en todos los rumbos del planeta y por los motivos más variados; por lo tanto, eso no es de extrañar.
Esta posibilidad tiene el mismo peso, las mismas posibilidades, que la intención de haber sido realizado el acto perversamente por manos ocultas que dispararon el misil, para matar inocentes de todas las nacionalidades, con la intención de culpar a los enemigos y hacerlos objetos del repudio internacional. Los intereses económicos y de poder de los imperios y de las alianzas de imperios, no conocen límites para sus acciones.
Estas reflexiones las podemos concluir apuntando la idea de que ninguna investigación logrará esclarecer la verdad en este asunto, pues de suyo todo el entramado del acontecimiento será manipulado de mil maneras para ocultar la verdad. Además, pretender que de una investigación internacional el resultado apuntara hacia occidente -si es que ello fuera la verdad-, es una opción francamente impensable, ingenua.
Esta matanza en el aire alcanzó a un administrador del deporte, amigo de una estimada amiga mía holandesa, así como enlutó a cientos de familias en Holanda y en muchos países del mundo. Casi tres centenas de vidas fueron extinguidas instantáneamente en el aire, y con ello se acabaron proyectos de vida, cúmulos de realizaciones y de experiencia, de capacidades y de potencialidades, en fin, de riqueza humana, extinción debida a la pobreza misma del hombre, a su perversidad, cargada en la ojiva de un misil.
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- Categoría: opinion
Columna de Mezquite
Las Ciclovías, una Política de Estado
(Quinta y Última Parte)
Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante
Durante los últimos años he hecho varios viajes para visitar Holanda y permanecer allá durante varias semanas cada vez y así he podido conocer, experimentar y aprender a fondo del sistema de ciclovías holandesas y de la cultura de la bicicleta tan profundamente arraigada en el país de los quesos y tulipanes.
En Holanda hay dieciocho millones de bicicletas para dieciséis millones de habitantes; nueve de cada diez desplazamientos al trabajo, a las compras o de visita se hacen en bici y es el medio de transporte más importante para ir a la escuela: el cuarenta por ciento de los niños de primaria van en bici y el setenta y cinco por ciento de los de secundaria y prepa. Imagínese el beneficio en salud, economía, practicidad, medio ambiente y hasta como parte de la cultura del esfuerzo (pero no crea que cuesta mucho trabajo pedalear en Holanda; es un placer).
¿Qué es lo más evidente de la cultura de la bicicleta en Holanda?
a) La infraestructura de las vías mismas, que va a todos lados y que propicia seguridad;
b) el respeto que se da por parte tanto de los ciclistas como de los conductores de otros vehículos y también de los peatones a las reglas de vialidad y
c) ¡no hay gordos! Créame, en Holanda no se ve gente gorda y lo común, diariamente a todas horas, en todos lados es ver desde niños hasta viejitos y viejitas con más de ochenta años de todos los estratos de edad por igual andando en la bici en sus actividades diarias. Chavos, chavas, chavitos, ejecutivos, viejitas, elegantes funcionarias, señoras, empleados, parejas, todos van en bici a todos lados.
Nosotros en Aguascalientes carecemos de un sistema de ciclovías, por la falta de visión de nuestros gobernantes.
Nuestros políticos cometen graves errores por los que no se deciden a dotar a la ciudad de una red de ciclovías: ellos consideran que la bicicleta es un instrumento sólo de recreación o deportivo o de transporte de pobres o de desadaptados sociales; a esto respondemos que la bicicleta no es un instrumento de tortura inevitable por causa de la pobreza, ni es privativo del ejercicio de deportistas consumados, ni es muestra de desadaptación social sino de una visión para una mejor adaptación de la sociedad.
Debe hacerse de lado la idea -otro gran error de nuestros políticos- de considerar que los usuarios de una red de ciclovías, serían nada más quienes actualmente, por una u otra razón, usan la bicicleta, especialmente como medio de trasporte, error al que respondemos que todo mundo andaría en bici, si hubiera seguridad. Otro error de nuestros políticos es también el pretender confinar las ciclovías a los camellones, bajo el criterio de hacerlas “ahí donde quepan”, a lo que respondemos que las ciclovías deben ir sobre los lados de las vialidades, no al centro y desde luego sobre todas las vialidades; en los camellones no cumplen con su función de ser vías que faciliten el acceso de las personas a todo lo que existe en los lados de las calles.
Como otro de los graves errores señalaremos el consistente en pretender planear ciclovías bajo el criterio de “origen-destino”; a esto respondemos que debe desaparecer ese criterio y planearse la red bajo el criterio de “todo es origen; todo es destino”.
Otro error de los políticos es pensar en construir en Aguascalientes un conjunto de pedazos de ciclovías como parte de un proyecto cuyo único fin fuera la renta de bicis; a esto respondemos que un proyecto de renta no funcionaría para los aguascalentenses. También sobre los errores fundamentales diremos que no se puede conferir la dirección del proyecto a quien no es ciclista y de que el proyecto no debe ser diseñado por forasteros ni extranjeros. Y por último, señalaremos el más grave error de todos, que es el que los políticos hablan de ciclovías sin saber lo que en realidad implica el tema de ciclovías.
Por ellos, por los políticos, Aguascalientes no tiene una red de ciclovías, que de existir tendría muchos efectos grandes, positivos y trascendentes.
Los efectos positivos de un sistema de ciclovías no son nada más para quienes ande o quieran andar en bici. Son para toda la comunidad, tanto en lo social y cultural, en lo económico, en lo ambiental y en lo vial.
La bicicleta acerca al usuario a su destino. La bicicleta es un vehículo útil y no superfluo; su utilidad está en función de uso pero su uso depende de la seguridad y facilidad. Las ciclovías son viables como infraestructura vial para transportarse a la escuela (de secundaria, para arriba), al trabajo (comercio, servicios, industria), de compras, a las oficinas públicas, a los centros deportivos y lugares de cultura y esparcimiento, a la iglesia y a todos lados.
Entre los efectos de una red de ciclovías que brinde seguridad y facilidad está en primer lugar la salud; el uso constante, poco o mucho, incuestionablemente beneficia a la salud y hasta mejora la autoestima por aquello de que mejora la figura. Créame el lector en esto que insisto: en Holanda no hay gordos… ¡ni gordas!
Los efectos económicos son muchos y no sólo para los ciclistas. Se ahorra en todos los gastos que implica el uso de un vehículo, empezando por la gasolina o el precio del transporte público. Ahora bien, véase el lado del comercio y los servicios: la posibilidad de más accesos a los establecimientos de comercio y de servicios, de manera más práctica, fácil y barata y hasta más rápida, aumenta de inmediato y ello en gran medida, su volumen de ventas. Mire Usted: en algunos lugares de Holanda las ventas del comercio significan un 56 por ciento a ciclistas, un 10 a peatones, un 14 a usuarios de transporte público y un 25 a compradores que llegan en automóvil. Esto se debe a la facilidad y practicidad del acceso en bicicleta… gracias a la seguridad que brindan las ciclovías para desplazarse por ellas y a la existencia de espacios para estacionarlas.
Por cierto, sobre el diseño de la remodelación de la Plaza de la Patria en Aguascalientes pregunto a los gobernantes: ¿Se consideró el establecimiento de espacios e infraestructura para estacionamiento de bicicletas? Les recuerdo que eso es una obligación legal.
En lo ambiental los efectos positivos son trascendentes. Sin embargo este tema no es muy convincente o atractivo para nosotros los mexicanos con el fin de decidir la realización de un sistema de ciclovías, pues somos dados a que no nos importen los asuntos de interés general o lo que no nos impacte de manera directa, sensible e inmediata. Hay muy poca conciencia en este tema, pero los efectos positivos de una red de ciclovías pueden hacer que la conciencia de pocos beneficie a todos los partidarios de la inconciencia.
La vialidad, es decir, la circulación por la ciudad se vería notoriamente mejorada, facilitada y agilizada, para el bien de todos y ello con efectos positivos hacia múltiples aspectos de la vida de la ciudad.
Andar en bici en la ciudad no es cosa de titanes. Para efectos ilustrativos señalaremos que la distancia desde la Plaza de la Patria a cualquier punto del Primer Anillo es una mínima de 1.7 kilómetros y una máxima de 2.7 kms; es decir, un viaje de ida y vuelta del Primer Anillo al centro de la ciudad representa un mínimo de 3.4 y un máximo de 5.4 kms. Esas distancias son suficientemente pedaleables para cualquier persona. Los tiempos: en esa distancia, a paso verdaderamente tranquilo, sin ninguna pretensión de ir como en carreras ni mucho menos, el tiempo que haría un habitante promedio sería de 12 a 13 minutos. Del Segundo Anillo (Clínica 10) a la Ciclovía de Gómez Morin, siguiendo una dirección transversal hacia el nororiente, sin transitar por los anillos, son 6 kms y se recorren tranquilamente en 23 minutos aproximadamente. Más rápido que en automóvil o en transporte público; más práctico, más eficiente, todo esto en vista a la vialidad.
Podríamos abundar en los efectos positivos de un sistema integral de ciclovías, pero no acabaríamos. Sin embargo, sí queremos insistir en que es el proyecto de transformación social más importante que se puede realizar en Aguascalientes y si a los gobernantes les preocupa el costo, les diremos que con imaginación se puede recuperar parte de la inversión o generarse recursos para el mantenimiento de la red, pero de por sí, la utilidad pública, el beneficio social de una red de ciclovías vale mucho más que su precio en dinero y su costo político.
El uso de la bicicleta no se fomenta con paseítos ridículos de los políticos, para tomarse la foto. Eso es demagogia y populismo. Y además es estúpido, pues es equivalente a querer que la gente practique el deporte de los clavados… aventándose a una alberca sin agua. Sin ciclovías, sin seguridad, no hay fomento que valga. Las ciclovías son el fomento mismo. Son el camino a la transformación.
El año pasado (2013), durante los meses de mayo a septiembre (el tiempo de calor en nuestra ciudad), me di a la tarea de recorrer la ciudad (en bicicleta, desde luego) con el único fin de ver las calles y avenidas con ojos de planeación de la red de ciclovías. Recorrí más de mil kilómetros (más de mil, leyó usted bien) y tracé un plano de lo que puede ser la red inicial por toda la ciudad, el cual como características principales y esenciales tiene la visión de seguridad, la mínimamente necesaria realización de obras materiales, el menor costo posible y la viabilidad que ofrecen nuestras vialidades. En ese plano hay ciclovías de carriles exclusivos, especiales y hay vías de “circulación segura”; totalmente se evitan los tres anillos, pues en éstos, sin importantes obras de adaptación, no son viables. En esa red se podría transitar en la ciudad de norte a sur, de oriente a poniente y de la periferia al centro (y desde luego en sentido opuesto) en condiciones de seguridad vial.
Yo transito actualmente por las vialidades de ese plano, aún sin ciclovías, y en mucho por las vialidades que he denominado como de “circulación segura”, que son calles de baja afluencia de vehículos. Y créame el lector, que lo disfruto a pesar de que aún en las vías de baja circulación hay que irse cuidando de la incivilidad vial que vive entre nosotros, pero este andar en la bici me ha convencido que con ciclovías, Aguascalientes se transformaría en lo social, en lo cultural, en lo cívico, así como económica, vial y ambientalmente.
Ese plano, que incluye además de la red, el tipo de cada ciclovía en cada avenida, calle o tramo, su ubicación en la respectiva vialidad, los croquis de las principales intersecciones, la relación de obras necesarias de adaptación y la ubicación de los “puntos de referencia”, se lo entrego, se lo regalo al gobierno el día que tengan aprobados los fondos para la construcción integral de una red ciclovías que comprenda al menos 100 kilómetros.
¿Ciclovías, por qué una política de estado?
Realizar un proyecto de ciclovías en Aguascalientes es digno de un estadista; es generar desarrollo social y económico y es convertir a Aguascalientes en un modelo nacional de cultura cívica y de transformación social.
Para hacer de Aguascalientes la ciudad ciclista que puede ser se requiere visión y convicción, iniciativa además de inventiva y voluntad más que dinero.
El procedimiento para la realización de un sistema de ciclovías empieza en la convocatoria social para el consenso, sigue por la consulta o encuesta particular a los habitantes de la ciudad, el plano rector, la determinación del esquema financiero (recursos públicos de los diferentes ámbitos de gobierno, financiamiento internacional, participación institucional y cooperación de particulares) y la creación del marco jurídico regulador y la construcción. Un proyecto de ciclovías no termina con la foto de la inauguración.
Invito a los funcionarios municipales y estatales a que recorramos la ciudad una semana en bicicleta, de un lunes a un sábado. Haríamos recorridos como los que la gente haría en ciclovías… pero sin ciclovías. No se rajen. Haríamos recorridos en la mañana, a medio día y en la noche; no se asusten, no serían largos. Cortitos, entre quince y veinte kilómetros diarios, repartidos en tres momentos del día. Con ello ¿qué pretendo? Convencerlos de la conveniencia y practicidad del uso de la bicicleta, pero al mismo tiempo, de la necesidad y conveniencia de una red ciclovías e infraestructura. ¿Le entran? ¿Con seriedad? ¿Quién se apunta?
No obstante lo anterior, no abrigo ninguna esperanza de que nuestros gobernantes entiendan y emprendan pronto un proyecto de esta magnitud, de esta trascendencia en cuanto proyecto de transformación y beneficio social. No se le pueden pedir peras al olmo. Pero como ciudadanos podemos empujar para que éste sea un proyecto social que consensado que se convierta en mandato, que sea una acción obligada de gobierno. De otra manera, este proyecto de transformación social no será realidad y Aguascalientes seguirá como hasta ahora, sólo con más de lo mismo. Las ciclovías son un camino hacia la dimensión de estadista.
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