- De la mano de la incertidumbre por la vacuna y el tratamiento para el Covid-19, se presentó un choque financiero que alimentó el desplome de divisas emergentes, donde México resultó muy afectado.
Ciudad de México.- 10 de septiembre de 2020.- (aguzados.com).- El PIB mexicano reportará la segunda contracción más profunda del último siglo, de 10.2% en el 2020 y le tomará unos cinco años recuperar la capacidad productiva previa a la crisis por el Covid-19, estimó el Director de Análisis Económico para América Latina en la consultoría Moody's Analytics, Alfredo Coutiño.
Al participar en una conferencia en línea, dijo que esta recuperación de niveles precrisis dependerá de cómo el gobierno promueve un ambiente amigable, seguro y de concordia para la inversión privada.
Frente a un público de empresarios, acotó que la inversión es una fuente fundamental del crecimiento de México y evidenció que se ha mantenido a la baja desde el 2015 con una importante caída este año.
El nuevo pronóstico de Moody's Analytics incorpora los supuestos de que el pico de la pandemia en México se alcanzará hasta finales de este año. También incorpora la previsión de que continúe la gradualidad en el proceso de reapertura económica y que la reactivación estadounidense avanzará como hasta ahora, sin tropiezos.
Recuperación, camino largo
En la presentación ante el Club Rotario de San Nicolás de los Garza, el experto destacó que la recuperación gradual de la economía mexicana comenzó en junio, pero matizó que falta un largo trecho para decir que tenemos condiciones similares a las registradas hasta antes de la crisis.
Alfredo Coutiño comentó que como el gobierno ha dicho que no solicitará deuda para fines productivos, la recuperación será lenta, gradual y con bajas tasas.
Previo, explicó a El Economista que la economía de México registrará una expansión de 3.5% el próximo año, pero acotó que de ningún modo se puede tomar como una recuperación.
Una tasa positiva para el año entrante significa que cayó tanto la economía en el 2020 que la reapertura de los negocios, las compras y el consumo, favorecen una reactivación, que de ninguna manera puede leerse como una recuperación.
Y es que la profunda caída del PIB mermó los recursos disponibles y los niveles de producción, y como no hay una fuerza interna que permita magnificar la tasa de crecimiento, la actividad no estará retomando los niveles precrisis en poco tiempo, advirtió.
El factor de EU
En la presentación, expuso que la caída de exportaciones y turismo comenzó a presentarse en México poco antes de que iniciara el distanciamiento, pues los países de origen de la demanda externa y de los turistas, iniciaron el cierre desde antes.
En consecuencia, las exportaciones recibieron un golpe externo desde enero que terminó por generar una caída aguda el 31 de mayo. Este deterioro motivó un desplome en el segundo trimestre del año que se prolongó ante la ausencia de un estímulo fiscal.
De la mano de la incertidumbre por el futuro de la vacuna y el tratamiento para la enfermedad del Covid-19, se presentó un choque financiero que alimentó el desplome de divisas emergentes, donde México resultó profundamente afectado.