- La celebración se centró en una tertulia sobre Guadalupe Ortiz de Landázuri próxima beata
Aguascalientes., Ags.- 16 de mayo de 2019.- (aguzados.com).- Con una tertulia sobre la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri se festejó a los maestros en su día, ayer por la tarde-noche en la Universidad Panamericana (UP), campus Aguascalientes.
El programa inició con la Santa Misa, posteriormente los asistentes acudieron al Centro de Convivencia Estudiantil para participar en la tertulia Sobre Guadalupe Ortiz de Landázuri quien será beatificada por el Papa Francisco el próximo sábado.
La tertulia fue moderada por la vicerrectora académica, Olimpia Alonso Novo y tomaron parte Alberto Ross quien abordó el tema “Una universitaria en la Posgüerra”, el cual ofreció una visión general biográfica de Guadalupe Ortiz, quien fue una mujer ejemplar en el trabajo, docencia e investigación.
Diana Sada participó con el tema “Sin miedo a la aventura: México” y la capacidad de la beata de emprender con un dinamismo peculiar de Alegría y Fortaleza, Cariño vs Exigencia y Teresa Enríquez con el tema “Contemporáneos para imitar”, en el que destacó el mensaje de Guadalupe Hoy.
Al término de la tertulia hubo un brindis de honor y la entrega de regalos amenizada por un mariachi.
La inauguración de la jornada por el Día del Maestro estuvo a cargo del vicerrector Jorge Enrique Franco López.
¿Se puede ver a Dios a través del microscopio?
¿La ciencia y la fe se complementan? ¿Es la ciencia una dificultad para creer? ejemplos como el de la química e investigadora Guadalupe Ortiz de Landázuri (12-XII- 1916 – 16-VII-1975), nos muestra que la respuesta, es sí.
Guadalupe Ortiz de Landázuri, que será beatificada el próximo 18 de mayo, no sólo fue una de las primeras mujeres del Opus Dei, sino que desarrolló su vocación científica y docente durante muchos años, impartiendo clases en colegios e institutos de Madrid e investigando sobre diversos temas, como las propiedades refractarias de las cenizas de la cascarilla del arroz, un tema al que dedicó su tesis doctoral y que le valió un importante premio.
“Lo primero que descubres cuando te asomas a la vida de Guadalupe Ortiz es mucha normalidad, mucha naturalidad”, consideró Martín de la Hoz. Cuando conoció a San Josemaría el fundador del Opus Dei, ella tenía 27 años, había terminado ya sus estudios de Ciencias Químicas, tenía novio y muchas amigas, trabajaba como profesora en dos colegios de Madrid y llevaba “una vida corriente”. Pero todo cambió en el año 1944, un día de enero en el que tomó un tranvía.
El impacto
¿Cómo descubrió Guadalupe Ortiz el Opus Dei? ¿Qué le hizo sumarse a una realidad nueva en la Iglesia y en la que apenas había media docena de mujeres? Todo fue consecuencia de un impacto. Un fuerte impacto que recibió el 15 de enero de 1944 y que le llevó a cambiar por completo los planes que tenía para su vida.
Llevaba tres años en el Opus Dei cuando San Josemaría le pidió que pusiera en marcha la primera residencia universitaria femenina del mundo. Corría el año 1947 cuando Zurbarán abría sus puertas en la capital de España. Guadalupe Ortiz fue la primera directora y supo ponerse al lado de las residentes para ayudarlas a crecer como profesionales y cristianas.
En 1950, atravesó el océano para traer a México el espíritu del Opus Dei. Aquí vivió seis años y además de abrir otra residencia para estudiantes, puso en pie una antigua hacienda arrasada por las llamas durante la revolución zapatista, Montefalco en el estado de Morelos, donde desde entonces se trabaja en la promoción y capacitación de campesinos.
Como todos, Guadalupe Ortiz tenía defectos, por ejemplo un poco desordenada, lenta para trabajar. Pero sobresalía su empeño y convicción por ser mejor cada día. No se ponía límites, confiaba en la ayuda de Dios constantemente.
De la calle a los altares
¿Por qué es relevante una beatificación? ¿Qué significa para la Iglesia? ¿Qué supone que se eleve a los altares a una mujer que se ha hecho santa en medio de la calle con su trabajo profesional? Descubre por qué, desde la época de los primeros cristianos, en la Iglesia se conserva la memoria de los santos, puedes conocer más sobre su vida y comprobar que haciendo bien el trabajo, buscando el bien de los que te rodean y puedes llegar a ser santo.
¿Qué es una beatificación? Es la declaración oficial por parte del Papa de la ejemplaridad cristiana de la vida de una persona, con la que se autoriza su culto en la Iglesia católica en determinados actos o lugares.
Guadalupe Ortiz es contemporánea nuestra y esto hace más atractiva su vida y ejemplo. En Aguascalientes viven tres personas que convivieron con ella en su estancia en la Ciudad de México en los años 50; Estela Ruiz, Guadalupe Gutiérrez y Consuelo Espinoza.
Será beatificada en Madrid, España el próximo 18 de mayo a las 11 horas y será retrasmitida en vivo para conectarte visita
https://opusdei.org/es/article/streaming-beatificacion-guadalupe-ortiz-de-landazuri/
Algunos datos biográficos
Guadalupe (Madrid, 1916- Pamplona, 1975) fue una química madrileña y una de las primeras mujeres del Opus Dei. Estudió la carrera de Ciencias Químicas en la Universidad Complutense, impartió clases en numerosos colegios e institutos y realizó una tesis doctoral sobre las propiedades de la cascarilla del arroz. A través de su labor profesional, ayudó a muchas personas a acercarse a Dios con alegría, servicio y disponibilidad.
Además, supo compatibilizar su carrera profesional con las distintas tareas que San Josemaría, fundador del Opus Dei, le fue encargando, tanto en España, como en México y Roma. Guadalupe Ortiz desempeñó estas tareas con empeño y profesionalidad.
Será la tercera persona del Opus Dei en ser beatificada, después del fundador, San Josemaría, y de su sucesor, el beato Álvaro. Es la primera mujer y la primera persona laica de esta institución en llegar a los altares.
Puedes conocer más sobre su vida en el Milagro por el cual la beatifican
Durante el verano de 2002, a Antonio Jesús Sedano Madrid, de 76 años de edad, viudo desde 1991, le apareció en el ángulo interno del ojo derecho una lesión cutánea —similar a un grano— que le ardía y que en ocasiones, le generaba dolor. La lesión no desaparecía y durante varias semanas, se fijaron en ella sus tres hijos y algunos amigos. Sin embargo, no se aplicó ningún tratamiento.
Antes de saber cuándo sería operado, Antonio estaba desanimado y asustado —también por otras complicaciones de salud— y al conocer la fecha precisa de la cirugía, el miedo que tenía se agravó. Una noche en la que se encontraba especialmente nervioso, tomando entre las manos una estampa de Guadalupe Ortiz, acudió a ella espontáneamente, con mucha fe: “Tú puedes hacerlo, haz que yo no tenga que ser operado, eso es poca cosa para ti”.
Después de invocar a Guadalupe Ortiz, Antonio se calmó, durmió sin interrupciones y a la mañana siguiente se despertó sereno y descansado. Al verse en el espejo descubrió que la lesión había desaparecido.