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La Sexta Sinfonía de Beethoven para el V Concierto de la OSA

  • Con este concierto, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes continúa presentando la integral de las sinfonías del compositor alemán

osa26feb15Aguascalientes, Ags, 26 de febrero 2015.- (aguzados.com).- El Instituto Cultural de Aguascalientes y Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (ICA), invitan al quinto Concierto de la primera temporada de 2015 que tendrá lugar este viernes 27 a las 21:00 horas en el teatro Aguascalientes, bajo la dirección de Román Revueltas Retes y que contará en el programa con Der Freischütz, J. 277 Obertura de Carl Maria von Weber. La Opus Sax n.° 1 para saxofón alto y orquesta de Guido Alfonso Medina Rivera y, por supuesto, la Sinfonía n.° 6 en Fa mayor, Op. 68 (Pastoral) de Beethoven.

Beethoven fue un amante de la Naturaleza, tanto así que pasaba gran parte de su tiempo caminando por el campo. Frecuentemente abandonaba Viena para trabajar en localidades rurales. Anteriormente, durante el Barroco francés e italiano, se compusieron piezas que pretendían imitar a la Naturaleza, aspiración muy propia de la Ilustración. El veneciano Antonio Vivaldi había compuesto sus celebérrimos Conciertos para violín RV 8, Las cuatro estaciones, genial pintura de la naturaleza, con tormentas, cantos de aves, moscardones, etc.

Beethoven optó por componer una sinfonía, y así escapó del carácter sobre-literal que un libreto -en el caso de componer una cantata o un oratorio- hubiese impuesto. Como dijo el compositor, la Sexta Sinfonía es «más expresión de sentimientos que pintura de sonidos», y el mismo punto se ofrece en el título que colocó en el primer movimiento.

La Sexta Sinfonía fue compuesta simultáneamente con la más famosa de Beethoven —y la más potente— Quinta Sinfonía. Fue estrenada junto a ésta en un exageradamente largo concierto en el Theater an der Wien de Viena, el 22 de diciembre de 1808. Fue recibida fríamente, sobre todo debido a su más brillante contraparte, la Quinta. A pesar de su estreno poco auspicioso, la pieza se ha convertido poco a poco en una de las obras centrales del repertorio sinfónico. Es la favorita de muchos oyentes y es muy frecuentemente interpretada y grabada en la actualidad.

La sinfonía rompió con el molde clásico al tener cinco movimientos, en lugar de los cuatro típicos. Los movimientos son: Erwachen heiterer Empfindungen bei der Ankunft auf dem Lande («Despertar de alegres sentimientos con la llegada al campo») Allegro ma non troppo, Szene am Bach («Escena junto al arroyo»): Andante molto mosso, Lustiges Zusammensein der Landleute («Alegre reunión de campesinos»), Allegro, Gewitter. Sturm («Relámpagos. Tormenta»), Allegro, Hirtengesang. Frohe und dankbare Gefühle nach dem Sturm («Himno de los pastores. Alegría y sentimientos de agradecimiento después de la tormenta»): allegretto.

Beethoven adapta su programa descriptivo a la forma sinfónica clásica habitual, insertando después del scherzo un movimiento adicional (Tormenta), que preludia el final. En el final del andante (escena junto al arroyo), la flauta, el oboe y el clarinete se aúnan armoniosamente en la imitación de los cantos del ruiseñor, la codorniz y el cuclillo. El propio compositor advierte que estas descripciones no deben tomarse de una manera demasiado literal, él las clasifica de expresión de sentimiento, antes que de descripción.

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