Carlos Romo Medina
SÚBITAMENTE PERDIÓ EL CONTROL. La agenda mediática, política y social dio un vuelco inesperado. El declive en la aprobación de las encuestas ha sido constante, imparable. El ego herido y la soberbia han tenido que enfrentarse, desnudos, ante la realidad. La incapacidad es inocultable. La ruina de la quimérica mal llamada cuarta transformación se tropezó con un enemigo invisible, pero implacable: covid-19.
LOS PRETEXTOS y las justificaciones para inculpar a otros por la propia ineptitud se rezagaron ante la verdad de los hechos; se perdieron en el vacío de una gobernabilidad errática y en muchas ocasiones inexistente. Lo que los suficientemente descalificados como conservadores por el tótem del poder no pudieron lograr, son histriónicamente señalados como las causas de la debacle propiciada a fuerza de mantener la cerrazón y el odio, el rencor y la venganza en contra de quienes no comulgan en el mismo altar de la obcecación y la necedad.
EL SENTIDO COMÚN está ausente como ausentes son las ideas para crear, innovar, generar riqueza, pero sobre todo mejorar lo alcanzado. Ni todo está mal, así como no todo está bien. ¿Para qué depurar, sanear, modificar para mejorar? ¡No!, la “solución” ha sido imponer caprichos, aunque éstos sean errados, equivocados y sean inoperantes. Lo mejor, según la obtusa perspectiva, es arrasar con lo bueno que se había logrado. Una política nihilista que destruye sin distinguir lo que sí funciona y lo que no.
COSECHAS LO QUE SIEMBRAS, refiere el adagio popular. Si creas tormentas cosecharás tempestades. El segundo aviso dado por la milicia (la verdadera) en días recientes sobre los excesos y los errores cometidos por el jefe supremo de las fuerzas armadas es para tomarse muy en serio. La Silla Rota, un portal que no da concesiones a la estrategia de manipulación que operan desde Palacio Nacional, publica: “Miembros de las fuerzas armadas dicen ya basta a secretarios y a AMLO”. En una carta critican actitudes deshonestas y que se desprecia a las instituciones militares; a su personal lo ponen en peligro como con la familia del Chapo.
SEGÚN EL DOCUMENTO anónimo que fue enviado a la redacción de La Silla Rota a raíz del saludo a la madre de el Chapo, se dirigen al presidente en donde critican la deshonestidad y su prepotencia “con la ayuda de la soberbia de los secretarios que como se ha visto, anteponen sus ambiciones de poder al bienestar de sus subordinados y la nación”.
“SOY ESE MILITAR que cumple órdenes, el que debe esconderse en la cobardía del anonimato para escribir estas líneas y no ser perjudicado, pero que entrega su vida y su trabajo por su país, soy ese militar que no tiene derechos humanos, pero que en medio de la batalla debe respetarlos o ser enjuiciado”.
COMO SE RECORDARÁ, la primera carta anónima fue enviada con motivo del fallido operativo de octubre de 2019 en el que las fuerzas militares detuvieron al hijo del Chapo, Ovidio Guzmán, y recibieron la orden de liberarlo.
ENTONCES EL TITULAR del Poder Ejecutivo federal pretendió salir del paso esgrimiendo falsamente un presunto “golpe de estado”. Al recapitular los hechos ocurridos el año pasado y su reciente acercamiento a la familia Guzmán con motivo del cumpleaños de Ovidio, complica gravemente el escenario militar y las relaciones que sostiene el mando supremo con sus subordinados de la milicia.
CONSULTANDO CON expertos en ciencias políticas y sociales, pueden sostenerse las siguientes consideraciones para un análisis serio: El hecho mismo de filtrar una carta anónima (que lo mismo puede provenir de la milicia que de “fuego amigo” dentro del propio gobierno o, incluso, “adversarios”), evidencia que algo no está bien.
DESDE LA PERSPECTIVA civil es difícil opinar sobre lo que piensan los militares, con visiones profesionales y de vida muy diferentes. Habría que acercarse a ellos y conversar para pulsar qué opinan sobre esa carta y de su situación en general en este gobierno contradictorio, ambiguo y escurridizo. De otro modo, solamente estamos especulando.
NO OBSTANTE, podemos atisbar que, posiblemente, para los altos mandos todo está muy bien, ya que destacan en medio de y ante una situación en la cual están adquiriendo poder y presencia. Los cuadros intermedios, sobre todo éstos, y la tropa tal vez piensen distinto ya que lo mismo sirven para un barrido que un fregado, deben acatar todas las órdenes y adaptarse sin chistar, con poco reconocimiento y expuestos a todos los riesgos.
POR OTRO LADO, afectan la dignidad y el honor militar, tan preciados, el exhibirlos en las derrotas por las malas decisiones de las autoridades civiles, empezando por su comandante en jefe, ponerlos en ridículo ante los adversarios en las tareas que verdaderamente les corresponde: la seguridad nacional y la seguridad pública. Ciertamente ésta última es responsabilidad propia de los civiles, pero ante su ineficacia y corrupción, las fuerzas armadas han debido que asumir la carga tanto en las refriegas como en los fracasos, pero poco o muy poco en los éxitos, que los acaparan quienes están detrás de los escritorios o ante cámaras y micrófonos.
DIGNIDAD TAMBIÉN vulnerada por obligarlos a fungir como “milusos”: gendarmes, albañiles, constructores, repartidores de leche, recolectores de huachicol, represores de migrantes (centroamericanos y mexicanos) para hacer el trabajo sucio al gobierno de EU, enfermeros, más otros etcéteras.
SI ES QUE EN EFECTO la carta es de algún oficial inconforme, cabe suponer, finalmente, que altos mandos desplazados (algunos todavía en activo y otros jubilados antes de tiempo), por la forma como fueron designados los altos mandos, sin respetar el método históricamente convenido, brincando el escalafón y prefiriendo a recomendados que uno o dos generales en retiro, amigos de ya saben quién, estén influyendo en sus cercanos y compañeros de armas para manifestar su malestar cada vez que haya alguna coyuntura (como es el caso de la “taquiza” por el cumpleaños de Ovidio) en la forma como ellos saben hacerlo. Sus maneras no necesariamente son las de los civiles o “políticos profesionales” o simples grillos.
SI EL PRESIDENTE no rectifica y entiende que sus erradas decisiones están arrinconando al país a la desgracia y lo están arrastrando hacia un desastre difícil de superar, sus mentiras de “conspiraciones, golpes de estado” y demás ocurrencias para cubrir su ineptitud, quedarán al descubierto cuando para México y sus habitantes ya será demasiado tarde.
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
Yo tengo otros datos y respeto desde luego quienes sostienen que no vamos a alcanzar nuestras metas de crecimiento económico, pero estoy seguro que nos va a ir muy bien. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, el 16 de enero de 2019.
FRASE DEL DÍA:
Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia. William Faulkner (1897-1962). Escritor estadounidense.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
La realidad es que el país se deshace en todos los órdenes mientras López Obrador se jacta de llevar al país por buen camino. La calamidad se apoderó de la silla del águila.
COLOFÓN.
Y todavía se autoproclama “patriota”.