Carlos Romo Medina
MÁS RÁPIDO CAE… La esperanza se frustró. La improvisación como divisa. Las promesas cayeron con un seco golpe en el vacío. La verborrea como bandera para criticar. El fracaso acelera sus pasos y parece indetenible. En su desesperación y con plena orfandad política la ciudadanía creyó en el discurso fácil. El elector que confió y como respuesta ha recibido un portazo en la nariz. Se ha perdido la oportunidad de seguir los buenos pasos del único independiente que ha respondido con fidelidad a los votantes. Los demás “independientes” pasaron a formar parte del mismo montón de dicharacheros de la llamada clase política. Con los mismos vicios y prácticas de siempre, como llegaron, se irán.
EL REGIDOR “INDEPENDIENTE” Mauricio González López no ha sabido qué hacer. Después de casi cinco meses de haber arribado a ese cargo sigue embelesado con el espejo de la vanidad política. Continúa cantando loas al instrumento más preciado por los pretendientes para ejercer la política pueblerina: recurrir con avidez cotidiana a ver reflejado su rostro al lado de la madrastra de Blancanieves. Junto con su compañera “independiente”, Karla Cassio Madrazo, ha seguido fielmente la pauta del engaño, de la mentira, de la opacidad. De nada le sirvió la visita y los consejos que le fueron brindados por Pedro Kumamoto, más bien se tornó en fiel seguidor del gobernador “independiente” de Nuevo León, conocido como “El Bronco”, pero que para los fines legales se le nombra Jaime Rodríguez Calderón, quien ha dado suficientes muestras de incapacidad y parálisis administrativa, gubernamental y política.
AL IGUAL que los políticos a quienes juzga y critica por ineficaces, indolentes y corruptos, Mauricio González escupe al cielo y ha dejado de mirar la paja en el ojo ajeno, pues comprende que se ha topado con la viga en sus propios ojos. Aun así sueña con volver a lanzarse como candidato “independiente” para buscar la cabeza de la Presidencia Municipal de la capital por segunda ocasión. Resulta comprensible que su acceso al “poder” lo contaminó, lo “enfermó” con el “síndrome del ladrillo”. La decepción ha sido grande, porque la sociedad ya sabe qué esperar de los políticos “tradicionales” y subordinados a los dictados de sus partidos políticos, pero resulta completamente explicable que González López haya sucumbido a los pies del sistema, sencillamente porque jamás se preparó para alcanzar la posición de privilegio como regidor y la cual le ha quebrantado el alma. ¡Lástima!
SE ACERCA LA HORA. Hablando de transparencia, el titular de la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas (SEFIRECU) de Aguascalientes, Miguel Ángel Martínez Berumen, no soltó prenda en la conferencia de prensa que ofreció junto con el jefe de Gabinete, Gustavo Martínez Romero y el secretario de Finanzas, Luis Ricardo Martínez Castañeda. Seguramente siguiendo las instrucciones de su jefe, el Gobernador Martín Orozco Sandoval, reiteró que “ya falta poco” para que se den a conocer los resultados de las auditorías en las que se revisa acuciosamente el ejercicio presupuestal de la pasada administración y que la dependencia a su cargo realiza desde el inicio del actual gobierno en las diferentes dependencias
SOBRAN LOS TRIUNFALISTAS que piensan y creen que habrá “borrón y cuenta nueva” en el ejercicio del gasto público del sexenio comprendido del 2010 al 2016, pero de acuerdo a los comentarios y opiniones de quienes se llevan a piquetes de costillas con los números auditados, aseguran que hasta que no estén completamente “amarradas” las pruebas de las presuntas irregularidades encontradas, éstas se harán públicas y se procederá con todo el rigor de la ley. Así es que si todavía los escépticos dudan de que se aplique a rajatabla la ley, deberán de repensarlo, toda vez que no quieren los actuales dueños del poder que las cosas se hagan a la ligera y queden resquicios legales por donde se puedan zafar quienes lleguen a estar en capilla. Argumentan que no quieren que suceda lo que en el pasado, pues debido a lo endeble de las “pruebas” y a las deficientes investigaciones que se hicieron más por consigna política que por el afán de buscar la transparencia, prácticamente todos los señalados de actos de corrupción siguen gozando de cabal salud en libertad, excepción hecha de Raúl Cuadra García y Armando Jiménez Sanvicente, quienes continúan como los pollitos: en fuga.
LA SEMÁNTICA y el (des)equilibrio de las palabras. Aseguran los defensores del aberrante “matrimonio” entre los partidos Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) que “no es alianza, sino frente”. El senador panista y pastor del rebaño albiceleste en la Cámara Alta, Fernando Herrera Ávila, afirma sin tapujos que la “unión” entre azules y amarillos “no sólo es muy positivo, sino un mecanismo indispensable para cambiar al país”. Hasta ahora se ignora si la mezcla del agua con el aceite --mientras no sea homogénea-- pueda ser la receta que los mexicanos deban ingerir en el 2018 para curar a México de sus graves males. La verdad es que ya no se sabe cuál partido es de izquierda y cuál de derecha, pues invariablemente transitan por la ruta de alcanzar el poder sin considerar las necesidades reales de la nación y sin poner remedio a los principales males que aquejan a la sociedad entera: corrupción e impunidad. ¿Y el fiscal anticorrupción, apá?
INSPIRADO EN ESE TEMA Herrera Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República se soltó el pelo y de las declaraciones vertidas por su homólogo (¿neomorenista?) Miguel Barbosa, --quien dijo que el PAN pretende “descarrilar” la candidatura del ídolo de los pies de barro, Andrés Manuel López Obrador-- espetó a bocajarro: “Esa es una expresión de mi amigo Barbosa a quien le mando un caluroso saludo. Y la dejamos inscrita dentro de las expresiones, de las barbosadas que dice Miguel, ahí la dejamos”. O sea que las anunciadas nupcias de Alejandra Barrales y Ricardo Anaya (políticamente hablando) están creando sentimientos de infidelidad que pueden provocar divorcios en otras “familias” que hasta antes de ese anuncio vivían con plena armonía “marital”, con abachos y bechosincluidos. Y quién lo fuera a creer: todo por unas barbosadas.
MORDIÉNDOSE LA LENGUA. Pretendiendo apantallar y sorprender a la ciudadanía, el titular de Desarrollo Urbano del municipio de Aguascalientes, Adrián Castillo Serna, no tuvo empacho en declarar que en lo general, el gobierno municipal “responde de forma eficaz cada una de las peticiones realizadas por la ciudadanía en los distintos rubros que atienden las dependencias que lo conforman”. Seguramente así ocurre en las dependencias que no dirige, porque en lo que se refiere a la que está a su cargo, después de cinco meses de labores pareciera que el tiempo se ha detenido. Castillo Serna debiera saber que no es lo mismo ser regidor que secretario de alguna área. Tal vez se quedó acostumbrado a aparentar que trabajaba cuando fue regidor en la ya lejana administración de Alfredo Reyes Velázquez, y otra muy distinta ponerse a trabajar en serio y de tiempo completo ahora que la alcaldesa Tere Jiménez le brindó la oportunidad de servir como secretario. Otro más que está haciendo agua en su responsabilidad, a pesar de las recomendaciones recibidas de su jefe político Fernando Herrera Ávila. Lo dicho: el síndrome del ladrillo se ha convertido en una epidemia para quienes difícilmente les sube agua al tinaco.
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
La administración estatal cumplió en tiempo y forma con el 100 por ciento en materia de transparencia, al publicar en el portal de Gobierno, la información de las 65 dependencias obligadas, de manera que cualquier ciudadano puede acceder a ella y consultarla. La información está disponible para uso y consulta de todos los ciudadanos, la información de todas las obligaciones en términos de transparencia que tenemos como administración pública estatal. La totalidad del gabinete estatal también ha cumplido en presentar su declaración de “3 de 3”. Miguel Ángel Martínez Berumen, secretario de Fiscalización y Rendición de Cuentas del Gobierno de Aguascalientes.
FRASE DEL DÍA:
Las muchas promesas disminuyen la confianza. Horacio (65 AC-8 AC). Poeta latino.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
Los políticos podrán pintar la fachada de sus partidos, alianzas, frentes o supuestas ideologías del color que quieran, la realidad es que simplemente son cuestiones cosméticas para seguir lucrando desde el poder a costillas del permanentemente sacrificado pueblo. Lo demás son puras barbosadas.
COLOFÓN.
Nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer.
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