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La drogadicción un flagelo social: Iglesia Católica

  • Los adictos parecen ser los leprosos de nuestros tiempos: Pbro Julio Guerrero Esparza
  • Se acudirá en su auxilio a través de La Casa de la Esperanza que se construirá este 2017 dijo
  • Será un centro de recuperación de jóvenes con adicciones a las drogas y al alcohol agregó

Alfonso Morales Castorena

droga30ene17aAguascalientes, Ags.- 30 de enero de 2017.- (aguzados.com).- La drogadicción es un problema que atañe a la sociedad en general, no respeta condición social, sexo, ni edad, pero en la actualidad son más los niños y los adolescentes, que los adultos, presos en el infernal mundo de las drogas, parece ser que son los leprosos de nuestros tiempos y no los jóvenes constructores de la paz, afirmó el presbítero Julio Guerrero Esparza.

A ellos también se les ha llamado “los sin cara”, por sus adicciones, por su alcoholismo, incluidas las mujeres –adolescentes, jóvenes o adultas –que por una u otra causa se dedican a la prostitución, se les margina, se les señala con índice de fuego, por lo mismo pierden todo concepto de llevar una vida sana y libre de las ataduras que los esclaviza a ese submundo, agregó.

Por lo mismo, continuó diciendo, dentro de la misión de la iglesia se encuentra el acudir en su auxilio, en su apoyo, luchar por esos hermanos que han perdido todo y no aspiran a tener nada, es la lucha permanente del bien contra el mal, pero en ese reto de la iglesia, de acercarse a la sociedad, la maldad es nuevamente derrotada.

Sus palabras fueron el preámbulo para destacar que la tarde del próximo martes 31 de este mes de enero, se colocará la primera piedra de un centro de recuperación para jóvenes con adicciones a las drogas y el alcohol, bajo el nombre de Fasenda da Esperanza o Casa de Esperanza.

La obra, en la que se invertirán sesenta millones de pesos, se asentará en un predio de seis hectáreas, en las inmediaciones del rancho Las Palmas que se localiza en la carretera 45 norte, a la altura del kilómetro 35+500, muy cerca ya del municipio de Rincón de Romos, pero en dirección al ayuntamiento de Tepezalá, en terrenos del estado.

El sacerdote precisó que no será un centro de rehabilitación más, ni se tratará de una cárcel para nadie, porque la construcción carecerá de bardas perimetrales y será un sitio especial de recuperación de los jóvenes con adicciones a las drogas y al alcohol.

La iglesia, continuó diciendo, encontró que la convivencia fraterna, el trabajo y la profunda espiritualidad centrada en el Evangelio, hacen de ellos, hombres nuevos capaces de insertarse en la sociedad, de aceptar los desafíos que ésta les pone y sobre esos tres conceptos, se basará el tratamiento de desintoxicación que se brindará a quienes viven presos de sus adicciones.

El proyecto, explicó el prelado, nació hace casi treinta años en Brasil, a iniciativa del párroco Fray Hans, con el fin primordial de ayudar a los jóvenes que se drogaban cerca de su casa y se hizo realidad gracias a la buena voluntad de sus feligreses y a la motivación espiritual que les inyectó para obtener los recursos que se requerían para levantar La Fazenda da Esperanza.

Esa obra católica se extendió ya a 17 países y ha ayudado a más de veinte mil personas, en México esta experiencia llegó en 2006 y desde entonces se hace lo mismo aquí, establecido el primer centro de esa naturaleza en el municipio Zacoalco de Torres, Jalisco y ahora se construirá el segundo de ellos en esta ciudad de Aguascalientes.

Reiteró que para liberarse de las adicciones, quienes elijan la Casa de la Esperanza o La Fazenda da Esperanza, deberán aceptar la fe como camino de liberación, la vida en fraternidad como apoyo mutuo y el trabajo como posibilidad para adquirir la responsabilidad y el autosustento.

Guerrero Esparza señaló que dentro del proceso de rehabilitación no se utilizará medicamento alguno, pero se requerirá que el método terapéutico sea apoyado por un médico y un psicólogo, basándose su programación de actividades en tres momentos, antes, durante y después.

El primero de ellos, dijo, se refiere a que cuando un adicto conoce nuestra obra y toda la determinación de ingresar, es invitado a escribir de su puño y letra una solicitud de ingreso, totalmente voluntario, no se aceptará a nadie que vaya en contra de su voluntad.

En el segundo punto – durante – nos dice que una vez concluidos los acuerdos entre el joven, la familia y la hacienda, se ingresa para vivir internado dentro de la comunidad durante un año, ellos vivirán en casas tipo familiar, que contará con dos coordinadores, quienes de algún modo representarán a los padres de familia.

Y por último, el después, se aplica al acompañamiento posterior del joven, que se realizará a nivel personal y a nivel comunitario, para que al término del año de permanencia en La Casa de la Esperanza, la persona se integre a los Grupos Esperanza Viva (GEV), donde se continuará con el proceso de inserción a la familia y la sociedad, concluyó el sacerdote.

Fiesta en Calvillito

droga30ene17bEn la misma conferencia de prensa, a la que no asistió el obispo diocesano, José María de Torre Martín, por atender asuntos de su competencia en el Cerro del Cubilete; el comerciante Manuel Marín Pedroza informó que el próximo dos de febrero de este año, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, presidirá los festejos del Día de la Candelaria que se celebrarán en el templo parroquial de la comunidad de Calvillito, como parte de los eventos que se desarrollarán por los 200 años de fundación de esa congregación y ese mismo día retornará a Guadalajara, Jalisco, previo a encabezar una comida que se ofrecerá en su honor.

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