Carlos Romo Medina
COMPLICADO FUTURO. El sector salud de la entidad se enfrentará el año próximo a un escenario que será difícil de resolver y que puede llevarle al colapso. No es exageración ni es alarmismo. Se han dejado de hacer muchas tareas estratégicas dentro del Instituto de Servicios de Salud (ISSEA), ya sea por omisión o ignorancia, pero el hecho es que las actuales condiciones en las que se maneja el área salud que depende del gobierno estatal son erráticas, por decir lo menos.
EL NUEVO TITULAR de la Secretaría de Salud Sergio Velázquez García se enfrenta --quizá-- al mayor reto de su vida: recomponer lo que se dejó de hacer o se hizo mal durante la gestión de su antecesor, René Anguiano Martínez. No se trata de hacer leña del árbol caído, pues con ello no se evitaría la crisis por la que atraviesa esa institución ni se resolverían los grandes retos que enfrenta actualmente, los cuales requieren acciones inmediatas para evitar su colapso el próximo año.
VOCES EXPERTAS en el ramo de la salud han diagnosticado las “enfermedades” más graves que padece este “paciente institucional”, al mismo tiempo que exponen los tratamientos más adecuados para “curar” a un sector salud que irónicamente se encuentra muy enfermo, aunque todavía no en terapia intensiva, pero en definitiva corre un serio riesgo por agravarse. No hay que omitir que actualmente esa área se encuentra en los últimos lugares de los indicadores nacionales.
SE SEÑALARÁ EN primer término “el diagnóstico” del malestar y en seguida la “receta” para buscar la cura. El desbasto de medicamentos –se tiene menos del 10 por ciento en abasto de medicamentos-- se originó por la mala decisión de adquirirlos conjuntamente con el sector central de salud; solución: no poner todo el instrumental en el mismo esterilizador y participar con un porcentaje mínimo en esas compras consolidadas, dejando recursos financieros suficientes para que estén disponibles en adquisiciones directas. Mismo caso para material de curación e instrumental médico.
INDEPENDIENTEMENTE que la actual administración heredó un presupuesto bajísimo en la materia --2.8 por ciento del PIB estatal, cuando se llegó a tener el 7.4 por ciento – la cual ha sido la peor inversión en salud en la historia de Aguascalientes, Sergio Velázquez tendrá que darle respiración artificial en lo que resta del año y buscar un mejor presupuesto para 2018. A ello habría que agregar los recortes efectuados por la federación.
DESFIBRILADOR EMERGENTE. Será necesario prescribirle un mejor presupuesto a la institución La desfibrilación consistiría en emitir un impulso de corriente presupuestal continua al corazón de las finanzas del ISSEA, despolarizando simultáneamente todas las células departamentales que cuentan con un raquítico presupuesto, pudiendo retomar su ritmo de gasto normal u otro eficaz. Clínicamente la fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita y nadie desea eso.
LA NORMATIVIDAD FEDERAL señala que solo puede existir un Organismo Público Descentralizado (OPD) en cada estado, por lo que estaban fuera de norma los hospitales Miguel Hidalgo y Neuropsiquiátrico y por eso el gobernador Martín Orozco Sandoval tuvo que corregir esa situación y aglutinarlos dejando solamente al Instituto de Salud con esa característica y como cabeza de sector. Lo de la “Secretaría” pudiera parecer una vacilada, pues únicamente tiene un solo trabajador: el secretario. Ese ha sido otro factor que ha demorado la operación eficaz de ese organismo público.
UN RETO IMPORTANTE al que se enfrenta Sergio Velázquez es el tema de la regulación sanitaria, debido a que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha determinado una separación operativa del sector, por lo que esa área de regulación sanitaria será independiente de cada secretaría de salud, como un organismo federalizado con presencia estatal. Ello implica retos presupuestales, capacidad instalada y crecimiento, para lo cual no se tienen los recursos financieros y habrá que conseguirlos de la federación con partidas extraordinarias.
PENDIENTES. La infraestructura que está sin concluirse, como el nuevo Hospital Miguel Hidalgo y el de Pabellón de Arteaga, son retos que deberá asumir Velázquez García ante una escasez de recursos financieros, por lo que su terminación va para largo... y las jaquecas, también, pues el equipamiento --tan solo del Hospital Hidalgo-- rondará por lo menos en otros 800 millones de pesos que no se tienen y mucho menos están presupuestados.
MÁS RECURSOS EN RIESGO. Otro factor que complicará más el panorama para 2018 es la falta de previsión o planeación en la certificación que debe hacerse a cada unidad de salud, tal como lo señala la normatividad federal. En otras palabras, es necesario que cada centro de trabajo se certifique, sea un centro de salud, clínica u hospital, para que de manera individual se determinen sus necesidades presupuestales reales. Depende de ello que los recursos presupuestales aumenten, disminuyan o se mantengan igual. La suma de todos ellos determinará las participaciones federales. Hasta donde se tiene conocimiento, a la fecha no se han hecho las certificaciones correspondientes, lo que indudablemente presupone que dichas participaciones para 2018 se mantendrán iguales a las de 2017, en el mejor de los escenarios, pero lo más probable es que disminuirán al año próximo.
FORMAR BUEN EQUIPO. El factor humano será determinante para que este sector pueda salir de la crisis que está viviendo. Sergio Velázquez tendrá que poner a prueba toda su experiencia y capacidad para conjuntar a los hombres o mujeres que reúnan el perfil idóneo para resolver todos los graves padecimientos que sufre este “paciente institucional”. Pero al parecer ya comenzaron las pifias. Como ejemplo el titular del Seguro Popular, Miguel Ángel Piza Jiménez, tuvo la ocurrencia de adquirir autos de lujo para su servicio y de los colaboradores más cercanos, argumentando que se compraron con “ahorros”. Resulta muy extraño que esos ahorros no se hayan invertido en medicamentos, por ejemplo, y no gastarse en darle comodidades a los sufridos servidores públicos, dado precisamente este complicado escenario financiero y presupuestal del sector. Con toda seguridad el gobernador Martín Orozco ordenará se haga una investigación a fondo para aclarar dicha ocurrencia y proceder para que haya congruencia entre las urgentes necesidades clínicas y médicas de los usuarios del Seguro Popular y evitar los caprichos que satisfagan la comodidad de sus directivos.
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
En México, la PGR sigue esperando a que la Fiscalía de Brasil le mande información para ver si acaso inicia la investigación contra servidores públicos de Pemex, como Lozoya, que pudieran haberse beneficiado de sobornos millonarios de la empresa Odebrecht. Dolores Padierna, senadora por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
FRASE DEL DÍA:
Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle. Sócrates (470 AC-399 AC). Filósofo griego.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
Las expresiones priistas ajenas a Lorena Martínez y Carlos Lozano han advertido que impugnarán la forma en que se han hecho las cosas al interior de las filas tricolores para imponer la fórmula Enrique Juárez-Denis Ibarra. A pesar de ello, las corrientes afines a la ex alcaldesa y al ex gobernador anuncian que este sábado tomarán posesión de sus cargos de presidente y secretaria general del CDE del PRI en la entidad. Los inconformes Otto Granados, Augusto Gómez, Fernando Palomino, Óscar López y demás seguidores, tendrán que recorrer un largo camino para lograr su propósito, si es que al final de la tragicomedia las instancias partidarias del centro y de autoridades electorales les dan la razón. En caso contrario, la tormenta que se avecina será una larga noche de cuchillos largos y camisas pardas.
COLOFÓN.
Dejar pasar sumado a dejar de hacer es igual a fracaso.
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