- En menos de tres años podremos ver un fenómeno como el que se registró el 11 de julio de 1991
Ciudad de México.- 11 de julio de 2021.- (aguzados.com).- Este domingo 11 de julio se cumplen treinta años del eclipse total de Sol que en 1991 oscureció gran parte de México. Entonces, se hizo de noche en pleno día en un total de 20 estados, y las temperaturas descendieron rápidamente, llegando a registrarse incluso valores cercanos al punto de congelación (0ºC).
El fenómeno, que pasó a conocerse como “el espectáculo del siglo”, comenzó en la Paz, Baja California Sur, y poco después, se apreció en Nayarit, Jalisco, Ciudad de México o Chiapas. Durante siete minutos y dos segundos, millones de personas siguieron aquel espectáculo único que todavía pervive en la memoria de quienes pudieron observarlo.
Desde 1991, ha habido otros eclipses totales de Sol, pero ninguno de ellos se pudo contemplar desde la República. Sin embargo, esto cambiará pronto.
¿Cuándo podremos observar un eclipse de Sol en México?
Según informó la Sutherland Astronomical Society Incorporated (SASI), con sede en Sidney, Australia, el 14 de octubre de 2023 podrá verse un eclipse de Sol desde México. El evento se apreciará mejor en Campeche, donde será anular. Es decir: aparecerá el anillo de fuego.
Ese día, la Tierra, la Luna y el astro Rey se alinearán en el espacio. El satélite perla se pondrá delante de la estrella, pero no la tapará por completo. Por eso, veremos en el cielo una circunferencia dorada, o una especie de anillo de fuego, que se forma por la parte del Sol que el disco lunar no llega a cubrir. A este fenómeno astronómico se le conoce como eclipse anular, y podrá apreciarse en 2023 desde Campeche, mientras que en el resto del país se verá de forma parcial.
Además, solo unos meses después seremos testigos de un evento celeste espectacular: un eclipse total de Sol que cruzará EEUU, el sur de Canadá y el norte de México. De acuerdo a SASI, tendrá lugar el 8 de abril de 2024 y podrá apreciarse plenamente en el estado de Durango, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, así como en Saltillo y Torreón, ambas en Coahuila.
Durante el evento, la Luna tapará por completo el Sol. Esto significa que en las ciudades mencionadas se hará de noche en pleno día, tal y como ocurrió en 1991. Y esto no volverá a repetirse en México hasta 1952.
¿Y qué eclipses podremos contemplar en 2021?
Este año, solo podremos observar desde México un eclipse lunar parcial.
En entrevista con Infobae México, el doctor Raúl Mújica, astrónomo del INAOE y del Comité Nacional Noche de las Estrellas, explicó que la próxima oportunidad llegará en noviembre, y se producirá de madrugada.
“Vamos a tener un eclipse del 18 al 19 de noviembre [de 2021]. Pero es parcial, entonces vamos a ver nada más que parte del disco de la Luna se oscurece”, informó el experto.
Ya para 2022, podremos contemplar un eclipse total de Luna.
“Lo bueno es que el próximo año vamos a tener otro eclipse total también en mayo. El máximo en el centro de México va a ser a las 23:11 del 15 de mayo del 2022″.
Un eclipse lunar ocurre cuando el Sol, la Tierra y el satélite se alinean en el espacio. Entonces, la esfera gris perla atraviesa la sombra de nuestro planeta, que está formada por dos componentes: la penumbra y la umbra.
“La penumbra es una sombra más tenue, digamos es un cono amplio. Y más adentro hay un cono más angostito que se llama la umbra y que es más oscuro”, explicó el doctor.
El tipo de eclipse depende de la zona que atraviese el satélite.
Si la Luna pasa solamente por la penumbra, que es la parte más débil y amplia de la sombra, ocurre un eclipse penumbral. Este es muy difícil de percibir porque el astro apenas cambia de color y la diferencia es muy sutil. Si entra también en la zona más opaca, la umbra, pero una parte del disco queda fuera, tenemos un eclipse parcial. Cuando esto sucede vemos oscurecerse solamente una zona del astro, como si estuviera mordido.
Para ver un eclipse total, que es sin duda el más especial, la Luna tiene que entrar de forma íntegra en la umbra. En ese momento su superficie se vuelve roja debido a un efecto de refracción de la luz del Sol en la atmósfera de la Tierra.