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Felipe Sánchez
Saltillo, Coah, 24 de marzo 2016.- (aguzados.com).- El Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) desarrolla un proyecto para producir biocombustible a partir de aceite de semillas de la planta Ricinus communis —conocida como higuerilla—, mediante técnicas que involucran el uso de señales de ultrasonido y microondas.
Este proyecto fue financiado por el Fondo Sectorial de Innovación Secretaría de Economía‐Conacyt (Finnova), titulado "Aprovechamiento integral de la higuerilla (Ricinus communis) para la producción de biocombustibles mediante tecnologías innovadoras", desarrollado por el doctor Rubén López Cervantes, responsable técnico e investigador del Departamento de Suelos de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN). El trabajo desarrollado por el grupo de trabajo de la UAAAN, relacionado con las pruebas en campo, fue encaminado a evaluar diferentes tratamientos de las plantas para promover una mayor síntesis de aceite en las semillas.
El doctor Leopoldo Javier Ríos González, responsable técnico por parte de la Universidad Autónoma de Coahuila, mencionó que utilizando las semillas con alto contenido de aceite obtenidas por el grupo de trabajo de la UAAAN, su trabajo se enfocó en el desarrollo de una tecnología de extracción de aceite asistido por ultrasonido y el proceso de síntesis de biodiesel mediante el uso de microondas.
Semillas de higuerilla
Respecto a las razones para utilizar esta planta, el doctor Ríos González explicó que la higuerilla es una planta que hoy en día podemos encontrar de forma silvestre, “es un arbusto que puede llegar a crecer hasta diez metros de altura con capacidad de crecer en una gran variedad de tipos de ambiente en tierras marginales, lo que constituye sin duda una ventaja económica y ambiental adicional. Además, debido a la presencia de la toxina ricina, no es utilizada para alimentación, por lo tanto su uso no pone en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria del país”.
El proceso en general está conformado por tres etapas principales: la extracción de aceite es la primera, la cual consistió en el desarrollo de un nuevo proceso de extracción con solventes y la asistencia del ultrasonido; en la segunda etapa, producción de biodiesel, los triglicéridos contenidos en el aceite son convertidos a biodiesel y glicerina mediante una reacción de transesterificación con metanol y la asistencia del calentamiento con microondas; y la tercera etapa es la purificación, donde el biodiesel obtenido es refinado para su uso eficiente en motores de combustión interna.
Actualmente, el proyecto continúa en desarrollo, mediante el aprovechamiento de los subproductos del proceso. Uno de ellos es la evaluación de la producción de bioetanol a partir de la biomasa generada de la poda de la planta; además de la búsqueda de financiamiento de la iniciativa pública o privada para llevar estos desarrollos tecnológicos a escala industrial.
"Se desea buscar el interés de la iniciativa privada para invertir en este tipo de proyectos para la creación de empleo, desarrollo de la economía rural, ampliación de las infraestructuras sociales en zonas rurales, mejora de la seguridad energética, conservación de los recursos petrolíferos, mejor gestión del agua, expansión de la agricultura a tierras más secas con cultivos energéticos resistentes y mejora del medio ambiente local y global", indicó Ríos González sobre el potencial del proyecto.
Contacto
Si desea mayor información, puede contactar al doctor Leopoldo Javier Ríos González a través de los teléfonos del Departamento de Biotecnología de la FCQ de la Uadec 01 (844) 416 9213 y 415 5752; a su correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o mediante la página web www.quimicas.uadec.mx También puede establecer contacto con el doctor Rubén López Cervantes del Departamento de Suelos de la UAAAN a los teléfonos 01 (844) 411 03 72, ext. 2372 y 411 03 73, ext. 2373.
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- Datos revelados en el más reciente estudio de la OCDE
Verenise Sánchez
Ciudad de México, 23 de marzo 2016.- (aguzados.com).- De acuerdo con el más reciente estudio Ciencia, Tecnología e Industria Marcador 2015, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se ubica entre los 10 países con más graduados de posgrados en el ámbito de ciencias en ingeniería.
En el apartado Investing in knowledge, talent and skills está el subapartado denominado Ciencias e Ingeniería, en el que se aborda el tema de la educación y los graduados de maestrías, doctorados y posdoctorados, y justo en este rubro México aparece en el peldaño número ocho.
Esto significa que México está por encima de España, Japón, Rusia e Irlanda, entre otras, y solo es superado por naciones que están marcando tendencia como Corea, Alemania, Suecia, Finlandia, Francia y Grecia.
El hecho de que México se ubique en el top ten de los países con más graduados de posgrado en estos rubros, representa que avanza por el camino correcto rumbo al desarrollo científico, tecnológico y de innovación.
Áreas del conocimiento con más graduados
La ciencia, la tecnología y la innovación no se hacen solas, son hechas por personas que tienen los conocimientos y las capacidades suficientes, manifestó recientemente la maestra María Dolores Sánchez Soler, directora adjunta de Posgrados y Becas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En este sentido, el Conacyt y las becas que otorga han jugado un papel fundamental. De acuerdo con el informe Crecimiento en nuevas becas de posgrado: 1971 a junio 2015, realizado por la Dirección Adjunta de Posgrados y Becas (Dapyb), en 45 años el Conacyt ha otorgado 328 mil becas, de las cuales 268 mil 112 han sido nacionales y 60 mil 64, al extranjero.
En 2015 el Conacyt otorgó 61 mil 572 becas, lo cual es una cifra sin precedentes, así lo señala el Informe de Actividades Enero-Diciembre 2015 de la Dapyb.
Y es que la instancia ha tenido una constante preocupación por la formación de recursos humanos altamente capacitados. Hace un par de meses, el director del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, expresó que “somos un país que debe de tener más estudiantes de posgrado... De nada sirve tener más recursos económicos si no tenemos más investigadores, que son quienes generan conocimiento y desarrollan tanto la tecnología como la innovación”.
Este incremento en el número de becas otorgadas se ve traducido en el desarrollo científico, tecnológico y de innovación del país: tan solo 83 por ciento de los científicos que en 2015 ingresó al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y 93 por ciento de los profesores de Cátedras Conacyt, en algún momento fueron becarios Conacyt, indicó Sánchez Soler.
Es importante resaltar que además de la categoría de graduados, México también destacó en el ámbito de publicaciones científicas, sobre todo en aquellas cuyo autor principal es una mujer. En este apartado México se ubicó en el lugar 18, superando países como España, Brasil y Francia.
De acuerdo con datos revelados por este estudio, señalan que el liderazgo de las mujeres se centra principalmente en publicaciones de ciencias sociales, especialmente en las artes y las humanidades (ligeramente superior a 30 por ciento de los autores correspondientes). Mientras que en publicaciones relacionadas con física, ciencia de los materiales e ingenierías químicas tienen menos representación, ya que menos de 15 por ciento de las publicaciones son lideradas por investigadoras.
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Mercedes López
Ciudad de México, 17 de marzo 2016.- (aguzados.com).- Con el objetivo de seleccionar al representante del mejor proyecto de investigación científica sobre manejo sustentable del agua, realizado de forma individual o en grupo en México, diversas instituciones coordinadas por la Embajada de Suecia y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) organizan el Premio Nacional Juvenil del Agua 2016.
Cada año durante la Semana del Agua —este año del 28 de agosto al 2 de septiembre— en Estocolmo, Suecia, el Stockholm International Water Institute organiza el concurso dirigido a los jóvenes de distintos países.
La convocatoria tiene como finalidad fomentar en los jóvenes la conciencia y el conocimiento sobre el valor y la situación del recurso agua, así como estimular en los jóvenes el interés por la investigación para conservar el recurso. Además de promover la generación de futuros líderes del sector con un amplio conocimiento del tema y el trabajo en equipo y el empleo de diversas disciplinas para desarrollar proyectos factibles y con alta calidad técnica.
Podrán participar estudiantes de cualquier estado de la República de 15 a 20 años de edad (al 31 de mayo de 2016) y que cursen en México secundaria, bachillerato o equivalente. Ningún participante deberá estar cursando estudios de licenciatura. Podrá ser individual o por equipo con un máximo de tres integrantes. Es indispensable el manejo del idioma inglés para presentar su trabajo en el certamen internacional en caso de resultar ganadores.
El tipo de proyectos que podrán presentar es de temas que busquen mejorar la calidad de vida por medio de la mejora en el manejo del recurso en cantidad o calidad; solución de problemas a nivel local, regional o internacional; de tecnología, ciencias naturales, exactas, sociales, económicas o humanísticas.
Los proyectos deben ser desarrollados empleando el método científico, contener metodología clara y resultados comprobables. Además deben tomar en cuenta los siguientes puntos:
a) Contener: objetivo, descripción, metodología, resultados y análisis de los mismos, conclusiones, bibliografía y un resumen de 20 renglones.
b) Extensión máxima de 15 páginas (un solo lado, Times New Roman o Arial 12 puntos y a doble espacio), incluyendo ilustraciones, gráficas, dibujos o fotografías. Las ilustraciones no deben ocupar más de cinco páginas del total. Se pueden incluir anexos.
c) Opcional. En caso de tener grabaciones del desarrollo del proyecto, enviar un video de tres minutos máximo. También se aceptan fotos del prototipo a escala y material didáctico de apoyo incluidos en un anexo del trabajo.
Los finalistas que determine el jurado serán entrevistados en inglés y deberán exponer su trabajo en ese idioma, para designar al ganador.
El ganador (individual o por equipo) del primer lugar deberá presentar el texto de su proyecto en inglés, así como elaborar un cartel de 96 x 200 centímetros en inglés y programar un periodo de entrenamiento con el jurado, previo al certamen internacional.
El registro de los concursantes, así como el envío de los trabajos, se realizará vía electrónica a través la página de laAcademia Mexicana de Ciencias(Registro) siguiendo el procedimiento ahí indicado.
Para mayores informes o dudas sobre las bases de la convocatoria, comunícate a la AMC a los teléfonos 5849 4905 y 5849 5109; o manda un correo electrónico a:Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Checa las bases completas de la convocatoriaaquí.
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Nistela Villaseñor
Ciudad de México, 17 de marzo 2016.- (aguzados.com).- La comunicación nerviosa es la capacidad que tienen las unidades funcionales del cerebro —neuronas o células nerviosas— de conectarse unas con otras y enviar información a través de circuitos, gracias a lo cual el ser humano percibe el mundo y puede dar respuestas coherentes, así como mantener el equilibrio interno del cuerpo frente a cambios externos mediante un mecanismo homeostático.
Francisco Fernández de Miguel, doctor en ciencias por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), investigador titular C en el Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desde 1992 y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), habló en entrevista de la importancia de la comunicación en células nerviosas.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo ocurre la comunicación celular?
Francisco Fernández de Miguel (FFM): Todos hemos oído hablar de las hormonas, sobre todo en la adolescencia, esto se refiere a que hay células que liberan sustancias a la sangre y estas afectan tejidos en distintas partes del cuerpo. Nuestro sistema nervioso tiene un sistema parecido a esto, en el que las sustancias son liberadas al espacio que está entre las células y bañan todo el sistema nervioso, generando un caldo, dependiendo del cual las neuronas pueden responder de distintas maneras.
Además, tenemos comunicación directa entre células: las uniones directas existen en todas las células de nuestro organismo prácticamente, excepto en las células sanguíneas y espermatozoides maduros. Las células se unen y tienen comunicación a través de poros que permiten el intercambio de actividad eléctrica o de algunas moléculas pequeñas, un intercambio metabólico. Eso también existe en el sistema nervioso.
Las conexiones directas se llaman sinapsis desde hace más de 100 años, que quiere decir conexión en griego; estas conexiones, en este caso, se llaman eléctricas porque las neuronas generan impulsos eléctricos que al llegar a las terminales pasan de una célula a otra directamente a través de poros.
Ese tipo de conexiones es muy útil para dos fines fundamentales: el primero es dar respuestas muy rápidas, por ejemplo, la huida de algunos animales requiere milésimas de segundo de reacción, se vuelve muy rápida cuando la corriente pasa directamente de una célula a otra y eso puede ser la diferencia entre la sobrevivencia y la muerte del animal ante un depredador; la otra función, que está bien caracterizada para las comunicaciones eléctricas, es la sincronía, que favorece la sincronía entre grupos de neuronas y hace que trabajen en conjunto. En lugar de que cada neurona genere impulsos por su cuenta, las uniones eléctricas, al permitir el flujo de información, permiten que la red favorezca la generación sincrónica de impulsos.
AIC: ¿Cuál es la función de las sinapsis químicas?
FFM: En las neuronas, las sinapsis químicas y las sinapsis eléctricas tienen papeles complementarios para integrar la información y lograr las respuestas coherentes del sistema.
Las sinapsis químicas son muy comunes y son una especialización que se ha logrado en el sistema nervioso a partir de la liberación de sustancias que ocurre, por ejemplo, en las células glandulares, existe en animales muy simples o incluso en organismos unicelulares. En el sistema nervioso se ha sofisticado y constituido un proceso en el cual las terminaciones de las células son proyecciones que tienen terminaciones muy finas —alrededor de una micra—, se tocan con otras pero no establecen una comunicación directa sino que hay un espacio en medio, y la llegada del impulso a la terminal produce la liberación local de pulsos de sustancias químicas que son reconocidas por la otra célula y generan con ello una respuesta.
En este caso, la comunicación química permite modulación y cambiar de signo: lo que puede ser excitación en una terminal, que induce la liberación del transmisor, se puede convertir en inhibición en la célula siguiente. Nuestro sistema depende del balance entre excitación e inhibición.
AIC: ¿Qué es inhibición y excitación?
FFM: Cuando vamos al médico y nos pega en la rodilla activa una fibra sensorial que manda información a nuestra médula espinal, ahí hay una conexión química que activa una célula motora —nerviosa— que va al músculo y lo excita. Pero para que podamos tener patrones sincronizados, por ejemplo, si yo quiero estirar el brazo tengo que excitar el músculo extensor, pero tengo un músculo que es antagonista, que tiene la función opuesta, que es el flexor, entonces, tengo dos fuerzas actuando en contra; lo que hace el sistema nervioso es inhibir el flexor para que yo pueda extender el brazo. La extensión de un músculo está acompañada por la inhibición del otro, eso es lo que permite hacer un movimiento sincronizado. En la marcha tenemos patrones coordinados en los cuales la inhibición y la excitación están siendo alternadas. En el nado de animales marinos, la excitación de los músculos flexores está acompañada por la inhibición de los extensores y esto permite que vayan ondulando en el agua.
En el sistema nervioso central —cerebro y médula espinal—, la inhibición es fundamental. Si el nivel de excitación pasa ciertos umbrales, como ha pasado con niños que son susceptibles a la epilepsia y tienen una exposición fuerte a videos con alto contenido de frecuencias que cambian muy rápido, los niños empiezan a sobreexcitarse y tienen una crisis epiléptica que es un desbalance entre la excitación y la inhibición.
El sistema nervioso funciona dentro de un rango de modulaciones, de estados, dentro de los cuales está lo que consideramos la función normal. Si estamos por debajo o por arriba, la función se altera; en el caso de algunas moléculas, si bajan los niveles de serotonina, el sistema nervioso se deprime, o si suben, estamos maníacos; si los transmisores excitadores superan el balance de la inhibición tenemos una crisis de hiperexcitabilidad. Siempre tenemos muchas capacidades de generar distintas respuestas dentro de ciertos niveles, y por abajo o por encima de estos, el sistema nervioso opera mal, de manera patológica, ya sea temporal o permanente.
Antes pensábamos que podríamos entender el sistema nervioso como si fuera una computadora en la cual ponemos un comando de entrada y tenemos una salida constante, porque en la computadora todo está cableado de una manera fija; pero el sistema nervioso, a pesar de que tiene conexiones fijas, tiene la posibilidad de que los circuitos cambien de estado y el mismo circuito dé tres o cuatro respuestas. Entender los circuitos no es suficiente, no vale nada más reconstruir cómo están conectadas las neuronas, sino que tenemos que ver además qué está pasando químicamente a su alrededor para poder entender los fenómenos de emociones, modulación, cambios de estado y algunas patologías.
AIC: ¿Qué ocurre si la comunicación en células nerviosas falla?
FFM: A un animal le cuesta la vida. En nosotros se genera una patología. Muchas enfermedades dependen de moléculas en particular. Los estados de ánimo dependen de un transmisor que se llama serotonina, que es el que nosotros estudiamos, y que cuando hay bajos niveles en el sistema nervioso, nos sentimos deprimidos.
Podemos imaginarnos un caso en el que Federer llega a la cancha. Él se ha entrenado y es capaz de percibir la pelota a 100 kilómetros por hora y en menos de un segundo su sistema nervioso puede calcular velocidad, trayectoria y fuerza de la pelota; él tiene que dar un comando en el cual todo su cuerpo se tiene que mover y tiene que pegar con la raqueta de la manera correcta para que la pelota vaya exactamente al lado opuesto de la cancha. Es una cantidad de cómputo impresionante, que solo se puede lograr haciendo uso de conexiones directas entre células: sinapsis químicas y eléctricas, circuitos fijos que actúan en milésimas de segundo.
Pero, ¿qué pasa si al tenista la noche anterior lo botó la pareja, estaba perdidamente enamorado y ese día llega hecho pedazos a la cancha? Su estado de ánimo ha cambiado las respuestas de su sistema nervioso y lo que hace es mandar la pelota fuera de Wimbledon una y otra vez. ¿Cómo es posible si son los mismos circuitos? La respuesta es que ha cambiado la modulación porque han cambiado los niveles de los transmisores que están circulando ahora en su sistema nervioso y los circuitos están funcionando de una manera completamente distinta, en este caso, de una manera patológica.
¿Qué tiene que hacer Federer cuando han pasado tres meses y sigue igual? Pues tomar antidepresivos para que las cantidades de serotonina vuelvan a incrementarse poco a poco en el sistema nervioso. Ahora, afortunadamente, tenemos buenas moléculas que se han descubierto, que se han sintetizado, que ayudan a controlar algunas enfermedades, pero no todas. Cuando digo controlan quiere decir que muchas de ellas no están encontrando la cura, se pueden controlar temporal, parcialmente, pero aún sabemos muy poco de las curas de todas estas enfermedades.
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- Han desarrollado 42 productos para el tratamiento de más de seis padecimientos, entre ellos el SIDA
Montserrat Muñoz
Guadalajara, Jal, 17 de marzo 2016.- (aguzados.com).- En el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UDG), se investiga el efecto benéfico del veneno de abeja o apitoxina en el sistema inmunológico de personas con VIH/sida.
Además de la apitoxina, el maestro Sergio Álvarez Barajas, jefe del Laboratorio de Biología Celular y Molecular del CUCBA, realiza estudios con cuatro metabolitos de la miel: propóleo, jalea real, polen y cera. A partir de la mezcla entre ellos, el académico ha desarrollado 42 productos para el tratamiento de más de seis padecimientos.
El polen, por ejemplo, es un desinflamatorio, mientras que la cera tiene efectos cicatrizantes, y el propóleo se utiliza en brebajes contra enfermedades respiratorias. Según la misma fuente, estos metabolitos potencian sus propiedades al mezclarse entre sí.
Respecto al programa de tratamiento de personas con VIH y sida, el investigador informó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, que trabaja con un grupo de 28 personas infectadas que, por voluntad propia, cooperan con las investigaciones científicas.
“De las personas con quienes trabajamos, tenemos la copia del documento que avala que son VIH positivo y tenemos los resultados de sus primeros análisis clínicos con los niveles de CD4 y CD8. Entonces los revisamos, hacemos prueba de tolerancia al veneno, y se desarrolla una solución con cierta concentración de veneno, de la cual el paciente tomará 15 gotas al día, cinco antes de cada alimento”, reveló Álvarez Barajas.
Las células CD4 y CD8 son tipos de linfocitos que forman parte del sistema inmune de los seres humanos. Las personas enfermas de sida o VIH positivas normalmente presentan deficiencia en el número de CD4 y un aumento en las CD8, situación inversa en organismos sanos. Es por ello que la medición de estas ayuda a los médicos a determinar los mecanismos retrovirales del paciente y el avance de la enfermedad.
Los resultados en el laboratorio de Álvarez Barajas arrojan un incremento en el número de CD4, con respecto a los resultados de los primeros análisis, y una disminución de CD8, lo cual resulta más favorable comparado con los tratamientos retrovirales, a decir del biólogo.
La medición de la eficacia del tratamiento con apitoxina es trimestral, y según las investigaciones, el resultado ha sido el mismo cada vez, es decir, siempre hay un incremento en el número de linfocitos del sistema inmunológico del paciente.
Esta situación sucede debido a la melitina, sustancia activa del veneno de abeja, y a los antibióticos que posee, ya que en conjunto tienen la particularidad de no generar una memoria en el cuerpo humano. Esta sustancia se puede producir de forma sintética, aunque no cuenta con el mismo efecto de la versión natural.
“Cuando te pica un alacrán, el cuerpo guarda cierta memoria del veneno de este animal, de tal suerte que si el mismo tipo de alacrán te llega a picar una segunda vez, la reacción que se genera en el cuerpo es mucho menor que en la primera ocasión, y si esto sucede una tercera vez, el piquete de alacrán prácticamente no te hace nada. Con la abeja no pasa esto. El cuerpo no guarda memoria de este veneno, por lo que cada piquete produce la misma reacción”, ejemplificó el también maestro en ciencias de la salud ambiental.
Pese a las bondades de los metabolitos señaladas por el investigador, lamentó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) prohíba su uso en medicamentos.
Apipuntura, mejor que la acupuntura
Además del tratamiento de enfermedades con apitoxiterapia, el veneno de la abeja se puede obtener directamente del insecto mediante una picadura controlada, mecanismo conocido como apipuntura.
“Picamos al paciente directamente en distintas partes del cuerpo según los 12 pares craneales, estimulando con el veneno de abeja esos puntos como si fuera acupuntura. Si la acupuntura da resultados, da mucho mejores resultados con el veneno de abeja”, comentó.
Sin embargo, el tipo de tratamiento a seguir estará determinado según la enfermedad. “No es igual que yo trate la artritis con veneno de abeja tomado, a que si uso apipuntura, tendré mejores resultados si lo aplico directo en las articulaciones”.
Obtención del veneno
El proceso de obtención del veneno de abeja en el Laboratorio de Biología Celular y Molecular ha evolucionado con el tiempo.
“Hace cinco años para obtener un gramo de veneno morían cientos de abejas: teníamos que quitar el aguijón y presionar las glándulas para lograrlo, pero hoy ya no. Hoy obtenemos un gramo y mueren solamente dos o tres abejas gracias a un nuevo sistema eléctrico”, relató Álvarez Barajas.
La obtención sucede mediante un mecanismo eléctrico conectado a una caja de madera con una resistencia en forma de ondas, bajo la cual se coloca un vidrio forrado con un guante de látex. Este mecanismo se acerca a la entrada de la colmena y cuando las abejas se postran en la resistencia, se da una descarga eléctrica de tres voltios, lo que ocasiona la picadura por instinto. La abeja pica, rompe el guante de látex, y deposita el veneno en el vidrio al chocar con este. El insecto saca el aguijón y se va, sin perder la vida y depositando cantidades de veneno suficientes para la investigación. Solo algunas mueren en el proceso.
Posteriormente, el veneno, aún en su forma líquida, se mantiene en las placas de vidrio. Estas placas se almacenan en un ambiente termorregulado a fin de llevar la toxina al estado sólido. Una vez seco, el veneno se raspa de las placas dentro de un aislante de vidrio, procurando evitar la dispersión de este; para ese momento, el veneno adquiere la consistencia de un polvo blancuzco casi transparente.
México: país exportador, no consumidor
Para fomentar la apicultura, Álvarez Barajas imparte talleres gratuitos para apicultores a fin de enseñar mejores técnicas para la recolección de los principales metabolitos y la generación de otros productos, como jabones, cremas, brebajes y potajes. También hay colmenas a la venta, enfocadas en incrementar la productividad de plantíos.
“Con una colmena se puede producir el doble o triple en un plantío de durazno, pero existe resistencia por parte de los apicultores y productores. Aquí tenemos la venta de colmenas completas, cursos, les damos a conocer en tres días el manejo de un apiario y la creación de productos con los distintos metabolitos, pero no se acercan a nosotros”, aseveró el científico.
En 2015, México produjo 61 mil 881 toneladas de miel, de acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). De estas, 45 mil toneladas fueron exportadas, representando un valor superior a los 150 millones de dólares.
Según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), México es el sexto productor a nivel mundial de miel. Sin embargo, el catedrático de la máxima casa de estudios en Jalisco, señaló que el país apenas alcanza la posición 121 como consumidor del mismo producto, lo cual le hace lamentar la falta de la cultura de la miel.
“Si yo te digo miel, polen o propóleo, lo reconoces. Son palabras que conoces desde niño y no tienes ningún prejuicio, ningún miedo de usarlos y consumirlos, porque desde niños nos dicen esas palabras y que son buenos para muchas cosas”, compartió.
Según un informe realizado por el Instituto de Fomento Empresarial (IFE) de España, Alemania es el principal consumidor de miel en el mundo con un promedio per cápita cercano a 1.5 litros por año. Este país europeo es el principal comprador de la miel producida en Jalisco, señaló el investigador.
Esto, porque la miel jalisciense es polifloral, es decir, se obtiene de la mezcla del polen de distintos tipos de flores. Su coloración es más oscura comparada con la unifloral, producida principalmente en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Cómo funciona una colmena
Caminando entre las cajas de madera que conforman el apiario del CUCBA, el ingeniero agrónomo Rafael Ordaz Briseño sostiene un sahumador en su mano derecha y una espátula en la izquierda.
“Las abejas son un pozo mágico… entre más sacamos, más descubrimos de ellas”, compartió quien es el responsable del apiario desde hace más de 22 años.
Este espacio, que alberga más de 70 colmenas con alrededor de 45 mil abejas cada una, es guarida para abejas criollas provenientes de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Italia, Francia, Alemania e Inglaterra y no están africanizadas, es decir, son menos agresivas en conjunto.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Ordaz Briseño explicó el comportamiento de las colmenas, señalando que en cada colmena existe solo una abeja reina, a la cual las obreras reconocen como su soberana. Hay de uno a cinco zánganos para fecundar a la abeja reina, que es capaz de acumular en su receptáculo de cinco a ocho microgramos de semen, que representan miles de millones de espermatozoides.
Cuando la reina va a incubar un huevo, lo fecunda y coloca en una celda que será atendida por una obrera, responsable de la alimentación de la larva, así como de sellar con cera la celda donde se desarrollará la abeja durante 28 días.
Las abejas obreras tienen una vida aproximada de 50 días, mientras que la reina vive hasta siete años. Cercana a su muerte, pone un huevo que será alimentado con jalea real, y cuando finalmente muere, de este huevo nacerá la hija que se convertirá en reina.
La molécula de la jalea real le permite a una abeja obrera ser activamente reproductiva, es decir, ninguna abeja se alimenta de jalea real más que la reina. Y ninguna obrera es activamente reproductiva. De los huevos no fértiles nacen los zánganos, cuya única labor en la colmena es fecundar a la reina.
Dependiendo de la temporada y las condiciones climatológicas que se presenten en un año, una colmena produce de tres a seis alzas. Un alza equivale a 10 kilogramos.
“Para recolectar, si hablamos de la miel, requerimos equipo de extracción. Cuando maduran la miel, las abejas la sellan con cera. Hay que quitar esa capa para llegar a las celdas y después extraer la miel mediante procesos de centrifugación. Posteriormente se deja en un recipiente de sedimentación para que se separen los pedazos de cera restantes, después de eso la miel está lista para su consumo”, dijo el ingeniero agrónomo.
La miel de cada apicultor es única, y su consistencia, color y cualidades dependen de cada una de las flores que visita la obrera, de las más de siete mil que debe recorrer para lograr solo cinco gramos de miel.
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