Carlos Romo Medina
OCULTAR LA VERDAD es un ingrediente infaltable en el portafolio de quienes presumen de honradez sin tenerla. El diputado federal panista, Rubén Camarillo Ortega, se ufanó apenas ayer al declarar que con las recientes reformas a la Ley de Crédito y Ahorro Popular, “se avanza con pasos firmes y certeros” para evitar fraudes como el de la Sociedad Financiera Popular (Ficrea), al establecer mecanismos más claros y efectivos de protección al ahorro.
TAMBIÉN SE ENJUGÓ la boca al citar que su voto a favor de estas modificaciones está sustentado porque “estamos convencidos” de que es necesario tener controles más serios en la materia, a fin de prevenir que sigan ocurriendo fraudes en cajas de ahorro, como sucede en la mayoría de las entidades del país. Ahora será la propia Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la que regule y supervise la operación de estas instituciones. Camarillo Ortega, apenas ayer, se trepó a la nube de los defensores de los desposeídos y desenvainaba la espada para fustigar a los defraudadores que abusan de los débiles y los ignorantes.
UN DÍA DESPUÉS apareció el peine. Camarillo Ortega nos contó la mitad de la película, porque jamás reconoció y menos nos dijo que promovió en la Cámara Baja que con dinero público, del erario, se pagara a quienes fueron defraudados por Ficrea por importes de hasta un millón de pesos, cuando el acuerdo original contemplaba rescatar únicamente a quienes habían ahorrado o invertido hasta 150 mil pesos, no más. Eso lo pujó, al lado de otros legisladores panistas y priistas, a quienes se les hizo fácil disponer, a espaldas de los contribuyentes, de mayores cantidades de la hacienda pública para pagar el fraude que un vivales cometió por 3 mil 500 millones de pesos. Camarillo, después de pujar en lo oscurito, votó en lo general las reformas a dicha Ley de Crédito y Ahorro Popular, pero a la hora de votar en lo particular para incrementar los montos del rescate de 150 mil pesos a un millón, simple y sencillamente hizo mutis del salón de sesiones para no “ser cómplice” del nuevo “minifobaproa”. ¿Y así quiere ser gobernador?
SIN BRÚJULA. El poder lo mareó y ni un puñado de dramamine resolverá el malestar. Sólo la pérdida del poder será la cura. El presidente del PAN, Paulo Martínez López respondió a los cuestionamientos sobre la iniciativa del alcalde Juan Antonio Martín del Campo, quien que de manera “bondadosa” ofreció que el ayuntamiento, con dinero de los contribuyentes, repare las ineficiencias de la Concesionaria de Aguas de Aguascalientes (CAASA) en el deficiente suministro del agua potable a los hogares aguascalentenses.
PAULO MARTÍNEZ,a pesar de estar obligado políticamente a defender lo indefendible de sus camaradas de partido,exigió que la empresa CAASA responda por las ineficiencias de su servicio y debería pagar dichos tinacos. El panista líder definió con claridad lo que debe hacerse: para que las personas afectadas puedan adquirir un tinaco sería a través de que CAASA lo pague y no el gobierno municipal ni los afectados, pues en las actuales condiciones “la ciudadanía es la que paga los platos rotos”. Pero parece que eso no puede ser comprendido por quienes se marean al navegar en una lanchita en medio de un pequeño lago artificial, y aun así, naufragan sin remedio.
EL DIRIGENTE PRIISTA Francisco Guel Saldívar fue más directo, al grano, pues. Simple y llanamente expuso que las disposiciones del alcalde son violatorias “completamente, porque lo hace en tiempo de campaña electoral; lo hemos dicho, el PRI no está en contra ni pide que se suspendan ni dejen de trabajar los servidores públicos, lo que está prohibido es la difusión, puesto que el hizo un llamado, hizo un comunicado para anunciar el establecimiento de un nuevo programa social. Eso es una violación”. Para fortuna de los ciudadanos el pasajero no está viajando en un trasatlántico en medio de mares embravecidos, pues sólo así podría entenderse y hasta perdonarse el naufragio. Lo que no se perdona es que se considere que es chiquito el mar para tragárselo en un buche de agua, cuando se trata tan sólo de un chisguete. Es fácil atragantarse con la propia saliva.
JESÚS RIOS ALBA, candidato a diputado del PRI por el distrito 03, dio su versión de la novela llamada Nuevo Hospital Miguel Hidalgo y por lo cual no se ha podido concluir. Ofreció trabajar para facilitar la construcción del nuevo Hospital Hidalgo, “que si bien Enrique Peña Nieto tomó el toro por los cuernos e hizo suyo este proyecto, que no nos quede duda, cumplirá su compromiso, hay que recordar que fue un problema generado por un gobierno estatal panista, que nos heredó un elefante blanco a causa de la voracidad con que se actuó en el sexenio pasado”. Pero mientras se aclaran o no las diferentes versiones de dicha novela, la obra sigue detenida en detrimento de los pacientes que requieren una mejor atención médica.
EL “SEÑOR” de la censura. Ahora resulta que con el mini poder que le han otorgado (se nota que no le conocen quienes lo treparon a un centavo) a quien funge como responsable del área de prensa en el Comité Directivo Estatal del PRI, Mario Luis Ramos Rocha, trae asolado y amenazado al personal de las oficinas del tricolor para que por ningún motivo lean, vean o escuchen medios de información que considera “enemigos” del régimen, so pena de cesarlos de manera fulminante. Cuando se carece de la estatura suficiente los traumas resultan ser insuperables. Como decía “La Chimoltrufia”, así pasa cuando sucede.
EN SUS PROPIAS PALABRAS:Siempre me ha indignado que se utilicen los cargos sólo para brincar de una posición a otra, estoy en contra del ‘chapulinismo’ y hay que combatirlo. Arlette Muñoz, candidata del PAN a diputada federal por el distrito 02.
FRASE DEL DÍA: La opinión pública es el contenido político de la voluntad política pública que podría ser discordante: por eso existe la lucha por el monopolio de los órganos de la opinión pública: periódicos, partidos, parlamento, de modo que una sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política nacional, convirtiendo a los disidentes en un polvillo individual e inorgánico. Antonio Gramsci (1891-1937) Filósofo italiano.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones. Cuando un político, sólo uno, se conduzca con la verdad, comenzarán a caerse a pedazos la corrupción y la impunidad. O sea que va para largo.
Cartón por Tiscareño |
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