- Necesario reducir el consumo de unicel, hay materiales sustentables para sustituirlo, refirió
- Falta conciencia en protección ambiental para reconvertir producción y uso de desechables, dijo
- Pero también se carece de interés por preservar el medio ambiente a nivel mundial, aseguró
Aguascalientes, Ags.- 19 de mayo de 2018.- (aguzados.com).-Se deben impulsar incentivos fiscales para las industrias y empresas que eliminen la producción de unicel, y su uso en los servicios y que a la vez generen nuevos materiales amigables con la naturaleza, a través de la reconversión de sus procesos productivos de artículos desechables en México, señaló el candidato al Senado de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gustavo Adolfo Granados Corzo.
Se comprometió a promover iniciativas que en el marco de la agenda Medio Ambiente y Energías Limpias que impulsa el PRI, regulen el uso de empaques no biodegradables con especificaciones útiles orientadas a la industria de alimentos, belleza y limpieza, entre otros.
Señaló que se estima que cada año se consumen en el país más de 125 mil toneladas de productos de poliestireno expandido, de las cuales hasta el 35 por ciento son para fabricar productos desechables para la industria alimenticia y el resto se destina a la industria de la construcción y el embalaje.
Explicó que la razón de iniciar una cruzada para reducir sistemáticamente el uso del unicel, obedece a que este material está considerado altamente contaminante y sin embargo, es sumamente utilizado por todos los sectores de la población, pese a los daños que genera al medio ambiente y a la salud.
Sobresalen, la contaminación de alimentos que son calentados en microondas en recipientes de unicel; es un alto generador de basura pues se calcula que genera ocho millones de toneladas de residuos cada año; contamina agua, aire y provoca desequilibrio al ecosistema, además que puede tardar cientos de años en degradarse, lo que provoca que el daño ambiental sea persistente en un largo periodo.
Granados Corzo indicó que la proporción de producción y consumo en la entidad alcanzaría el uno por ciento y la eliminación de esta porción a través de leyes, programas y recursos diseñados para la reconversión de productos desechables por materiales biodegradables que los sustituyan, sería el primer paso para que a nivel nacional se amplíe la experiencia.
Dijo que un factor importante es que los aguascalentenses en general han mostrado un interés particular en contribuir al cuidado ambiental y en lo particular esto se ha demostrado con hechos; por una parte, en la participación de diferentes sectores de la población, especialmente en las generaciones jóvenes y en la niñez, en eventos que contribuyen a la preservación ambiental.
También, en protestas abiertas contra acciones que lastiman los ecosistemas, como la tala de árboles para hacer obra pública o fraccionamientos, pero especialmente en sectores productivos que se han manifestado decididos a ser mejores en todos sentidos, pero sobre todo respetando la naturaleza y el medio ambiente, como lo es la industria restaurantera local.
Al respecto destacó que hay nuevos productos elaborados con materiales biodegradables accesibles, de bajo costo y que pueden reintegrarse al medio ambiente rápidamente, entre ellos, almidones, fibras de caña de azúcar, salvado de trigo, maguey, cáñamo y raíces, para la producción de desechables y para su fabricación utilizan los mismos mecanismos y equipos que en la industria de los plásticos, es decir, la misma infraestructura y personal será útil para su desarrollo.
Su ventaja es que luego de ser usados se reintegran al medio ambiente a modo de fertilizantes, como son platos hechos con fibra de trigo y almidón de maíz que se pueden usar varias veces, lavarse y reusarse y cuando se tiran, pueden utilizarse como composta de fertilizante.
Su producción es incipiente, pero debe impulsarse para uso generalizado y que Aguascalientes y luego México se sumen en el mediano plazo a ciudades desarrolladas como Nueva York, San Francisco, París, Toronto y Washington, que no usan más el unicel, pero sobre todo que sigamos el ejemplo de la comunidad San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, que a nivel nacional ha marcado pauta en este tema.