- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 15 de agosto de 2022.- (aguzados.com).- La fiesta empezó el 14 de julio cuando se reunieron el gobernador Martín Orozco Sandoval y María Teresa Jiménez Esquivel, para revisar los avances del proceso de entrega-recepción, de acuerdo a los procedimientos administrativos que forman parte del relevo gubernamental; más sin embargo fue hasta el 26 del mismo mes que en el Periódico Oficial del Estado quedó asentado el nombramiento, por parte de la gobernadora electa, de los cinco comisionados: Ricardo Alba Obregón, Rubén Camarillo Ortega. Florentino Reyes Berlié, Guillermo de la Torre Sifuentes y Alfredo Martín Cervantes García, para cumplimentar la transición en la administración estatal.
Llamó la atención que en este selecto grupo de notables quedó excluida la mujer, ensalzada en tiempos de campaña, pero sobre todo, muy reconocida en el Eje 5: Desarrollo Integral de la Sociedad del “Plan de Gobierno 2050, que proyecta al Estado como un importante punto logístico no solo a nivel nacional sino internacional”, manifestó la candidata de la Coalición Va por Aguascalientes al presentar el documento el 3 de abril.
También causó extrañeza que no formaran parte de esta Comisión los representantes del PRI y el PRD —integrantes sin importancia de la Coalición electoral— para cargarle los portafolios a los cinco iluminatis, por lo menos.
Pero regresando a la carta de navegación de la entrega y recepción sin rumbo, las declaraciones fueron de una fecha a otra para iniciar el trámite, de “reuniones informales” hasta conclaves “formales” para darle forma al Paquete Económico 2023; Cervantes García, incluso, afirmó que los comisionados habían rendido la protesta al encargo la primera semana de agosto, sin que mediara fotografía del memorable acto para la historia de Aguascalientes.
Luego, el carnaval pasó al cadencioso baile de las cifras. Al consumo espirituoso de la opacidad. A los cánticos de las contradicciones del secretario de Administración, Juan Francisco Larios Esparza, y el Secretario General de Gobierno, Enrique Morán Faz, en el tema del número total de trabajadores de confianza que tiene en un vilo a los cazadores del hueso.
El primero detalló el 24 de julio que el personal de confianza del gobierno central (secretarias y entidades gubernamentales) “suma 500 plazas directivos, pero si se añaden los jefes de departamentos, la lista sube a casi dos mil personas”.
El segundo, el 9 de agosto, le enmendó la plana al administrativo al asegurar que “se espera la salida de aproximadamente 900 funcionarios y servidores públicos, como jefes de departamento, secretarios, entre otros empleados”.
Por su parte, el Presupuesto de Egresos del Estado de Aguascalientes para el ejercicio fiscal del año 2022, “tiene otros datos” en su artículo 35: 3 mil 772 son las plazas autorizadas para el personal de confianza, aunque no todas están ocupadas en estos momentos. Ya dependerá de la gobernadora si las aumenta o disminuye en el PE 2023, a fin de cubrir los compromisos terrenales y lunares, aunque el dinero público sea muy escaso.
Y bueno, contrario al resto de comisionados, Cervantes García está convertido en el Santo Grial de la Primera Cena transexenal, donde declara de todo y para todo, y llega al inexplicable extremo de anticipársele a la gobernadora electa en las buenas nuevas que, se supone, anunciará en su toma de protesta, como es el caso de la rehabilitación del tercer anillo en los primeros días de octubre.
Mucho ayudaría a Orozco Sandoval y Jiménez Esquivel, preguntarle al entonces gobernador entrante panista, Felipe González González, cómo fue la entrega y recepción del gobierno en 1998, colmada de apertura, rigurosidad, transparencia, transmisión televisiva, asistencia de la prensa y presencia de notarios públicos.
Porque alguien tiene que escribirlo: Hace un año el diputado panista Enrique García López aspiró a la Presidencia Municipal de Aguascalientes, pero se le atravesó en el camino el poderoso Rubén Camarillo Ortega en la persona de Leonardo Montañez Castro.
Hoy suspira por la Secretaría General de Gobierno, pero todo indica que Camarillo Ortega le volverá a meter el pie para hacerlo tropezar, y el autollamado Kike Galo se quedará en el Congreso del Estado para cuidar la maloliente Caja Negra.
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