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NOTAS ACERCA DE LAS IDEAS POLÍTICAS XLVI. HEGEL 4/6. ANTAGONISMOS EN LA SOCIEDAD CIVIL

 

 

  • La necesaria desigualdad de clases

 

Jorge Varona Rodríguez

 

Aguascalientes, Ags, 25 de abril de 2024.- (aguzados.com).- En contra de la postura teórica de Hegel, la realidad histórica evidencia que el Estado no es el todo del pueblo, no es universal, sino que –señala Touchard, Historia de las ideas Políticas, p. 393— “en su seno surge un partido [una clase social] que no sólo está dentro del Estado, sino que está contra el Estado.

Si este partido [clase subordinada] se constituye y se desarrolla, otros partidos [otras clases] se alzarán frente a él, y necesariamente frente al Estado”. Lucha de clases y el surgimiento y fortalecimiento del proletariado, como clase y, a veces, como partido político. [El Estado que esquematiza Hegel genera su negación y deja de existir].

Son “dos los momentos a partir de los cuales surge el Estado”: 1) el desarrollo de la ciudad y del campo, (“eticidad en la naturaleza”); y 2) de la mediación jurídica de los individuos. (Filosofía del Derecho, parágrafos 250-256) En otras palabras, 1) economía (control del trabajo y protección de la propiedad); y 2) leyes (regulación de las relaciones sociales y vigilancia de los individuos).

La sociedad civil posee “carácter antagónico” debido a la disparidad de necesidades, arbitrios y “gusto subjetivo” [de los individuos] … es la satisfacción contingente de la necesidad … La sociedad civil ofrece estas contraposiciones y en su desarrollo, asimismo, el espectáculo del vicio, la miseria y la corrupción a la vez físico-social y ética” (Op. Cit. Parágrafo 185)

Aunque Hegel no admitía la “identificación de necesidades económicas con las necesidades biológicas”, reconocía que la satisfacción “de las necesidades del individuo depende de la interpretación social [ideología], del sistema económico, del modo de vida aceptado en una clase social y de los valores morales”. (Sabine, 494)

El trabajo y la educación constituyen –según el sofisticado léxico de Hegel— “la liberación hacia la infinita sustancialidad subjetiva de la eticidad”, [pero] no inmediata, sino espiritual, precisamente por ello elevada a la figura de la universalidad” (Op. Cit. Parágrafo 187<<2)

La dialéctica del progreso industrial manifiesta su contrario: “el aumento de la dependencia social y de la necesidad económica” (Op. Cit. Parágrafo 195). El trabajo, entonces, se significa por ser “la mediación entre necesidades y medios de satisfacción de las necesidades”. (Parágrafo 197).

Cercano el final de su vida y de sus obras, Hegel explica la economía influenciada por el liberalismo inglés y francés: Smith, Ricardo y Say. Entiende la economía, según su perspectiva filosófica y su singular lenguaje, como “la satisfacción de la necesidad mediada y recíproca”.

Esto es, “la necesidad subjetiva obtiene su objetividad (satisfacción)”, mediante a) “la propiedad y el producto de otras necesidades y voluntades … b) mediante el trabajo, que media entre ambos aspectos”.

Por tanto, la economía política “tiene que explicar la relación y el movimiento de las masas en su determinación cualitativa y cuantitativa y en su desarrollo” … la moderna economía política rechaza “la crítica moral”, ya que al “reconciliar la esfera de las necesidades … el entendimiento de los fines subjetivos y de las opiniones morales, descarga su descontento y su mal humor moral”. (Parágrafo 189)

Hegel reconoce la desigualdad social capital-trabajo, dado que “la posibilidad de participación en el patrimonio universal [los economistas le llaman distribución del ingreso], el patrimonio particular tiene una base propia (capital)”, y “por las circunstancias contingentes”, cuya “diversidad en el desarrollo de las disposiciones naturales, corporales y espirituales ya de por sí desiguales … conlleva [como] consecuencia necesaria la desigualdad del patrimonio y de las habilidades de los individuos” (parágrafo 200). En esta parte pretende conciliar lo histórico-social con lo espiritual.

Por ello, asienta que las clases sociales y su correspondiente desigualdad, “son sistemas particulares de las necesidades y trabajos”, sistemas en los cuales “los individuos están repartidos constituyendo una diferencia de clases” (parágrafo 201).

Así que existe una división “lógica” de las clases, que se “determinan como la clase sustancial o inmediata [campesinos], la clase reflexiva o formal [industriales, trabajadores, artesanos, comerciantes], y finalmente la clase universal [la burocracia o “los servidores del Estado”. Clase universal porque sirve a “los intereses universales de la situación social”]. (Op. Cit. Parágrafos 202-205)

Hegel explica el conflicto social por “el contraste de las clases” como consecuencia de la “actividad libre” que genera, de una parte “acumulación de las riquezas”, y, de otra parte, “la singularización y limitación del trabajo particular y con ella la dependencia y necesidad de la clase ligada a este trabajo, con lo cual guarda relación la incapacidad de sentir y de gozar de las restantes libertades y especialmente de los beneficios espirituales de la sociedad civil” (parágrafo 243).

Ello, a su vez, da lugar a la divergencia de clases “proletarios y capitalistas”, así como “la caída de una gran masa de trabajo por debajo del nivel de un cierto modo de subsistencia … [lo cual] conlleva la pérdida de la dignidad de existir por el propio trabajo … y el surgimiento de la plebe, y ésta por su parte a la vez [confiere] la mayor facilidad para concentrar en pocas manos riquezas desproporcionadas” (parágrafo 244).

Esto es, como lo entendemos actualmente, la pobreza económica propicia, a su vez, pobreza educativa, cultural, de salud, de oportunidades de desarrollo personal y de movilidad social.

Exclusión y desigualdad que, en contraparte, dan lugar a la concentración de la riqueza en reducidas élites.

Ciclo morboso que se reproduce en la diferencia de clases y genera, consecuentemente, la conflictividad sociopolítica identificada por Marx como lucha de clases.

Exportación y colonización son “la salida” a esa problemática.

En el primer caso, utiliza el mar como medio de expansión y realizar los excedentes y así “pone a países lejanos en relación de tráfico comercial, relación jurídica que introduce el contrato … y [con] el comercio obtiene significación histórica mundial”.

En el segundo caso, expulsa población a un nuevo suelo y “se procura una nueva necesidad y un nuevo campo para su aplicación laboral”. (Parágrafos 246-248)

 

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