Carlos Romo Medina
TODA UNA JOYA. Al alcalde panista de Calvillo, Adán Valdivia López lo atraparon con los dedos contra la puerta. Se le hizo fácil justificar sus trampas y mentiras argumentando que tenía solo escasos diecisiete años. El viejo refrán señala que la educación se mama. Ya podemos imaginar el entorno en el que fue educado el aprendiz de político y ahijado político del actual secretario general de Gobierno. Para contextualizar el tema con nuestros gentiles lectores, lo más indicado es poner sobre la mesa esta enternecedora relación de hechos.
LA SENTENCIA. Un juez federal sentenció a cuatro años de prisión y el pago de una multa de 11 mil 964 pesos a Adán Valdivia López, alcalde panista de Calvillo, por usar un certificado de estudios de bachillerato falso. El juzgado Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales de la Ciudad México halló culpable al presidente municipal por el delito de uso de documento apócrifo, esto de acuerdo a informes del Poder Judicial de la Federación.
BATALLA PERDIDA. Aunque Valdivia López perdió todas las instancias judiciales no ingresará a prisión porque el juzgado le concedió los beneficios de la condena condicional y la sustitución de la pena de cárcel por trabajos en favor de la comunidad, por tratarse de un delito no grave. El edil apeló la condena del Primer Tribunal Unitario Penal en la Ciudad de México, mismo que registró el expediente con el número 24/2017, conforme a datos de dicho órgano jurisdiccional. El juzgado también le suspendió sus derechos políticos y civiles, aunque este apartado de la condena no será efectivo hasta que la sentencia sea resuelta en la última instancia judicial.
AÑEJA HISTORIA. Según la Procuraduría General de la República (PGR), Valdivia López utilizó un certificado de bachillerato apócrifo expedido el 30 de junio del año 2000 por la Dirección General de Educación y Servicios Sociales del Estado de Zacatecas, para estudiar una licenciatura. El documento acredita sus estudios y calificaciones en el plantel de la Escuela Preparatoria Colegio de Bachilleres.
LOS CÓMPLICES. El documento apócrifo fue firmado por José Luis Rosales, entonces director de ese plantel; Eleuterio Vásquez, subdirector secretario; José Gutiérrez Vázquez, director general de Educación y Servicios Sociales y José Manuel Hidalgo Bañuelos, jefe del Departamento de Educación Media Superior.
TRAMPA DESCUBIERTA. Los peritos de la PGR emitieron un dictamen en donde concluyeron que el certificado es falso. El jefe del Departamento de Evaluación Educativa del Colegio de Bachilleres de Zacatecas informó por escrito a esa Procuraduría que el documento no pertenece a sus subsistemas ni tiene el mismo formato. Ese funcionario reporto además que las asignaturas del comprobante no son las del plan de estudios que en ese momento se ofrecían y también precisa que el director de la escuela no firma dichos documentos y que el sello oficial es distinto.
LA JUSTIFICACIÓN. Al declarar ante la Procuraduría, el alcalde Adán Valdivia López reconoció que había abandonado sus estudios en el cuarto semestre de bachillerato, debido a que en aquella época emigró a Estados Unidos para trabajar. Relató que en octubre de 1999 regreso a México y que un sujeto que dijo ser director de una preparatoria en Zacatecas le ofreció el certificado de bachillerato mediante la revalidación administrativa de materias y una “cooperación” de 5 mil pesos. Valdivia López reconoció haber aceptado la oferta debido a su falta de conocimiento y exceso de confianza, “pues tenía 17 años”. Sin embargo, el juzgado determinó su culpabilidad porque más tarde siendo ya un mayor de edad, usó el certificado para cursar una licenciatura.
POR DIGNIDAD, o cuando menos por vergüenza, el “licenciado” Adán Valdivia López debiera, sin demora, solicitar licencia y separarse del cargo de presidente municipal por el que fue elegido por el pueblo de Calvillo, pues es bien sabido que quien miente y traiciona una vez, lo hará siempre. ¿Podrán los calvillenses confiar en sujeto que hizo trampa al entregar un “donativo” para obtener un certificado por estudios que no cursó completamente, y que posteriormente utilizó para ingresar a estudiar una licenciatura? Cuando se pierde la probidad, no hay marcha atrás.
HOMENAJE PÓSTUMO. En la despedida que se le hizo a Don Héctor del Villar Martínez, quien fuera un hombre, empresario y político probo a carta cabal, se dio cita la denominada clase política de la entidad. Del Villar Martínez fue alcalde de Aguascalientes de 1987 a 1989. Con su desaparición física, Don Héctor del Villar logró el milagro de reunir al pleno del “PRIAN” en las instalaciones del Palacio Municipal. Estuvieron el Gobernador Martín Orozco Sandoval, la alcaldesa Tere Jiménez Esquivel, integrantes de los gabinetes de ambos gobernantes y por supuesto, algunos de los personajes que despacharon desde la oficina principal de la alcaldía capitalina. Fue así que entre abrazos y saludos cálidos (de esos de plástico) estrecharon las manos Adrián Ventura Dávila, Alfredo Reyes Velázquez, Gabriel Arellano Espinoza, Francisco Ramírez, Juan Antonio Martín del Campo, Fernando Gómez Esparza y el propio Martín Orozco Sandoval. Los ausentes: Lorena Martínez Rodríguez, Armando Romero Rosales, Alicia de la Rosa López, Ricardo Magdaleno Rodríguez y Miguel Romo Medina. Por cierto, el exalcalde Juan Antonio Martín del Campo buscó con afán desmedido saludar a todo el que se atravesaba por su camino, por aquello de que sueña el año próximo ser ungido como candidato al Senado por su partido albiceleste. El fantasma sigue apareciendo a la menor provocación para hacer campaña, eso sí, en compañía de quien se desempeñara mediocremente como su encargado de prensa, Eduardo González Blas, que afanosamente buscó la silla con el marcador para su jefe, pero jamás la encontró porque no había un lugar reservado para su patrón.
ACLARANDO. Luego de que se quiso curar en salud el regidor priista Netza Ventura cuando rechazó haberse negado a que se le rebajara el jugoso salario que recibe por disfrutar de ese cargo y se le retirara el pago de telefonía celular, como una muestra de solidaridad ante la difícil situación económica que vive la población y para disminuir los gastos presupuestales, y en donde argumentó no tener asignado presupuesto para ejercer su encargo público, sería saludable que informara a la ciudadanía el destino que le da a los más de cien mil pesos mensuales que recibe del erario para pagar a su equipo de trabajo que le acompaña en esa responsabilidad, así como los casi diez mil pesos mensuales que le son entregados para “apoyo social”. Y con los ingresos “extras” por más de un millón 200 mil pesos al año que recibirá, tal vez por eso se le vio muy sonriente en el homenaje póstumo que se le brindó a Don Héctor del Villar. ¡Pura vida!
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
El mejor homenaje que podemos hacer a Don Héctor, es seguir su ejemplo; no es solamente recordar su buena administración 87 – 89, o el ejemplo familiar, empresarial y la parte de entrega social, sino actuar con rectitud y todo aquello que sigue siendo vigente y necesario hacerlo en cada una de nuestras acciones del día a día. Deben sentirse orgullosos, toda la familia y ese homenaje, también mi gobierno lo va a cumplir estos seis años, haciendo las cosas siguiendo el ejemplo de Don Héctor. Martín Orozco Sandoval, Gobernador del Estado de Aguascalientes.
FRASE DEL DÍA:
Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir. George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
En la LXIII Legislatura los diputados se están especializando en suministrarle a la sociedad propuestas carentes de sustento. Hablan mucho de los “qué”, pero jamás hablan de los “cómo”. Si continúan por ese camino, esa mini legislatura acabará haciéndole honor al mini congreso del que se están encargando de desprestigiar más. Sí, aún es posible desprestigiar más el “trabajo” de representar al pueblo. Lo previsible y por demás escandaloso sería que terminara sus días como una pseudo legislatura acabando de hundir al de por sí pseudo congresito, al igual que el pseudo licenciado que gobierna (¿?) en Calvillo.
COLOFÓN.
Cuando se pierde la vergüenza por alcanzar la altura del canto de un centavo.
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