Carlos Romo Medina
DEBATIR, según la definición descrita en el diccionario es un verbo transitivo que significa “discutir dos o más personas sobre uno o varios temas exponiendo sus ideas y defendiendo sus opiniones e intereses”. Además, el debate define sus características como un acto propio de la comunicación humana que consiste en la discusión acerca de un tema polémico —llamado premisa o moción— entre dos o más grupos de personas. Es de carácter argumentativo, y es guiado por un moderador.
LO OCURRIDO en el “debate” presentado por el Instituto Estatal Electoral (IEE) fue todo, menos debate y lamentablemente careció de un moderador. La persona que acudió presuntamente con esa calidad fue más bien una presentadora que se solo se dedicó a mencionar el nombre de los aspirantes cuando les correspondió el turno de participar. Es una pena que el formato del “debate” organizado por el IEE fuera cuadrado, ramplón y falto de imaginación. Fue nada más para cumplir con los requisitos legales o como se dice de forma coloquial, para taparle el ojo al macho.
EN TÉRMINOS GENERALES los aspirantes a encabezar la presidencia municipal de Aguascalientes se dedicaron a exponerle a la ciudadanía un catálogo “de buenas intenciones”. Unos con más y otros con menos fortuna -para decirlo con generosidad-, pero resultó por demás evidente que nadie contrastó y ni debatió sus ideas o propuestas para que el electorado pudiera compararlas y con base a ello formarse un criterio para tomar una decisión frente a las urnas el próximo domingo 2 de junio.
HUBO DESDE francotiradores pletóricos de auto elogios, hasta quien se concentró en presentar con hechos lo realizado hasta ahora -en una especie de informe de gobierno resumido-, hasta quien de plano presentó una mala copia de las propuestas de campaña de hace un año de quien ahora “gobierna” desde Palacio Nacional, sin soslayar a quienes únicamente sirvieron de relleno para hacer más extenso, fastidioso y aburrido el “debate”.
COMO ERA de esperarse, la actual alcaldesa con licencia Teresa Jiménez Esquivel fue “el blanco” al cual apuntar sus baterías para tratar de desacreditar su labor realizada hasta ahora. La candidata panista pudo sortear el bombardeo al describir con cifras las acciones realizadas durante su administración. Evidentemente, como en todo ejercicio de gobierno se presenta un desgaste natural por el ejercicio del poder, sin embargo, los ataques dirigidos a su gestión hicieron poca mella debido a que los hechos hablan por sí solos, porque como es evidente la sociedad está más preparada pues sabe distinguir entre aquellos que le pretenden vender espejitos a cambio de su plata y a quienes sin tantos aspavientos han dado resultados aceptables.
EL ASPIRANTE del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Iván Sánchez Nájera, fue a confirmar su inflado ego al presumir reformas o adecuaciones legislativas que se aprobaron por ese cuerpo colegiado de manera conjunta y no por el mérito único de su persona. Las propuestas no fueron nada del otro mundo, trilladas, desgastadas y muchas que han probado su ineficacia. Además, buscó con la descalificación derribar la fortaleza política de la candidata del PAN, y como sabe que lo máximo a lo que aspira es a conseguir “medalla de plata” en el proceso electoral, le dio un repaso de antología al subordinado de la dupla Monreal-Lozano de la Torre.
EL CANDIDATO de Morena -con el patrocinio de “los mismos de siempre”- irónicamente cuestionó “a los mismos de siempre” para considerarse así mismo como el portador del “cambio verdadero” utilizando las mismas propuestas -versión rural- que el año pasado hizo Andrés Manuel López Obrador. Una mala copia que por cierto trató de sustentarla al subrayar en reiteradas ocasiones que cuenta con “el apoyo” del presidente de la República. Francamente es de creer que AMLO ni en la vida lo hace. Aseguró ser “el único” con la capacidad y la experiencia para atender los problemas de inseguridad y contar con preparación académica en el tema y recibida en el extranjero, experiencia que jamás ha demostrado. Arturo Ávila Anaya olvida que el candidato a la alcaldía es él y no López Obrador, por lo que el fenómeno del año pasado le da un contexto completamente diferente a este proceso electoral local.
AL ABANDERADO del otrora poderoso e invencible tricolor -hoy por demás descolorido PRI- Netzahualcóyotl Ventura Anaya, careció de la fuerza, de la contundencia y de la seguridad con la que antes se pavoneaban sus antecesores arqueológicos cuando se sabían los dueños del juego, del balón y del árbitro. Arrinconado y con una expresión de quien se sabe derrotado de antemano, Ventura Anaya prometió el oro y el moro que jamás los gobernantes emanados de su partido entregaron cuando gozaron de un poder ilimitado. Con desplantes infantiles ha tratado de ganar el voto y en el “debate” advirtió el inicio de una huelga de hambre para que se vaya Veolia, la empresa de marras que ha saqueado los bolsillos de los aguascalentenses desde hace más de 20 años. Ya sabe, de esas huelgas con el sello de la casa “estilo Salinas”.
DE LOS DEMÁS contendientes que sirvieron para que el “debate” fuera más extenso y aburrido, pasaron sin pena ni gloria. Sabedores también de que la victoria el 2 de junio para ellos está más lejos que Júpiter de la Tierra, propusieron cualquier cantidad de ocurrencias -estilo Ávila- esperando con ello ganar los votos necesarios que les sirvan a sus partidos para seguir colgados y amamantándose de la ubre del erario vía prerrogativas. Y amenazan con volver el día 27.
EN RESUMIDAS CUENTAS, mientras no se cambie el formato de los debates electorales y se permita y obligue a los participantes a verdaderamente debatir, dicho ejercicio plasmado en la ley seguirá siendo meramente una variación más de la mágica fórmula electoral del atole con el dedo. Es preciso citar que el papel del moderador sería un factor importante para dirigir el debate, permitiendo que la réplica y en su caso la contrarréplica, le ayude al electorado a distinguir entre los improvisados de la política y los políticos con los pies en la tierra.
EL CONFLICTO que sostienen el gobernador Martín Orozco Sandoval y los socios de ATUSA, el pulpo camionero que ha impuesto condiciones desde hace muchísimos años, podría haberse evitado si ambas partes hubieran puesto lo mejor de sí. Así como es imposible que el olmo dé peras, ni el gobernador ni los socios de esa mafia empresarial han sido capaces de hacer política. Éstos últimos porque se mal acostumbraron a imponer condiciones y a “comprar” a las autoridades del sector del autotransporte, y el primero porque vio una veta de oro que podrá ser explotada por quienes le son afines para hacer jugosos y pingües negocios. Lo demás es retórica y grilla barata, incluido el famoso “Proyecto de movilidad”. Ya es hora de cumplirle a la ciudadanía y no utilizarla como escudo o pretexto para que ambas partes traten de salirse con la suya.
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
El proyecto de movilidad está diseñado para beneficio principalmente de los habitantes del estado y sus familias, ya que busca agilizar los tiempos de traslado y fomentar el tiempo de convivencia familiar en un marco de seguridad y desarrollo sustentable. Martín Orozco Sandoval, gobernador de Aguascalientes.
FRASE DEL DÍA:
Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad. Miguel Delibes (1920-2010). Escritor español.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
Los políticos en general y en particular los de Aguascalientes siguen sin entender que la ciudadanía no desea seguir a falsos mesías o pseudo próceres que prometen inmolarse en aras del bienestar colectivo. Ya es momento de hablar de frente y dejar de mentir.
COLOFÓN.
Ahí viene el otro “debate”. Está bien el encaje, pero no tan ancho.