- José Carlos Ortega Sandoval
Aguascalientes, Ags., 29 de diciembre de 2014.- (aguzados.com).- Sin duda este 2014 fue un año de acontecimientos importantes para nuestro país en los temas político, económico y social, año de retos pero también donde el Congreso de la Unión y la Cámara de Senadores culminaron las reformas estructurales. Año donde la libertad de expresión de los mexicanos se mostró, algunos mediante la crítica, otros en la manifestación, y unos pocos en la propuesta.
En diferentes escritos de un servidor durante este año, además de enfatizar el análisis para incrementar el conocimiento y la participación política, también la importancia de fomentar la conciencia de la responsabilidad social en cado uno de los ciudadanos para generar las condiciones reales de una política de acuerdo a la soberanía nacional y para realizar las transformaciones necesarias para mejorar las condiciones de desarrollo social que tanto necesitamos.
Para defender nuestros derechos es preciso conocer la problemática más a fondo además del marco legal, respetar las formas jurídicas y, desde luego, convocar a la participación mediante la sociedad civil o en los espacios de partido.
La movilización debe representar la libre manifestación de las ideas pero también los derechos de terceros. Una política construida mediante la manifestación difícilmente tendrá transcendencia para la democracia, lo es más bien mediante las instituciones que además de brindar su espacio para la formación también para participar y generar los liderazgos representativos en las candidaturas en los tiempos de campañas electorales.
La ciudadanía critica la política de México; sin embargo, no se preocupa en participar en los asuntos de interés social, se moviliza más cuando ve afectados su persona e intereses. No se informa por lo que su crítica muchas veces carece de conocimiento y en ocasiones, de fundamento legal.
Para construir las bases de una democracia sólida además de votar en las campañas (hemos renunciado muchas veces incluso a este derecho y obligación incrementando el abstencionismo) debemos informarnos en los medios de comunicación y coordinar esfuerzos por encima de la grilla en redes sociales o en las calles.
Sigo insistiendo en la educación como motor de desarrollo social pero esta no se limita a la escuela ni universidades sino a contar con ciudadanos informados y realmente críticos. Este modelo de persona exigirá el respeto a la ley y desde luego, a las instituciones tanto a la sociedad como a los liderazgos existentes además de convocar a la unidad de esfuerzos comunes. Solo mediante la organización podremos dar solución a cada uno de los problemas que más nos afectan a los mexicanos.
El próximo año es de suma importancia por la renovación del Congreso de la Unión así como algunas gubernaturas y congresos locales a nivel nacional; sin embargo, lo que debería preocuparnos más, es que nuestra participación tenga transcendencia para cambiar la política de nuestro país.
El 2015 no debe ser un año más de campañas electorales, si realmente la sociedad está inconforme, debe generar las condiciones para transformar la política de este país.
Los partidos ya están amarrando sus estrategias políticas incluyendo coordinación de liderazgos para las candidaturas, movilización territorial y como captar el voto ciudadano. ¿Qué hará la ciudadanía al respecto? ¿Cuál será su postura ante los candidatos y propuestas de los partidos? ¿Realmente tiene una opinión fundamentada?
La mercadotecnia, los partidos, los candidatos y el Instituto Nacional Electoral (INE) harán su labor pero el resultado final debe ser reflejo de la decisión ciudadana. La tendencia natural es que mediante las condiciones electorales algunos partidos pierdan su registro pero un cambio verdadero seria que la política fuera más representativa de la sociedad, cosa que solo podremos lograr mediante la participación.
El sistema político mexicano está construido para garantizar que la participación electoral de ciudadanos no implique incidencia política alguna. Si queremos restituir al estado mexicano, debemos empezar por reformar la relación entre ciudadanos y gobernantes; es decir, por constituir mecanismos de representación y rendición de cuentas efectivos.
Hacer también que mediante la participación política de la ciudadanía en los espacios de partidos sea más significativa y transcendente para que los candidatos sean más representativos de la sociedad.
Los invito a informarse sobre los documentos básicos de algunos o todos los partidos que participarán en las campañas electorales, a participar en los espacios según el partido que identifique su ideología con su pensamiento y que su propuesta contribuya a disminuir los problemas de nuestro país y de nuestro estado.
A mejorar su criterio mediante el conocimiento que pueda adquirir en dicha formación y compartirla con su círculo más cercano amigos, familiares, compañeros para incitar a la participación ciudadana en mayor medida.
El segundo informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto mandó el mensaje sobre un futuro promisorio para México basado en las reformas aprobadas. Desde su perspectiva la capacidad transformadora de los cambios institucionales abre la posibilidad de que el país alcance un nivel de desarrollo superior al exhibido en los últimos treinta años.
En su mensaje delineó que el siguiente paso es implementar políticas públicas que construyan el andamiaje necesario para que los beneficios de las reformas lleguen a todos los hogares y empresas del país.
La política debe ser un instrumento de búsqueda de los compromisos que privilegien a la nación por encima de intereses particulares, mediante un dialogo donde se destaque la palabra para el intercambio de ideas y el logro de acuerdos entre las diferentes facciones políticas así como la integración de los sectores sociales.
La formación de las nuevas generaciones es importante para lograr estos objetivos y donde la educación de las escuelas y universidades enfrenta el desafío de contribuir a la transformación política mediante un cambio en la cultura social de nuestros jóvenes.
El desafío es transformar una realidad adversa que afecta la vida de 65 millones de mexicanos en pobreza por ingreso y de más de tres millones de pequeños negocios que adolecen de baja productividad además de una limitada esperanza de vida.
De igual forma se debe solucionar el problema del bajo crecimiento económico y la inequidad. Se requiere de plantear el inicio de una nueva etapa en la vida económica y social de México una forma importante puede ser la política por las decisiones que se toman en los gobiernos y, mediante la participación y representación social, lograr políticas públicas que mejoren la calidad de vida de los mexicanos.
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