- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 12 de marzo de 2019.- (aguzados.com).- La Presidencia Municipal de Aguascalientes trae como tema de moda a los vecinos ruidosos. En lo que se lleva de este mes, ha difundido dos boletines informativos. Exhorta a reportar el exceso de decibeles. Rápido y furioso le tomo la palabra. Ya platicaré la efectividad de la atención, descuidada en otro caso, denunciado en este espacio, el año pasado.
Valiéndole gorro, el longevo club privado tiene a bien despertar de insalubre manera a los vecinos del Campestre y Vergeles, a las 6 de la mañana, o un poco más tarde cuando se apiadan del indefenso prójimo, de las inermes mascotas de compañía y de los huérfanos animales en situación de calle.
El perclorato de sodio, cobre, estroncio litio, antimonio magnesio, aluminio, diversos metales pesados y otros componentes de los cohetones, se confabulan de manera contaminante al momento de detonar, para liberar monóxido de carbono y demás partículas suspendidas en las alturas.
Cada fin de semana —sobre todo en noviembre, diciembre y enero—, es la misma fregadera para los recién nacidos, niños, adultos mayores, señoras embarazadas, enfermos, perros y gatos de compañía y callejeros, aves, fiesteros con la cruda a cuestas, que son despertados de manera inhumana.
Especismo Cero, por los derechos de los animales, señala las graves consecuencias del uso indiscriminado de la pirotecnia, porque “genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte”.
De acuerdo a estudios auditivos, los humanos percibimos sonidos hasta de 20 mil ciclos por segundos, mientras que la capacidad de los perros se maximiza, registrando sonidos de 60 mil ciclos por segundo, que retumban en sus indefensos cuerpos por los fuegos artificiales.
El 8 de enero del año pasado, con su publicación en el Periódico Oficial del Estado, entró en vigor la reforma al artículo 342 del Código Municipal de Aguascalientes, que faculta a la Dirección de Reglamentos de la Presidencia Municipal, a imponer sanciones por el exceso de ruido del prepotente vecino.
La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, la Semarnat y la dependencia municipal capitalina, deberían intervenir para aplicar la ley, preservar el cuidado del medio ambiente, la salud de los habitantes y de los animales, y la calidad de vida de la comunidad.
Mientras esto ocurre —sí es que la burocracia de generoso salario se digna atender el reclamo ciudadano—, el amanecer aguarda. El anochecer tarda en retirarse. La ciudad duerme. Los pájaros enmudecen. Los perros callan. Y los señoritingos del Club Campestre de Aguascalientes joden al vecino en las primeras horas del día.
Porque alguien tiene que escribirlo:
En Morena, la designación de su candidato a la Presidencia Municipal de Aguascalientes está convertida en un depravado carnaval, a propósito de la temporada de cuaresma que inició el miércoles.
La lista inicial de precandidatos se va modificando con “Fe de erratas” —379 hasta la fecha—, que más bien parece La Esperanza de los Caídos, de los que todavía no aparecen nominados.
La violación a los Estatutos de la organización y a la Convocatoria expedida para dedear al ungido, es doblemente flagrante. Pero no importa, la impudicia de los morenitas forma parte de su ADN, es el chiquero donde conviven puercos, cochinos, cerdos, marranos y el ganso cansado.
José Eustacio Tacho Álvarez Flores, Grabiel Arellano Espinosa, Mauricio González López, Arturo Ávila Anaya y Salma Luévano Luna, todos aspirantes externos, aceptan de buena gana el papel de limosneros, pero además, son humillados, ultrajados, sobajados, exhibidos y entregados a ese Circo Romano, llamado redes sociales, para ser devorados por los carroñeros desde el más vil anonimato.
La dignidad no es un manjar que se coma en el tablón de la política, sino en la elegante mesa de la realeza.
Coda: En su calidad de hijo pródigo, Vale al Paraíso regresa a Aguzados, del periodista Carlos Romo Medina, a quien le agradece la invitación y la fraternal recepción al portal informativo.
Mi esposa tomó la fotografía y diseño el cabezal. Quedó muy padre. Al fin, soy como un angelito terrenal.
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