DESCUBRIÓ AMÉRICA. El senador y vicecoordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado de la República, Miguel Romo Medina, se fue completamente en banda cuando anuncia que propondrá reformas “para establecer más requisitos para el ejercicio de algunas profesiones”, tales como medicina, ingeniería, derecho, arquitectura y contaduría, entre cientos de carreras profesionales que existen, para “atacar la falsificación de títulos y cédulas profesionales”.
NUESTRO REPRESENTANTE en el Senado (uno de los tres que tenemos) declara que esas iniciativas pretenden reformar la Constitución General de la República y crear una nueva ley que se denominaría “Ley General del Ejercicio Profesional Sujeto a Colegiación y Certificación Obligatorias”, para que únicamente aquellos con título y constancias emitidas por sus colegios de profesionales respectivos, puedan ejercer carreras consideradas socialmente “sensibles”, aparte de validar dichos conocimientos periódicamente.
DE ENTRADA la idea no está nada mal, salvo que el senador Romo Medina tal vez olvidó que la Ley General de Profesiones vigente establece a la letra, en su parte medular, lo siguiente: “Artículo 2.- Esta ley tiene por objeto regular y distribuir convenientemente las acciones de la función controladora del ejercicio profesional entre las autoridades federales y locales, así como prescribir la manera de probar los actos, registros y procedimientos que dentro de dicha función se realicen.
Artículo 3.- Los actos, registros y procedimientos que integran la función controladora del ejercicio profesional, son aquellos que tiendan a:
I.- Establecer las condiciones que se deben cubrir para la obtención de un título profesional o de un diploma de especialización, habilitantes para el ejercicio de cualesquiera de las profesiones señaladas por esta ley, en los términos del párrafo segundo del artículo 5º constitucional;
II.- Establecer las acciones concretas, con el propósito de vigilar que el ejercicio profesional se desarrolle con un claro propósito de servir al interés de la sociedad y dentro de los planos de ética que marquen los colegios de profesionistas en sus códigos respectivos; y
III.- Establecer las medidas protectoras de los derechos de los profesionistas, en lo que corresponde a su ejercicio profesional.
Artículo 4.- Para los efectos de esta ley, se considera como profesionista a toda persona que haya obtenido un título profesional o un diploma de especialización, de conformidad con lo dispuesto por la misma.
Artículo 5.- En caso de conflicto entre los intereses individuales y los de la sociedad, la presente ley será interpretada y aplicada a favor de esta última”.
LA PROPUESTA del ex alcalde y ex presidente del CDE del PRI -entre otro serie de cargos públicos en los que se ha desempeñado con buenos resultados- vendría a encaramarse en la ley vigente y podría considerarse ociosa o tal vez como un pretexto para justificar la “chamba” y el cargo en el Senado. Lo bueno que toca la propuesta de Romo Medina y eso habría que subrayarlo y no se le puede regatear, es que en el sector público y privado a quienes presenten cualquier título o cédula profesional, los responsables de la contratación o los patrones o jefes deberían por ley verificar ante la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública la autenticidad y validez de dichos documentos.
CON ELLO SE evitaría que miles de “falzatis” que se “titularon” en los portales de Santo Domingo de la capital del país se cuelen en el sector privado o público ostentado un título o una cédula profesional falsa. La actual ley contempla mecanismos para impedir esas falsificaciones. Lo más grave del asunto es que si una persona sin la cédula profesional correspondiente autoriza o firma documentación oficial de una empresa o una entidad pública, carece de validez legal y además incurre en el delito de usurpación de profesión. No estaría de más verificar quienes sí y quienes no son profesionales “falzatis” en los medios empresariales y políticos de nuestra entidad.
FRASE DEL DÍA. El hombre poco claro no puede hacerse ilusiones, o se engaña a sí mismo, o trata de engañar a otros. Stendhal (1783-1842) Escritor, novelista y ensayista francés del siglo XIX, valorado por su agudo análisis de caracteres y la concisión de su estilo.
ANTES DE OCUPAR su posición en el gobierno municipal, el dirigente del PAN en la entidad, Jorge López Martín, fiel a su perversidad política, tratará a costa de “lo que sea” darle el estoque final al líder de la bancada de ese partido en el Congreso, Adolfo Suárez Ramírez para destituirlo. Igualito que Gustavo Madero hizo con Ernesto Cordero en el Senado. Quienes conocen a fondo a López Martín, temen que los rencores y frustraciones aunadas a su perversidad, las lleve como equipaje a la Oficina Ejecutiva de la Presidencia Municipal, silla que desde que ganó la elección el alcalde Antonio Martín del Campo, éste último se la prometió.
INTENTOS POR “QUEMAR” al diputado panista Ulises Ruiz Esparza de Alba buscan impedir que llegue de “sustituto” de Suárez Ramírez, una vez que los que auguran, será removido por López Martín. Panistas inconformes con los manejos “acelerados” del todavía presidente del comité estatal del blanquiazul, pronostican que los daños que Jorge López le ha ocasionado a la militancia se verán con el tiempo, una vez que se haya ido.
FEDERICO DOMINGUEZ IBARRA, el dirigente (¿?) que está que se va y no se ha ido del liderazgo del Sindicato Único de Trabajadores del Estado y Municipios (SUTEMA), después del “espaldarazo” que le brindó el secretario general de gobierno Sergio Reynoso Talamantes en días pasados, se le ha visto como pavorreal. Dicen los que saben de política que cuando alguien que ya le estorba al sistema, se le apapacha para después tenderle puente de plata. Y según esto, más bien aseguran que están esperando para convencer a una mujer que se quede al frente de ese sindicato, pues la pugna Federico Domínguez Ibarra y Jesús Torres Luévano, ya tiene hasta la coronilla a los que mandan desde las alturas del Palacio Mayor. El nombre de la mujer que se haría cargo de la dirigencia del SUTEMA lo tienen guardado bajo siete llaves. Saaabe.
El Bisturí: El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones. Tenga usted por seguro que el delegado del CEN del PRI, José Manuel García García y el presidente (en el papel) del comité estatal del tricolor, Guadalupe Ortega Valdivia, seguramente le informarán a César Camacho Quiroz, líder nacional de ese partido, que las cosas en la entidad marchan viento en popa para su causa. Seguramente después de la debacle electoral en la que tiene hundido al priismo de Aguascalientes Ortega Valdivia, quien ante los constantes ataques de su homólogo Jorge López Martín nunca ha atinado a articular ni media palabra para responderle. Falta por ver si se deja “chamaquear” Camacho Quiroz.
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