Carlos Romo Medina
CONFORME PASA el tiempo la cascada de errores, caprichos, ocurrencias y equivocaciones derivados por las decisiones tomadas sobre las rodillas y las declaraciones hechas a golpe de inspiración momentánea por ya saben quién, se incrementa y se nutre así misma como un monstruo insaciable que tiene más prisa por hartarse de venganza que por digerir el hecho de que se tiene en las manos la seria responsabilidad del ejercicio del poder y cumplir con las innumerables promesas ofrecidas.
AMLOLANDIA CRECE a un ritmo más vertiginoso de lo que lo hizo en su momento el mundo de Disney. La rapidez con la que Andrés Elsordo quiere llevar a buen puerto su mal llamada cuarta transformación está destruyendo y arrasando todo a su paso, sin importar si en el país se cuenta con instituciones que han demostrado su utilidad. La obsesión es derribar la casa para erigirla a imagen y semejanza de su fantasía ideológica con el riesgo inminente de destrozar lo alcanzado. Es cierto que definitivamente deben corregirse las fallas en donde sea necesario, pero no construir fantasías que derribarán con todo lo hecho: bueno o malo.
EN SU OBCECACIÓN aguda Andrés Manuel López Obrador se aproxima a pasos acelerados para caer en la trampa citada en sus propias amenazas de campaña del año pasado. Advirtió no desatar al tigre y en lugar acicalarlo, le está rascando el vientre. El mejor ejemplo es el malestar que ha causado en las filas castrenses la comparación entre militares y normalistas cuando se preguntó: “¿por qué los soldados tienen una plaza al salir de las escuelas y los normalistas no?” Enseguida argumentó: si un joven quiere ingresar al Colegio Militar, a la Escuela Naval, pasa su examen, ingresa en el caso del Colegio Militar, termina de subteniente con su plaza porque en el Colegio lo preparan para que lleve a cabo la carrera de las armas, para que sea un militar, “¿por qué no va a ser así en el caso de la educación?”, insistió.
AMLO NO LOGRA distinguir la gimnasia de la magnesia. Valga citar que esa comparación es falsa y absurda. Primero porque los requisitos de ingreso son distintos para unas condiciones de trabajo también muy diferentes. Segundo porque los procedimientos de ascenso en la carrera militar, la serie de controles en la preparación permanente de soldados, la vigilancia en las hojas de servicio, adiestramiento, disciplina, responsabilidad y honor. Tercero porque lo que menos existe en las escuelas normales son los preceptos anteriores, todo lo contrario.
ESTA FÚTIL comparación, para decirlo con palabras gentiles, ha lastimado a los miembros de las fuerzas castrenses quienes precisamente por su formación militar han mantenido la prudencia, disciplina y obediencia al jefe supremo de las fuerzas armadas a pesar de que se han revelado cientos de comentarios en redes sociales -cada vez más ocultas y de perfiles modificados por la persecución y sanciones de que han sido objeto soldados y marinos críticos a la cuarta transformación- se desataron esta semana para responder con dureza y enojo al presidente Andrés Manuel López Obrador la pregunta que lanzó en su conferencia mañanera sobre por qué los soldados tienen una plaza al salir de las escuelas y los normalistas no.
OTRO ERROR que está cometiendo la cuarta transformación en su burbuja de Amlolandia es el llamado Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica impulsado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el cual se enfoca en invertir y apoyar económicamente a la región, no atiende las causas de raíz de la crisis migratoria, según lo aseguró Amnistía Internacional. “Es una estrategia totalmente fallida, es partir desde el reconocimiento de que estás personas estarían saliendo sólo por una razón económica cuando sabemos que no es el caso, la mayoría de estas personas están saliendo para sobrevivir, para salvar su vida y a sus comunidades, son personas que están escapando de la violencia generalizada”. Así lo citó Erika Guevara Rosas, directora del organismo para América Latina en el marco de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz 2019.
UNA RAYA más al tigre pesa sobre la espalda de la cuarta transformación desde hace casi un año cuando en su obsesiva sed de venganza el titular del Poder Ejecutivo federal determinó mediante una encuesta “balazo” cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Por ello, en el marco de su participación de la Asamblea Juvenil del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex afirmó que seguirán en pie de lucha con los amparos interpuestos. “Aunque no le guste, aunque se enoje, aunque nos llame conservadores, aunque nos llame saboteadores legales, es que hemos promovido los amparos para que esta obra no se inunde. Por eso estamos en pie de lucha”, aseguró.
COPARMEX VS AMLO. De hecho, De Hoyos dijo que frente al ambiente de polarización que vive el país y los intentos de establecer una presidencia neoimperial, fundada en el neocentralismo, los jóvenes tienen la responsabilidad de luchar para que México sea ganador. “Hoy desafortunadamente desde el Gobierno federal, desde su partido, permea un ambiente de polarización. Hoy contemplamos cómo cotidianamente se pretende restringir nuestras libertades, hoy vemos cómo se pretende hacer resurgir una presidencia neoimperial, absoluta, hoy vemos cómo el delicado balance entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se amenaza cotidianamente”.
EN EL TERRENO político López Obrador tiene sometido al Poder Legislativo, pero como le falta una pieza del trípode en el que se basa la República, se ha lanzado contra los integrantes del Poder Judicial para debilitarlo y así poder controlarlo plenamente a su antojo. Después de presionar hasta lograr la renuncia de la presidenta del TEPJF, López Obrador se ha adueñado del Tribunal, pero quiere más. Sus acólitos en el Congreso quieren acortar el periodo de cuatro Magistrados para abrir vía libre a la ampliación de mandato en Baja California, para empezar.
EN EL ÚLTIMO año el TEPJF ha favorecido en al menos ocho expedientes al partido en el Gobierno, reporta el periódico Reforma en su edición de este lunes. El 28 de agosto de 2018 confirmó curules a morenistas bajo las siglas del PT y PES. El 31 de agosto de 2018 perdonó multas por anomalías en el fideicomiso del sismo. El 20 de marzo de 2019 negó registro al PES, pues si lo validaba afectaba a Morena. El pasado 14 de agosto de 2019 sancionó la difusión de la serie televisiva “populismo en América Latina”.
DE AMLOLANDIA pasamos a la tierra de la fantasía del gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, quien en la vasta sabiduría de su elocuencia infinita afirmó que su gobierno PREPARA A LOS PROFESIONISTAS DEL FUTURO. Sería mágico si lograra preparar a los profesionistas del pasado -él incluido-, pues seguramente así le iría mejor al estado y podrían gobernar con más decoro y menos ineptitud. Ojalá eso fuera posible.
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
Andrés Manuel López Obrador no tiene #NadaQuePresumir en su primer año de gobierno. Su informe está basado en la mentira. Piensa que la sociedad es ingenua, que los mexicanos somos ingenuos. Con cifras maquilladas, con mentiras alardea una postura triunfalista, la expectativa de la sociedad hacia el proyecto de Andrés Manuel fue muy alta, y de esa misma manera es ahora grande la caída junto con el castigo de la sociedad al verse ya defraudada su confianza. Enrique Juárez Ramírez, presidente del CDE del PRI en Aguascalientes.
FRASE DEL DÍA:
La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad. Nicolás Maquiavelo (1469-1527). Historiador, político y teórico italiano.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
La realidad ha alcanzado al gobernador Martín Orozco Sandoval para echarle en cara que sus promesas de campaña fueron vagos destellos de un catálogo de buenas intenciones para acceder al poder, sin embargo, esos destellos se han manifestado como relámpagos de un rotundo fracaso gubernamental. Sería inédito que con su exitosa política educativa se enfocara en preparar a los profesionistas del pasado. Habría que quitarse el sombrero y ponerse de pie.
COLOFÓN.
Tan campante y rascándole la panza al tigre.