Mario Guevara Palomino
Aún faltan 115 días para las elecciones locales y ya somos presa del nerviosismo por los resultados que se ventilan de casas encuestadoras o “supuestas casas encuestadoras”, pero su publicación tiene un fin: generar un impacto en la percepción del votante para provocar un efecto que denomino de mayoría artificial.
Todos los PARTIDOS POLÍTICOS adolecen de ese error, sus estrategas caen en un juego maquiavélico, concentran sus baterías en hacer creer que la mayoría de los votantes ya definieron su preferencia.
¿Pero qué pasa en realidad? Que el ciudadano aún está en una fase temprana para definir de manera contundente su preferencia electoral, puede externar su probable voluntad, pero mayoritariamente es tímida y se manifiesta con mucha precaución.
Debemos partir que en el ambiente político de opinión hay SONDEOS Y ENCUESTAS, son dos métodos diferentes, que se utilizan para obtener información y opiniones de otras personas concentradas en una comunidad específica para un mercado determinado.
¿Pero cuál es su diferencia?
Las encuestas son para tomar decisiones y obtener resultados y los sondeos son para tener el panorama de un tema.
Los sondeos dan respuestas instantáneas y las encuestas entran en un proceso de análisis para conocer el resultado.
Un sondeo consiste normalmente en una sola pregunta de opción múltiple y puede ser manipulada la respuesta con esas opciones como respuesta. En cambio, una encuesta tiene mayor cantidad de preguntas y su contexto suele ser de preguntas más abiertas.
En ambos casos se pueden realizarse por teléfono, en línea, en papel o incluso en persona. Cada tipo de mecanismo tiene sus ventajas y desventajas. Un sondeo por lo general es anónimo, al hacerlos en línea o en los centros telefónicos llamados “call center”, no piden ningún dato personal en el sondeo, sólo le interesa obtener información general de un cuestionario muy corto para saber qué piensan las personas.
Una encuesta pide información personal, ya sea nombre, edad, teléfono, correo electrónico, dirección, etcétera, lo que permite a los investigadores contactar en caso de requerir una pregunta adicional, pero además permite saber la certeza de la existencia de quien contesta el cuestionario.
Las encuestas van por información detallada, dando una más clara opinión de la muestra del electorado.
Creo que la diferencia entre encuestas y sondeos queda más que clara y la clave está en las preguntas que se llevan a cabo. Por eso si solo necesitan saber la respuesta de una, de dos o tres preguntas lo que hacen es un sondeo, estos son rápidos, por ello utilizan por lo general las líneas telefónicas fijas o de celular.
La lógica del sondeo sería: “HAZ UNA PREGUNTA, OBTÉN UNA RESPUESTA”, ve lo que tienen que decirte los demás sobre todo de manera instantánea más no reflexiva.
Cuando levanto una encuesta busco el mayor número de reactivos posibles, por lo que al hacer muchas preguntas es un formato mejor estructurado para que los analistas obtengan información con mayor probabilidad y certeza de que se apega a una realidad del momento.
En primera conclusión las ENCUESTAS arrojan datos cuantitativos y estadísticos, los SONDEOS son una fotografía del momento sobre un tema en específico.
Al inicio de mi colaboración señalé que faltan muchos días para el 6 de junio, por lo que en este tiempo veremos muchos factores que modifiquen las preferencias y, encontraremos que la respuesta estará más allá del impacto en medios, estará en la capacidad estructural de cada fuerza política pero también del candidato y de sus equipos.