- El tránsfuga busca una candidatura y el probable triunfo que le brinde “fuero”
Carlos Romo Medina
COMO EL TEMA de quienes practican el arte del trapecio es muy vasto, hemos tenido la necesidad de hacer esta segunda parte sobre este capítulo de la vida política. Si bien se podrían escribir innumerables tomos, lo reduciremos a unos cuantos casos por falta de espacio.
RECIENTEMENTE, EL MOTIVO para pegar el “brinco” hace pocas semanas de un partido político a otro ha sido con el único propósito de salvar el pellejo, pues en realidad el tránsfuga busca una candidatura y el probable triunfo que le brinde “fuero” o, mejor dicho, impunidad a todas las tropelías cometidas en el ejercicio de algún cargo público.
UN CASO DEFINIDO con la claridad de la perfección es el del milusos del sexenio anterior, Jorge López Martín, quien con supuesto sello de todólogo igual era experto en turismo que en comunicación social, en producción de radio y televisión, pasando por habilidades de logística para administrar festejos populares.
POR SUPUESTO que arribó al servicio público con la anuencia de su patrón político, el exgobernador Martín Orozco Sandoval, quien lo comprendió muy bien debido a que cojeaban del mismo pie ambos especímenes. Por aquello que son aficionados a disponer de lo ajeno.
DESPUÉS DE HACER sus “travesuras” en la secretaría de Turismo local y cuando “dirigió” el patronato de la Feria de San Marcos, y “administró” el área de comunicación social y la radio y televisión estatales, López Martín sintió que, con el cambio de administración, el agua le podría llegar a los aparejos y decidió utilizar el método del trapecio para huir del Partido Acción Nacional, partido que “dirigió” localmente, para correr a los brazos de los destructores de México: Morena.
EL DIARIO HIDROCÁLIDO lo consignó el pasado 19 de octubre: “En el colmo del cinismo, Jorge López Martín anunció su renuncia al PAN y de inmediato comenzó a buscar su ingreso a las filas de MORENA con la intención de tratar de revivir en la política y obtener la protección que necesita para evitar caer en la cárcel por su cuestionada gestión en los cargos que ocupó al amparo de su jefe Martín Orozco”.
Y ASÍ, el tránsfuga pendenciero que chocó conduciendo en estado de ebriedad un automóvil oficial pagado con recursos públicos y que fue “perdonado” y solapado por las autoridades de vialidad y de su jefe que lo justificó al mantenerlo en su cargo como coordinador de comunicación social, empató su gusto por los placeres etílicos a la par de su otrora patrón.
OTRA PANISTA de ingrata memoria (para los panuchos) es la amiga preferida del exgobernador Martín Orozco Sandoval (otra vez Orozquito), Martha Márquez Alvarado, quien brincó de las filas blanquiazules a un partido membrete apodado como Partido del Trabajo (irónico que se denominen del trabajo).
LA “GUERRERA” MÁRQUEZ trepó en la vida política local del PAN gracias a su estrecha relación de amistad con su íntimo amigo Orozco. Fue así como, de diputada local, a la llegada de su protector se integró el gabinete legal del gobierno estatal, para después pegar el salto al escaño en el senado que ahora ocupa.
CUANDO SE PERCATÓ de que jamás podría ser la candidata a gobernadora de los albicelestes y de la llamada coalición Va por Aguascalientes, pegó el salto del derechista partido blanquiazul al opuesto izquierdista (en el papel) Partido del Trabajo. Sí, ese que aloja en sus entrañas a alimañas del calibre de Noroña. Y desde entonces y a que su gran amigo ya no es gobernador, ha visto como su “estrella” política se desvanece entre la ignominia y el fracaso.
TAMBIÉN SÚBITAMENTE olvidó los tiempos que criticaba con todo a Morena desde la tribuna del senado, y convenientemente fue a caer en los brazos de Alberto Anaya, el aguascalentense dueño de ese partido y casualmente aliado de los morenos, cuando hace no mucho tiempo eran las rémoras priistas junto los denominados ecologistas verdes de membrete. Así que a Martha se le olvidó que se arropó con aliados expriistas convenencieros. ¿Será por eso que se entienen tan bien?
EN EL ENTORNO nacional abundan los casos de politiqueros que sin el menor pudor pueden saltar de un partido a otro, después de asaltar al indefenso pueblo bueno y sabio. Están los claros casos de los exgobernadores priistas que entregaron las riendas de su estado a los inpresentables de Morena y a cambio han recibido como premio embajadas o consulados.
O EL PRIISTA senador, el yucateco Carlos Ramírez Marín, quien encolerizado abandonó de un momento a otro su larga militancia en el tricolor cuando vio que jamás sería el candidato de la alianza Va por Yucatán, y fue a arrodillarse ante el denominado Partido Verde Ecologísta de México (PVEM), que es el ejemplo mejor acabado de lo que es la prostitución política en el mundo. La desvergüenza de los ideales doctrinarios. En suma: la hetaira del sistema electoral mexicano.
PERO EL MEJOR ejemplo del chapulineo vergonzante, lo ha dado un hombre que presumía ser defensor de la Constitución, pero que a la hora de la hora resultó ser un vulgar politiquero oportunista que eso sí, hay que reconocerlo, encaja perfectamente en el perfil de los soldados que les lamen las suelas al empequeñecido sujeto que tenemos como presidentito. Nos referimos al ministro Arturo Saldívar Lelo de la Larrea, (más lelo que larrea), que se perdió en el pedestal de la incongruencia.
En sus propias palabras.
ONU Mujeres tiene el mandato de dirigir, coordinar y promover la rendición de cuentas del sistema de las Naciones Unidas para la representación equitativa de las mujeres. La Carta de las Naciones Unidas estipula que la Organización no establecerá restricciones en cuanto a la elegibilidad de hombres y mujeres para participar en condiciones de igualdad y en cualquier carácter en las funciones de sus órganos principales y subsidiarios. La Declaración Universal de Derechos Humanos reforzó este principio, indicando que no puede haber ninguna distinción o discriminación por razones de sexo. ONU Mujeres.
La frase del día.
El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el propio secreto pasa por imbécil. Voltaire (1694-1778). Filósofo y escritor francés.
El Bisturí. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
El sexo viene determinado por la naturaleza, una persona nace con sexo masculino o femenino. En cambio, el género, varón o mujer, se aprende, puede ser educado, cambiado y manipulado. Se entiende por género la construcción social y cultural que define las diferentes características emocionales, afectivas, intelectuales, así como los comportamientos que cada sociedad asigna como propios y naturales de hombres o de mujeres. Ejemplos de esta adscripción de características en nuestra sociedad es pensar que las mujeres son habladoras, cariñosas y organizadas y los hombres son activos, fuertes y emprendedores. Podemos decir, usando las palabras de la doctora Victoria Sau, que el género es la construcción psicosocial del sexo. Una primera función implícita en el género es la de hacer patente que hombres y mujeres son más diferentes que similares, y éste es el motivo de que la sociedad humana haya establecido la existencia de estos dos géneros, fenómeno que tiene una dimensión universal. Definición publicada en el periódico feminista Mujeres en Red.
Colofón.
Y sí, el respeto es en ambos sentidos.
