Carmen Báez
México, D.F., 13 de diciembre 2015.- (aguzados.com).- Las lesiones por quemaduras constituyen un importante problema de salud pública en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año más de 300 mil personas mueren a causa de las lesiones por quemaduras relacionadas con el fuego.
Solo en México, las quemaduras representan una de las causas más frecuentes de atención médica en las salas de urgencias. Un estudio epidemiológico publicado a principios de este año señala que durante el primer semestre de 2014 se registraron más de 65 mil incidentes por quemaduras, de las cuales 56 por ciento sucedieron en adultos entre 20 y 50 años de edad y 32 por ciento, en niños y adolescentes menores de 19 años.
Lo anterior refleja un sector de la población que demanda tratamiento y rehabilitación de las lesiones por quemaduras en la población. En 2010 el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) puso en marcha el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados (Ceniaq), el cual alberga desde 2009 el primer Banco de Piel y Tejidos de la Secretaría de Salud (SSA).
La tarea fundamental de este banco, equipado con tecnología de punta, es guardar la piel y tejidos de individuos que han aceptado ser donantes de órganos antes de morir. A más de seis años de su inauguración ha desarrollado un programa de investigación para la generación de tecnología novedosa aplicada a la recuperación, preservación e implante de tejidos con fines de trasplante, tales como piel, dermis profunda, válvulas cardiacas, tendones y tejido óseo, los cuales se almacenan a temperatura ambiente hasta por cinco años.
Actualmente es uno de los bancos de mayor categoría a nivel nacional gracias a la investigación que ahí se gesta, convirtiéndolo en centro de referencia en Latinoamérica, y pretende serlo a nivel internacional, así lo asegura el doctor Francisco Martínez Flores, jefe del Banco de Piel y Tejido del INR.
De acuerdo con el candidato para ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el banco es una instalación que trabaja con estándares de clase 100, bajo reglamentación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y de la Comunidad Económica Europea.
¿Cómo está constituido?
Conformado por cinco laboratorios, en el Banco de Piel y Tejidos colaboran biólogos, químicos, técnicos y médicos cirujanos, quienes se encargan de los procesos de contaminación, preservación y empaquetamiento del material donado, así como del desarrollo de investigación y tecnología propia.
Una vez que se comprueba que el donador no tuvo enfermedades infectocontagiosas, neoplasias (excepto tumores intracavitarios o cerebrales), personal especializado lleva a cabo la obtención de láminas de 0.5 milímetros de grosor de epidermis y 7.5 centímetros de ancho, obtenida principalmente de espalda, glúteos y muslos.
Generalmente se obtienen tejidos entre seis y siete horas después del último latido cardiaco, para luego ser llevados al laboratorio de preservación y conservación de insumos, donde se realiza la formulación y producción de las soluciones de transporte, desinfección, criopreservación de las soluciones que se utilizan para el lavado de los tejidos, pues antes de su liberación, el material que será colocado al receptor debe estar en óptimas condiciones libre de patógenos.
El laboratorio de cuarentena está destinado a la recuperación y descontaminación del material, aquí también se realizan estudios moleculares para certificar que la piel y los tejidos del donador estén libres de infecciones que pongan en riesgo la salud del receptor, tales como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), citomegalovirus, hepatitis B y C, sífilis, así como de enfermedades endémicas (mal de Chagas, por ejemplo).
Una vez que pasa por todo este proceso, el material llega al laboratorio de empaquetamiento, un área restringida destinada al empaquetado final de la piel y los tejidos antes de ser enviados al área de almacenamiento, donde hay congeladores y equipo especializado con sistemas de respaldo de temperatura. A principios de 2016 el banco iniciará la ejecución del Programa de Trasplante Corneal, el cual pretende mitigar la lista de espera de pacientes que requieren queratoplastia.
Investigación y desarrollo tecnológico
El proceso más importante del laboratorio es mantener el tejido vivo, esto se logra si se mantiene en soluciones con nutrientes esenciales como oxígeno, amortiguadores de pH y antibióticos elaborados en el recinto, que evitan que las células mueran.
En la actualidad, los tejidos pueden preservarse entre cuatro y cinco años; no obstante, el grupo de investigación de este recinto busca nuevos mecanismos que permitan aumentar el tiempo de conservación.
A decir del doctor en Ingeniería Genética y profesor de farmacología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aun cuando los tejidos están congelados, hay un efecto de tiempo en ellos y, en cierto momento, se pierde una fracción muy importante de estos.
Es por ello que el grupo de investigación está tratando de identificar cuáles son las proteínas que bloquean la muerte celular, y una vez identificadas serán utilizadas para el desarrollo de nuevas formulaciones que permitirán mantener vivos los tejidos por más tiempo, en un estado óptimo.
"Primero vamos a conocer el efecto de las células, cuando agregamos esos factores de crecimiento a las soluciones mantendremos vivas las células a través de la sobreexpresión de genes que bloquean la muerte celular, por ejemplo la proteína Bcl-2 descrita en los linfomas, que cuando se sobreexpresa bloquea el mecanismo de apoptosis (proceso ordenado por el que la célula muere ante estímulos extra o intracelulares), que puede existir en genes o proteínas proactivas y hace que haya un equilibrio y una proliferación", explica.
Cultivo tridimensional
Otro de los proyectos del recinto es el cultivo tridimensional de células, proceso mediante el cual se obtiene una membrana con el mismo grosor del aloinjerto que se procura de los donantes multiorgánicos. Dichas células son funcionales y producen su propia colágena.
"Estamos tratando de hacer que todos estos procesos tengan aplicación inmediata en todos estos pacientes. Estamos evaluando si se publican los resultados, pues nos interesa en primer momento patentarlos, lo cual queremos hacer con el asesoramiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología", expresó.
Por otro lado, gracias a la colaboración con diferentes institutos nacionales de salud y hospitales de alta especialidad de la Secretaría de Salud, desde su fundación el Banco de Piel y Tejidos ha procesado 183 mil metros cuadrados de piel y respondido a 56 solicitudes atendidas.
El éxito resumido en cifras
Además de ser centro de resguardo e investigación, es un centro de entrenamiento para todos los interesados en aprender almacenamiento de tejidos a nivel nacional e internacional, pues especialistas de América Latina de países como Perú, Argentina, Uruguay y El Salvador se han entrenado en esta institución. Eso ha hecho que desde el año pasado sea considerado como el banco oficial de la Secretaría de Salud.
Mientras que en el Banco de Piel y Tejidos de Asturias se procesan entre 30 y 60 mil metros cuadrados de piel, en las instalaciones del INR se obtienen hasta 62 mil en un año.
A decir del doctor Francisco Martínez Flores, el crecimiento del banco ha sido progresivo y es que en 2009 se procuraron casi cinco mil metros cuadrados de piel y en 2012 alrededor de 23 mil, lo que es resultado del trabajo de investigación, pero principalmente es un reflejo del fomento de la cultura a la donación.
Banco de Piel y Tejidos
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Instituto Nacional de Rehabilitación
Calz. México-Xochimilco No. 289 Col. Arenal de Guadalupe, México, DF
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