- Está a cargo de su investigador Martín Hernández Marín del Departamento de Ingeniería Civil
- El agua recolectada servirá para reabastecer los mantos acuíferos de la entidad
- El sistema que contempla la captación, conducción, almacenamiento y uso del líquido vital
- La infraestructura es sencilla, consta de una instalación en el techo de las viviendas
- De ahí se conecta a un pozo que filtra la precipitación hasta los yacimientos del químico
Aguascalientes, Ags.- 7 de julio de 2019.- (aguzados.com).- Como parte de sus proyectos de Investigación, el doctor, profesor e investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), Martín Hernández Marín, diseñó un sistema que contempla la captación, conducción, almacenamiento y potencial uso del agua de lluvia, que parte de la infiltración a los mantos acuíferos, mediante un contenedor conectado a un pozo, con características geométricas adecuadas para el suelo de la entidad.
Al respecto, comentó que dicho sistema se planteó para ser instalado en techos de viviendas de interés social, por lo que los estudios fueron centrados en las condiciones actuales en este tipo de apartados urbanos.
Señaló que es importante tener presente que el agua que sea contenida por el dispositivo, además de pasar por los filtros del mismo, deberá escurrir por suelo inalterado, por lo que se realizaron muestras de permeabilidad con terrenos limosos que son comunes en zonas adyacentes al río San Pedro y que poseen propiedades adversas para la filtración de líquidos. Dichas evaluaciones concluyeron con resultados positivos de transmisión y pureza.
Hernández Marín dijo que además de dichas pruebas, se llevaron a cabo cálculos de características que afectan el volumen y recorrido del agua hasta llegar al manto, como la valoración de geometría, el relleno utilizado en el pozo; el estado del suelo o la superficie de la vivienda en la que se captará el líquido, así como el tiempo que tomará este proceso.
De igual forma, desarrolló un análisis urbanístico y atmosférico en el cual se estudiaron tanto el uso de suelo como la precipitación en las diversas zonas de la ciudad capital, a fin de establecer los espacios ideales para llevar a cabo las construcciones que ayudarían a la recarga de mantos acuíferos.
Para concluir refirió que a pesar de que existe la creencia de que el agua de lluvia no cuenta con la calidad necesaria para su uso, se han realizado pruebas con un espectrómetro de masas, que demuestran que los parámetros químicos del líquido precipitado en las azoteas que ha pasado por los distintos filtros del sistema, supera considerablemente los requerimientos necesarios para considerarse apta, aún incluso antes de ser todavía más purificada naturalmente por el suelo, antes de su incorporación al yacimiento subterráneo.