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Vale al Paraíso / Abrazos. No palazos

  • Mario Granados Roldán

Aguascalientes, Ags.- 19 de julio de 2022.- (aguzados.com).- En la sesión del 9 de junio el Congreso del Estado de Aguascalientes aprobó una reforma a la Ley de Protección a los Animales para sancionar, hasta con 14 mil pesos, el abandono de perros y gatos, cuando se les prive de aire, luz, alimentos y bebidas, o se les tenga en un espacio insuficiente, sin abrigo, a la intemperie, con lo que se les cause daño a su salud.

La modificación no viene acompañada de alguna campaña de difusión para dar a conocer el contenido de la reforma y para sensibilizar a la población que los mejores amigos del hombre son parte del bienestar del planeta, pero bueno, los diputados no se distinguen por su capacidad y talento para completar su escaso trabajo de manera profesional.

El lance legislativo me hizo recordar que la última semana de noviembre de 2015 llegó a mi Animal Planet un precioso libro que publicó la Presidencia Municipal de Aguascalientes, a través de la Secretaria de Servicios Públicos. Lo bautizó con el nombre de Huellas. Historias de animales que han transformado vidas. Consta de 93 páginas regiamente impresas, a todo color, donde predominan las fotografías que dicen más que mil palabras.

Sabe a miel. Huele a rosas. El esfuerzo editorial es la viva esperanza del bienestar animal, que en la administración del alcalde Toño Martín del Campo, se transformó en una política pública rigurosamente cumplida.

El volumen da “la posibilidad de conocer y analizar historias que no solamente han cambiado la vida de los autores de éstas, sino que además nos permitirán una mejor apreciación de los animales y por consecuencia una mejor convivencia, pues ellos también ocupan un lugar importante en nuestro mundo y merecen ser tratados dignamente”, refiere Martín del Campo en el mensaje introductorio.

De todas las historias narradas de perros, gatos, gallos, caballos, tortugas y demás fauna, me quedo de manera especial con dos: una la Mercadito, el discapacitado can que luchó diariamente y salió adelante con la ayuda de una silla de ruedas, a manera de prótesis.

La otra es la de Canelo. Me platicó, en el lejano diciembre de 2015, Héctor Eduardo Anaya Pérez, titular de la Secretaria de Servicios Públicos, que el perro tuvo un hogar, pero se extravió. Llegó a las puertas de una escuela pública donde tuvo un buen comportamiento. De ahí fue recogido por el personal de la dependencia.

Dada su nobleza se ganó el corazón de la comunidad, por lo que finalmente fue adoptado por Servicios Públicos. Hoy recorre las instalaciones. Convive con los trabajadores. Tiene su casa adyacente a la caseta de vigilancia. En el verano se echa su nadadita en el estanque. Y lo más importante: no forma parte la nómina. Es de confianza. No tiene días económicos. Ni vacaciones. Menos presenta incapacidades médicas conseguidas con algún burócrata amigo. Para fortuna de su salud no está afiliado al IMSS o al ISSSTE.

A mis queridos padres debo el acendrado amor a los animalitos. Bien puedo ocupar, en la reedición posmoderna de los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis, el papel protagónico en el Arca de Noé, aunque en mi calidad de implacable cadenero les impediría la entrada a las corruptas ratas de dos patas que trabajando en el gobierno se roban —sin importar modalidades—, el dinero del contribuyente.

Abrazos. No palazos. A todos los animales.

Porque alguien tiene que escribirlo: De acuerdo a la información publicada en las redes sociales, el jueves inició el proceso de entrega–recepción del gobierno del estado de Aguascalientes, porque salida la mercancía no se admiten reclamaciones.

Mucho ayudaría a Martín Orozco Sandoval y a María Teresa Jiménez Esquivel, preguntarle al entonces gobernador entrante panista, Felipe González González, cómo fue la entrega-recepción del gobierno en 1998, para revisar temas, documentos, libros blancos y contenidos presentados en el procedimiento administrativo.

El empresario también pudiera comentarles el formato transparente de las sesiones de la entrega-recepción que, por cierto, fueron públicas, con la presencia de los dos gobernadores, transmisión por televisión, asistencia de la prensa.

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