Ciudad de México.- 3 de diciembre de 2018.- (aguzados.com).- El 1 de diciembre concluye la administración de Enrique Peña Nieto y comienza —formalmente— la de Andrés Manuel López Obrador. En este contexto, es importante hacer un análisis de cómo finaliza el gobierno priista que después de 12 años logró recuperar la Presidencia, y cómo inicia el primer gobierno de izquierda en la historia de México.
Durante el sexenio de Peña Nieto pudimos observar un fenómeno que no había ocurrido en el país: la desaprobación a la gestión de gobierno del presidente por arriba de la de aprobación.
El promedio de aprobación de Vicente Fox de 2000 a 2006 fue de 54 por ciento y la desaprobación de 29 por ciento. El segundo gobierno panista encabezado por Felipe Calderón, de 2006 a 2012, tuvo un promedio de aprobación de 67 por ciento y una desaprobación de 28 por ciento. En el caso de Peña Nieto el promedio de aprobación fue de 37 por ciento mientras que la desaprobación llegó a 59.
Peña Nieto ganó la Presidencia en julio de 2012 con 38 por ciento de la votación y arrancó en diciembre del mismo año con 55 por ciento de aprobación. En 2013 los porcentajes de aprobación fueron altos, llegaron hasta 63%. En este tiempo, se dio a conocer el Pacto por México. Diversas encuestas que realizamos en ese momento mostraban que los mexicanos tenían altas expectativas del gobierno entrante.
En 2014 observamos ya algunos datos en los que la desaprobación fue mayor, pero en 2015 ésta crece ya de forma considerable. En este tiempo ya se había dado a conocer el tema de la casa blanca y la desaparición forzada de estudiantes de Ayotzinapa. El porcentaje de desaprobación más alto se registra en enero de 2017 cuando ocho de cada diez entrevistados dijeron reprobar la actuación del gobierno en turno, mientras que la aprobación era de apenas 15 por ciento.
En los meses posteriores vimos una recuperación, aunque nunca pudo revertir la tendencia. En ese mes, enero de 2017, Morena creció de 21% de preferencia a 33%, para pasar a ocupar la primera fuerza electoral del país.
Los datos de noviembre de este año indican que Peña Nieto cerrará su gobierno con 74 por ciento de desaprobación y 22 de aprobación. Además, es importante ver la intensidad de la desaprobación, 23 por ciento dijo desaprobar “mucho” la administración que concluye, lo que observamos es que la intensidad negativa creció de forma considerable durante su mandato.
El contraste entre las expectativas generadas y los resultados obtenidos pueden ser parte de la explicación. En el sexto año de gobierno, 81 por ciento de mexicanos dijeron que durante su mandato Peña Nieto hizo menos de lo que esperaban, este es el número más alto desde el gobierno de Fox, que era de 60 por ciento.
También vemos un desgaste en la imagen del actual presidente, Peña Nieto tiene una opinión efectiva negativa muy alta, la misma llega a menos 52%. En 2015 se dan los primeros números en los que la opinión negativa es mayor a la positiva. La caída más importante tuvo lugar en enero de 2017 cuando su imagen llegó a menos 62%, este dato coincide con el aumento al precio de la gasolina, el cual provocó que se realizaran manifestaciones de rechazo en diferentes estados del país.
En cuanto al gobierno entrante ocurrió otro acontecimiento sin precedente. Ya hace tiempo se hablaba de que la transición de gobierno en México era de las más largas. Las elecciones en el país tienen lugar en junio o julio, pero la toma de protesta del presidente electo se realiza hasta diciembre de ese año. Lo que ocurrió con el gobierno entrante es que empezó a posicionar su agenda e implementarla un día después de haber resultado electo.
Las reuniones con miembros de su gabinete, con los equipos de transición y la aprobación de temas en el Congreso iniciaron mucho antes de la toma de protesta formal. Este acontecimiento no era parte del ritual mexicano de la transición. Por ello Parametría empezó a medir la aprobación del gobierno electo desde agosto de 2018. Las encuestas realizadas cara a cara en vivienda indican que López Obrador, quien ganó la elección con 53 por ciento de aprobación, asumirá la Presidencia con un alto porcentaje de aprobación 69 por ciento.
En agosto de este año, 71 por ciento de personas dijeron aprobar el trabajo de López Obrador. Encuestas recientes de El Financiero y El Universal indican que hubo una caída en la misma. El primero reporta que para noviembre la aprobación está en 66 por ciento mientras que el segundo reporta 56 por ciento. En las encuestas hechas por Enkroll, Parametría y reforma la aprobación de es de 71, 69 y 63 por ciento, respectivamente. De estos datos, el de El Universal es el que es distinto, pues registra una caída importante; en el resto la aprobación está en alrededor de 70 por ciento.
Respecto a la opinión que las personas tienen de López Obrador vemos cómo esta ha ido cambiando en el tiempo. Actualmente se encuentra en los porcentajes más altos de opinión positiva. La opinión más baja del tres veces candidato presidencial se registró en septiembre de 2008.
Desde junio de 2006 ya se observaba una tendencia a la baja en la buena opinión sobre López Obrador, esto coincidió con el plantón en Reforma. En 2012 cuando volvió a competir por la Presidencia aumentaron sus porcentajes positivos, llegando hasta 30 por ciento, sin embargo, después de la elección volvieron a disminuir.
El momento en el que López Obrador empieza a tener mejor opinión entre la ciudadanía es a partir de diciembre de 2017, desde ese momento creció considerablemente el número de personas que dijeron tener una buena o muy buena opinión de él.
Con este escenario llegamos al cambio de gobierno en el país. Las expectativas son históricamente altas, incluso por arriba de Fox. A partir de mañana los mexicanos evaluarán ya no al electo, sino al presidente en funciones, veremos qué dice el primer registro para diciembre, próxima entrega.