Socorro Ramírez O
Aguascalientes, Ags, 14 de julio 2015.- (aguzados.com).- José Jr., se suicidó. Nadie queremos escuchar estas palabras del otro lado del teléfono. Pero ahí estaban, crudas y llanas, informando de una verdad irreversible. Un joven de 19 años no estaba más entre nosotros, había tomado una decisión y nos había enfrentado a ella sin opción para discutir, para argumentar, para rogar que no lo hiciera.
La nana Silvia: amor incondicional. Cuando José Jr era apenas un pequeñito de unos dos años de edad, su carita morena y sus enormes ojos oscuros, se iluminaban cuando veía el rostro de su nana Silvia, la que fue su madre sustituta, la que lo acurrucaba en sus brazos con un amor muy grande, pero que no alcanzaba a llenar el espacio vacío del cariño y la comprensión que debió haberle prodigado su madre biológica; ella estaba muy ocupada persiguiendo el de un hombre lejano, que sólo regresaba ante los intentos de suicido de ella. Resignado él, volvía, sabiendo que tarde o temprano volvería a marcharse y sabiendo que tarde o temprano ella pararía en una cama de hospital para demandar su regreso: la primera soledad se ensañaba, en la más tierna edad, con el pequeño Josecito.
Mientras el juego ausencia-suicidio se repetía una y otra vez frente a los ojos del pequeño José Jr., la nana Silvia prodigaba abrazos, besos y ternura en abundancia al niño, pero cual agua vertida en recipiente cerrado, no se llenaba el vacío en el tierno corazón. A pesar de todo el amor de su nana, Josecito no se sentía amado.
El padre al rescate. El humilde albañil, padre de Josecito, intuyó que algo no andaba bien con su hijo, ya en plena adolescencia; así que decidió acercarlo a su entorno y a su propia familia construida con otra mujer. Era demasiado tarde: el corazón del niño se había quebrado y el cariño ahora brindado, se derramaba porque ya no había donde contenerlo, donde guardarlo. El dique se había roto y él, el pequeño José, solo él lo sabía.
Los abuelos distanciados. Lo único estable y seguro que existía en la niñez temprana de Josecito, eran los abuelos; sin embargo, y sin que el sensible niño pudiera entenderlo, la abuela partió de la ciudad y el abuelo partió de casa. Luego el abuelo partió hacia el infinito, y hace apenas dos meses, la abuela lo siguió. La segunda soledad arremetía contra el maltrecho corazón de José Jr.
El joven José escribió, hace dos meses a la muerte de su querida abuela, en el reverso de una fotografía donde aparecían abrazados: pronto estaremos juntos, abrazándonos nuevamente.
La infamia de la difamación. Lorena X, locutora. Lorena X impía. Lorena X falaz. La locutora Lorena X que seguramente veremos pronto en algún cargo de elección popular difamando cobijada en el fuero que otrora cobijase a los valientes, a los que la lengua fue cortada por denunciar la verdad ¡Qué ironía! Ella afirmó que el joven era casado: mentira. Que el joven era alcohólico: mentira. Que el joven era adicto: mentira. Bueno, quizá en esto último no se equivocó; el joven era adicto a un amor que le faltó, era adicto a un amor que le falló, era adicto a una esperanza que no iluminó su corazón, que nadie, ningún adulto supimos darle, pero… a pocos interesa un joven que muere con el corazón vacío. Eso no vende. Eso baja el rating y la popularidad.
Le resultó más fácil y más “vendible” a la locutora, exculpar conciencias tildando al suicida de alcohólico y adicto, así nadie baja la cabeza, así nadie se siente culpable, así nadie lamenta la muerte de un joven al que no pudimos darle motivos para vivir.
En la homilía de la misa de cuerpo presente para José Jr., celebrada en el templo de Santa Teresita, el sacerdote llamó la atención sobre el hecho de que nuestros jóvenes llenan el vacío de su existencia con bienes materiales, porque como sociedad somos incapaces de llenar sus mentes y corazones de valores, de aspiraciones humanas, de amor.
Perdóname papá. En un mensaje de texto, la nota póstuma del Joven José Jr., del pequeño Josecito, que sólo atinó a pedir perdón.
De la nana Silvia, se despidió personalmente un par de horas antes. Él Josecito, lo sabía. Silvia, por supuesto, no.
¿Perdóname papá? Perdónanos tú, pequeño José, por no haberte rescatado oportunamente del desamor. Perdónanos tú, Josecito, por no haberte dado motivos suficientes para vivir, a pesar de ello. Perdónanos por haber manchado con la difamación, tu memoria. Perdónanos tú, hermoso joven de apenas diecinueve años por no poder parar, como gobierno y sociedad de Aguascalientes, el fenómeno del suicido que atrapa en sus garras a cada vez más y más de los nuestros.
Cuando Josecito tenía un par de años de edad, sus enormes ojos se llenaban de luz al contemplar el rostro de su nana Silvia y su carita morena sonreía ampliamente al sentir el maternal abrazo. Espero hermoso joven, que al abrazar a tus abuelos allá muy lejos, donde el desamor no puede dañarte, vuelvas a sonreír de esa manera y esta vez, lo hagas para siempre.
Esta cocina está de luto. A partir del domingo próximo pasado, en el templo de Santa Teresina, en la Colonia Volcanes, a las 20:00 horas, se celebran nueve misas para José Jr. Quizá quiera Usted, apreciable lector, estimada lectora, sumar su oración. Recuerde enviarle a Josecito, quien seguramente tendrá ya su corazón espiritualmente reparado, todo el amor que ahora puede recibir en él.
CODA ciudadano. Atención y orientación en crisis suicidas. Marcar 066 desde cualquier teléfono en Aguascalientes. Atención las 24 horas del día, los 365 días del año, a personas con ideas pre suicidas o a ciudadanos que hayan detectado en algún familiar, o conocido, esta tendencias y desee ayudarlo.
ISSEA, Salud Mental, Agua Clara. Artillero Mier número 905, Colonia Satélite Morelos. El servicio de consulta se ofrece de 8:00 a 21:00 horas, de lunes a viernes, a su llegada, será atendido por un psicólogo que le orientará que hacer. Y a los teléfonos 977 5240 y 977 1558 las 24 horas del día, los 365 días del año.
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