Carlos Romo Medina
LA DEMOSTRACIÓN de los diputados en la sesión del Pleno del Congreso del Estado evidenció una sola cosa: se encuentran más preocupados por hacer campaña política y no perder el poder político para seguir cuidando sus beneficios económicos, que en atender los intereses de la sociedad a la que por ley representan. Los arrebatos de la panista Martha Cecilia Márquez Alvarado haciendo una defensa a ultranza de los “logros” de los gobiernos panistas y cuestionando (la mayoría de las veces sin fundamento) las acciones de gobierno de sus adversarios tricolores, son la muestra evidente que la lucha por el poder tiene el propósito de conservar canonjías o prebendas para sí o los suyos.
LA CALIDAD DISCURSIVA y del debate, que se supone deben poseer quienes tienen la responsabilidad de representar los intereses de la comunidad, cada día se descontinúa más, pues se privilegia el interés personal y de grupos o camarillas antes que cumplir con las tareas por las cuales se crearon a los llamados representantes populares en un sistema presuntamente democrático. El debate de las ideas, que no de los intereses particulares, siempre será necesario para impulsar un verdadero desarrollo colectivo. Martha Cecilia Márquez Alvarado ha demostrado más, estar siempre lista y atenta para mirarse frente al espejo y satisfacer su vanidad personal, que en brindarle resultados a sus representados. Por desgracia no es la única, pero es el ejemplo perfecto de una vanidad política que debiera desaparecer para siempre.
LA “SUPUESTA” CARTA, que “supuestamente” dirigió el líder de la bancada priista en el Congreso, Jorge Varona Rodríguez, al director del Instituto de Educación de Aguascalientes en el lejano año de 2003, Miguel Ángel Ochoa Sánchez, y que ha circulado profusamente en las redes sociales, niega haberla escrito. “Son patrañas” aclaró el propio afectado Varona Rodríguez. Y abundó: “sería demasiado tonto de mi parte escribir una carta de esa naturaleza con el membrete personal, además que sin ser literato, no es mi estilo de redacción y ese documento presenta errores sintácticos”. En la supuesta carta se le achaca a Varona Rodríguez haber “traicionado” a su partido, el PRI, con información confidencial que pretendidamente hizo del conocimiento del entonces gobernador Felipe González.
EL PROPIO JORGE Varona Rodríguez rechazó, en otro tema, que los funcionarios estatales hayan sido citados a comisiones, en lugar del Pleno, porque presenten “pánico escénico”. Dijo que el acuerdo para las comparecencias sobre la Glosa del Informe “fue aprobado por consenso unánime de los integrantes de la Comisión de Gobierno y por todos los diputados en sus respectivas comisiones”.
ACLARÓ ADEMÁS el pastor de la bancada priista, Jorge Varona, que los funcionarios estatales “sólo comparecen ante el Pleno cuando se advierte que existe una situación que por su importancia amerite tal comparecencia. La citación del funcionario ante el Pleno debe aprobarse por éste con mayoría calificada, esto en términos del Artículo 27, Fracción XXX de la Constitución Política local”.
Y RESPECTO AL trámite de solicitud de licencia de algún legislador, Varona Rodríguez abundó, a propósito de la solicitud presentada el 15 de noviembre por Lourdes Dávila Castañeda, que en términos del Artículo 15, Fracción X de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, solicitar licencia constituye un derecho de os diputados. Aclaró que un diputado queda suspendido en sus derechos y deberes parlamentarios, a partir de su solicitud de licencia es aprobada por el Pleno Legislativo o por la Diputación Permanente, según corresponda, en términos del Artículo 20 de dicha Ley Orgánica.
El ARTÍCULO 20 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo señala a la letra: “El Diputado quedará suspendido en sus derechos y deberes parlamentarios, cuando se emita por el Congreso del Estado la declaratoria de procedencia de formación de causa o se apruebe la solicitud de licencia respectiva”.
TODAVÍA ACLARÓ QUE en caso de que la solicitud de licencia aún no sea aprobada por el Pleno o la Diputación permanente, y por lo tanto todavía no se llame al diputado suplente, no existe impedimento legal para que el propietario pueda reasumir sus funciones, pues “el solicitante no ha sido suspendido de sus derechos y deberes parlamentarios, además de que su regreso no requiere aprobación”, tal como lo dispone el Artículo 4°, párrafo sexto del Reglamento de la Ley Orgánica en cuestión, que a la letra señala: “El reingreso del Diputado a sus labores no requiere aprobación previa alguna”. Está muy claro que la diputada Lourdes Dávila Castañeda nunca obtuvo legalmente la licencia para separarse de su cargo como legisladora, por lo que resulta evidente la violación a los estatutos del PRI. ¿Algún militante en activo del PRI tendrá el valor de inconformarse ante el INE por dicha violación estatutaria y que les causa tener una dirigente espuria?
EN SUS PROPIAS PALABRAS. El esquema de fiscalización debe cambiar si no queremos seguir arrastrando los mismos vicios, o incluso aumentarlos. Cuauhtémoc Escobedo Tejada, diputado local por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
FRASE DEL DÍA: Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia. Hermann Hesse. 1877-1962. Escritor suizo, de origen alemán.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones. La responsabilidad de legislar implica representar los intereses del pueblo y no los particulares del gobierno de cualquier color. La clave está en pugnar porque la honradez sea la norma y no la excepción.
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