- El 62 por ciento de los mexicanos está de acuerdo con que en ocasiones así debe ser
- Mientras que el 77 por ciento no considera que los mexicanos respeten las leyes
- El 56 por ciento de los encuestados piensa que si es para beneficiar a la población se justifica
- Aún así el 64 por ciento no estima que la corrupción sea parte de la cultura de los mexicanos
Ciudad de México.- 22 de julio de 2019.- (aguzados.com).- Entre los mexicanos persiste una actitud de permisividad frente a acciones al margen de la ley, de acuerdo con el estudio Cultura de legalidad en México del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, en el que se observa que 84% de los mexicanos justifica se cometan faltas o infracciones.
Este estudio, que da seguimiento a otro con la misma temática realizado en 2014, buscó información sobre el comportamiento de la población ante las leyes y su opinión respecto a la impartición de justicia. También explora su percepción y actuación ante faltas e infracciones cometidas por ciudadanos y servidores públicos.
Percepción de la ley entre la población
La relación de las leyes y los mexicanos muestra claroscuros, ejemplo de ello es que, mientras 89% está de acuerdo con la frase “para que exista un mayor cumplimiento de las leyes el gobierno debe guiar con el ejemplo”, 62% está de acuerdo en que, para poder capturar delincuentes, en ocasiones las autoridades pueden actuar al margen de la ley. Adicionalmente, 70% dice que entiende bien las leyes, pero solo 23% piensa que la mayoría de los mexicanos las respetan.
Entre la población no predomina una buena opinión sobre el sistema de impartición de justicia. Solo 31% la considera eficiente, 38% piensa que sí se castiga a los culpables, 41% cree que favorece los derechos del acusado y 74% estima que sirve a quien tiene dinero. El nivel educativo influye en estas opiniones, a menor escolaridad se tiene una mejor opinión de la impartición de justicia en el país, es decir, el sector con menos estudios piensa mayoritariamente que el sistema protege al inocente y que es eficiente, esto contrasta con quienes tienen un nivel educativo más alto.
En relación al estudio realizado en 2014, en el de 2019 aumentó el porcentaje de población que considera que el sistema de impartición de justicia garantiza los derechos del acusado (24% en 2014 versus 41% en 2019), que castiga a los culpables (22% versus 38%) y que protege al inocente (27% versus 43% respectivamente). También se observa una disminución en la proporción de población que considera que la impartición de justicia en México está corrompida (75% en 2014 versus 69% en 2019).
Percepción y actuación ante faltas cívicas
El estudio también aborda como perciben los mexicanos las faltas que comenten ciudadanos y servidores públicos. En lo que se refiere a los primeros, 57% está de acuerdo en que en ocasiones las personas se ven obligadas a cometer una infracción o falta para salir de un problema. 84% justifica que se cometa una infracción o falta si esto se debió a una urgencia, si fue accidental o si nadie resulta afectado ni dañado, entre otras razones. Únicamente 16% de los mexicanos considera que cometer una infracción o falta no estaría justificado en ninguna circunstancia. Si quien comete una infracción es un familiar, se muestra renuencia a denunciarlo, únicamente 19% lo haría.
Ahora bien, si se trata de un servidor público, 23% de los mexicanos no justifica bajo ninguna circunstancia que se haya cometido una infracción y 58% espera que se le denuncie por haberla cometido. Cuando existe un beneficio para la población, 56% de los encuestados justifica que un servidor público cometa una infracción.
En cuanto a la gravedad de que se cometan estas infracciones, 70% de los encuestados lo considera grave o muy grave. El nivel de gravedad asignado aumenta con la escolaridad; mientras que aquellos que cuentan con estudios de educación básica consideran que es grave o muy grave que las personas cometan infracciones para salir de un problema en 58%; este porcentaje aumenta a 73% entre las personas con licenciatura.
Los principales motivos que los encuestados señalan para explicar que se cometan infracciones, son la falta de educación (43%), la falta de castigo o que las autoridades no actúen (39%), el que se no se respetan las leyes (34%) y, en menor medida, por falta de alternativas (29%), por enojo (18%) o por falta de recursos (13%).
Corrupción en el país
Los mexicanos han llegado a adoptar una postura en la cual reconocen que existe una corresponsabilidad en torno a la corrupción. Para 57% la corrupción es detonada tanto por servidores públicos como por ciudadanos, 23% considera que servidores públicos la propician y 20% piensa que la población la alienta.
74% de los encuestados se muestra en desacuerdo con la oración “La corrupción es un mal necesario”, mientras que 64% también muestra desacuerdo en que “La corrupción es parte de la cultura de los mexicanos”. Esta percepción cultural sobre la corrupción cambia significativamente con el nivel educativo, ya que mientras aquellos con estudios de educación básica están 41% de acuerdo o totalmente de acuerdo con la frase “El que no transa no avanza”, el porcentaje disminuye a 24% entre aquellos que cuentan con licenciatura.
Por otra parte, ha cambiado la forma en cómo se percibe la oración “La corrupción forma parte de la cultura de los mexicanos” en el transcurso de los años, ya que mientras en 2014, 58% de la población se mostraba en desacuerdo con esta oración, este porcentaje ha aumentado a 64% en el año actual. En relación al estudio realizado en 2014, pareciera que la indignación y rechazo de la población hacia la corrupción ha crecido, sin embargo, se nota desánimo respecto a que la situación pueda mejorar o a que la propia ciudadanía se responsabilice de sus acciones y alcance a entender las contradicciones que expresa en torno a la cultura de la legalidad.
Finalmente, los encuestados consideran que el principal incentivo que podría motivar a la población a acatar las normas es que se cumpliera la ley (27%), que los gobernantes fueran honestos (25%) y que se fomente una cultura de la legalidad (19%).