Socorro Ramírez O
Aguascalientes, Ags, 03 enero 2017.- (aguzados.com).- Apenas checar y comienzan los despidos injustificados en las dependencias del nuevo y flamante Gobierno estatal. Reingeniería, un concepto de tipo administrativo, se utiliza para disfrazar el desplazo de miles de trabajadores de sus empleos. Los espacios laborales se necesitan para pagar favores electorales, sin importar la antigüedad del trabajador caído, su formación académica, su productividad profesional.
Desde la hora de checar entrada, comenzaron los despidos sin causa justificada. Todos bajo el mismo método disfrazado de reingeniería, la que por cierto, es básicamente una serie de acciones de carácter organizacional y no tiene que ver con cerrar áreas, departamentos, direcciones o programas, como se está haciendo y cambiarles de nombre para colocar a militantes del PAN en Aguascalientes.
Bajo presión y ante un sinfín de mitos, ayer lunes se quedaron en la calle unos dos mil trabajadores, todos bajo un mismo “sistema” para ponerlos de patitas en la calle. El jefe inmediato superior manda llamar de uno en uno a los trabajadores, les dice que su área o departamento o programa tendrá una “reingeniería” por lo que va a desaparecer, con lo cual su empleo simple y llanamente ¡Pues ya no existe! Se hizo humo, se diluyó; luego se indica al trabajador pasar a entregar todo cuanto tenga bajo resguardo y finalmente se le dirige al área de recursos humanos, en donde se le solicitará –abra bien los ojos, escuche lo siguiente- ¡Firmar una renuncia! y se le entregará un piadoso finiquito calculado sólo sabe el altísimo por quien.
Ahora, vayamos por partes en los mitos, trampas y mentiras con los que se presiona, desorienta e intimida al infortunado trabajador puesto en calle.
Es una reingeniería. Falso. En una reingeniería organizacional, el trabajador simplemente se trasladaría a otra área, se le asignarían otras funciones ¡Pero no se atenta contra su empleo! Son dos temas diferentes.
Tu trabajo ya no existe. Falso. Las leyes laborales garantizan la estabilidad en el empleo. El empleo subsiste a cualquier cambio interno. Tan cierto es, que un empleo tiene espacio legal propio, que en cuanto el abatido trabajador se va, será sustituido por un panista que “sudó duro la camiseta en los cruceros” haciendo campaña.
Tienes que entregar los bienes bajo tu resguardo. Es la instrucción del jefe inmediato superior. Al trabajador no le queda más remedio que obedecer, o podría ser acusado por vía administrativa y hasta penal ¡Sin embargo! El empleado eliminado no debería firmar actas en cuya redacción aparezca una renuncia laboral o aceptación de la misma, y de ser posible debiera filmar el momento de la entrega, no sea que después le quieran acreditar faltantes.
Pasa a firmar tu renuncia –la peor de todas- Estamos estimado lector, querida lectora, ante la maquinación más vil. El trabajador nunca pensó en renunciar a su empleo. El trabajador no decidió renunciar, ya que puede ser reubicado en un programa nuevo o en un departamento nuevo de la fabulosa reingeniería o bien, en un espacio de los que permanecerán sin reingeniarse; pero a estas alturas del maquiavélico proceso de despido injustificado, el trabajador está en total estado de shock y no atina a diferenciar su propia voluntad de la de su impío empleador.
¿Cuántos miles abatirá la supuesta reingeniería? Eche cálculo mi lectora. Mi lector. Si sólo ayer lunes, aumentó el desempleo en Aguascalientes con unos dos mil trabajadores y si consideramos que, como expresó un panista que comía ayer en la mesa contigua a la mía “enero será para limpiar, para que luego entremos nosotros”. Un mes con veintidós días hábiles, manteniendo ese record de desempleo ¡Haga cuentas!
Los argumentos de la infamia. La relación de los mitos con los que se “limpia” al gobierno estatal para que “podamos entrar nosotros” es tan larga como infame. En otros, más te vale firmar tu renuncia o entras a la lista negra y jamás obtendrás empleo en gobierno (falso); ni se te ocurra demandar. Los juicios laborales tardan como diez años en resolverse (falso); mejor firma tu renuncia, te van dar más de lo que te correspondería por ley, porque con la reforma laboral ya te dan bien poquito (falso); mira, firma tu renuncia y luego que “entremos nosotros” te ayudamos (sic); eso es normal, tú sabías desde que entraste que cada seis años es lo mismo, así lo hacen todos, ya no hagas argüende (no es normal, sí haz argüende y exige el cumplimiento de tus derechos laborales); tenemos una fotografía tuya haciendo campaña por el –PRI, PVEM, NA, PT, Morena- así que fírmale o la usamos en contra tuya (despedir por con este argumento es discriminación laboral en función de preferencia política. Además de la demanda laboral, procede una queja por discriminación ante la Comisión de Derechos Humanos con vista a la OIT); mira, eres trabajador (a) de confianza y no tienes derechos, así que mejor acepta el dinero que te damos, porque vas a perder el juicio y te vas a quedar con nada (falso de toda falsedad. No permitas que ellos te impongan una clasificación de tu estatus laboral a modo, para eso están las autoridades judiciales, no te dejes engañar) y finalmente la mejor de todas: mejor ni te metas a pelear la reinstalación en tu empleo, te van a hacer la vida de cuadritos y te van a poner una trampa para volverte a despedir. Esto último es tan falso, como ilegal y de hecho, se encuentra previsto por la tutela legal como “despido de mala fe”. ¡Hágame Usted el favor!
No firme nada. Si Usted mi estimada, o Usted mi estimado, o sus parientes o amigos, son víctimas de la reingeniería pública estatal ¡No firme! No ceda. Defienda sus derechos. Hágase asesorar por un abogado o abogada especialista en derecho laboral. Olvídese de acudir a la Unidad de Conciliación, porque ¡obvio! no estarán a su favor. Tampoco acuda con abogados sin experiencia en la material labora, la materia es compleja y exige estar al día con jurisprudencia y criterios.
Finalmente le recuerdo que un laboralista serio, no le cobrará por representarlo. Usted deberá cubrir honorarios legales, hasta el término del juicio. Fije el porcentaje de lo obtenido con que cubrirá los servicios profesionales (un 20% es razonable) y no deje ir su empleo ¡créame! No hay finiquito que dure y no hay abundancia de ofertas laborales dignas. ¡Aguzado!
Nos vemos en la próxima. Recuerde Usted que en esta su cocina, se come, se lee, se estudia y se conversa de todo; especialmente de política.
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