Carlos Romo Medina
FALTAN 20 DÍAS para que los panistas definan el 10 de marzo a sus candidatos a los puestos de elección popular que estarán en juego en los próximos comicios locales. Los aproximadamente 7 mil 500 militantes o miembros activos de las filas albicelestes deberán definir entre Teresa Jiménez Esquivel y Julio César Medina a quien los representará en la contienda electoral para que los blanquiazules mantengan ese coto de poder, o si por primera vez quien aspire por la izquierda de Morena logre el triunfo en la capital.
DE ACUERDO con el padrón de militantes de PAN muestra entre su feligresía -como ya se mencionó- una suma aproximada de 7 mil 500 miembros activos que podrán emitir su voto por cualquiera de las dos opciones en referencia. Vale la pena hacer este ejercicio aritmético para estimar la cantidad mínima de votos que para ganar la candidatura albiceleste se requiere.
EN LOS REGISTROS históricos se señala una participación de los miembros activos de ese partido con un promedio de 65 por ciento, esto es, se estima que poco menos de 5 mil militantes acudirán este 10 de marzo a elegir a su candidata o candidato a la alcaldía de Aguascalientes, algo así como 4 mil 875 militantes.
LA SIMPLISTA VISIÓN de que el PAN se encuentra dividido entre solo dos huestes partidistas, las que comanda el gobernador Martín Orozco Sandoval y las que aglutina la alcaldesa Teresa Jiménez Esquivel, es solo un espejismo. Es necesario aclarar que alrededor del 15 por ciento de la militancia que tradicionalmente vota -unos 700- son intelectuales y libres pensadores que razonan perfectamente su voto y no requieren regalos, canonjías o prebendas para acudir a votar en las elecciones internas. En otras palabras, con ellos no funciona la compra de su voto mediante una despensa, un bulto de cemento, cinco mil pesos o cualquier “incentivo” de otra índole. Son los panistas tradicionales, los que de corazón defienden todavía (aunque no lo crea) los principios doctrinarios que vienen desde Manuel Gómez Morín, uno de los principales fundadores del PAN.
LA REALIDAD muestra que actualmente existen cuatro grupos o expresiones principales al interior del panismo local. El primer grupo liderado por el gobernador Martín Orozco; el segundo por la alcaldesa María Teresa Jiménez; el tercero por Arturo González Estrada (el director del ISSSSPEA), y el cuarto por el exsenador Fernando Herrera Ávila. Podría considerarse que los cuatro grupos están muy parejos en cuanto a leales (¿?) seguidores con un estimado e 750 militantes cada uno, lo que suma 3 mil miembros.
SEGÚN LAS evidencias públicas difundidas en los medios de información, se ha señalado que los grupos de Martín Orozco, Arturo González Estrada y Fernando Herrera Ávila estarían “jalando” para el lado de Julio César Medina, peeero como es bien sabido por todos los panistas, a Arturo González Estrada siempre le ha gustado jugar a la doble cara, aunque en las condiciones actuales si se atreviera a traicionar a su jefe el gobernador, perdería lo más por lo menos, pues son casi 60 personas que logró colar a la nómina del ISSSSPEA y que se quedaría de “patitas en la calle”, por lo que se ve difícil que vuelva a hacer lo que bien sabe practicar: la traición.
EN EL CASO de Fernando Herrera Ávila quien tampoco canta mal las rancheras en ese tono, según le mida el agua a los camotes, decidiría en su momento si se va con melón o con sandía y eso podría complicarle el escenario al favorito del “jefe”, Julio César Medina. Esta condición podría encauzar a una especie de empate técnico entre ambos aspirantes a la candidatura.
EN ESTE PROBABLE escenario si 3 mil miembros activos le sumamos los 700 independientes, nos restarían aproximadamente un millar de militantes que se dispersan entre los mini feudos conformados por Antonio Martín del Campo, Rubén Camarillo Ortega, Jesús Martínez, José Ángel González, entre otros. Como consecuencia de esta situación, los grupos pequeños podrían significar ser el fiel de la balanza a la hora de la definición de esa candidatura albiceleste. En síntesis, al menos 2 mil 500 votos colocarían en la candidatura a cualquiera de los dos aspirantes.
EN EL OTRO lado de la mesa electoral -el tricolor está más despintado que la película Roma- se encuentran los flamantes devotos del púlpito presidencial quienes traen más broncas que una pandilla de barrio. En primer término, a base de billetazos el bisoño político Arturo Ávila está empeñado en montarse en la candidatura de Morena porque le cree a su gurú, Carlos Lozano de la Torre, de que lo puede hacer alcalde de Aguascalientes. El defeño empresario también cree que por tenerle encendidas unas veladoras a los Monreal, san Ricardo y san David, se le iluminará el camino rumbo a la silla del palacio menor. Tal vez ignora que los Monreal se han estado haciendo de lado ante la llegada de José Narro como delegado del comité nacional de Morena, enviado -oficialmente- por la dirigente (¿?) de Morena.
NO MUY LEJOS de él, en los afanes por obtener la candidatura sea como sea, está Gabriel Espinosa, quién está todavía más que empecinado en regresar al despacho del alcalde capitalino. Como los que tejen y manejan las cosas morenistas en la capital del país ya lo empezaron a conocer, las posibilidades del Grabiel se reducen cada día que pasa, por lo que se ve muy difícil que siquiera lo dejen registrarse como precandidato el 26 de febrero. Ya se verá, no coman ansias.
UN PERSONAJE que se ha estado con bajo perfil, con discreción, Es Tacho Álvarez, quien según las versiones de radio pasillo, su esposa trabaja en una dirección con la esposa de ya sabes quién, lo que le facilita una comunicación directa en las alturas celestiales. Además, si eso fuera poco, es muy amigo de Alfonso Romo y que si bien poca influencia puede tener en las cuestiones políticas no deja de darle empaque al Tacho Álvarez. Por ello no sería sorpresa si resulta ser el ganador de esa candidatura.
LOS DESEOS del regidor independiente (¿?) Mauricio González por ser el candidato de Morena a la alcaldía, así como los de Salma Luévano, no pasan de ser un par de anécdotas jocosas. Mauricio González se perdió en el confort de su asiento de regidor y se acostumbró a levantar el dedo en cada sesión de Cabildo y agotó las ilusiones de la ciudadanía para volver a confiar en un candidato “independiente”. ¿No que muy independiente? Salma como aspirante es una excelente estilista.
TODAVÍA CON más bajo perfil se ha manejado José Ángel González, mejor conocido como “Paquín”, pues sin haber dicho de manera abierta en los medios “esta boca es mía”, el delegado de la dirigencia nacional de Morena en la entidad, el senador José Narro Robles, prácticamente lo “destapó” cuando dijo que José Ángel González “Paquín”, quiere ser el candidato de Morena a la alcaldía de Aguascalientes. Y Narro agregó que el empresario ya se acercó a la dirigencia nacional para ser considerado como un posible candidato externo, “y ya fue aceptado, con lo que podrá registrase como precandidato”. Como quien dice,
EN SUS PROPIAS PALABRAS:
El PRD ha dejado de abrir espacios de diálogo directo entre los militantes y sobretodo con la gente, alejándolo de los valores de la solidaridad y el diálogo. Sin esos valores, ya no es un partido donde yo pueda servir. Ricardo Gallardo Cardona, diputado federal.
FRASE DEL DÍA:
Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue. Heráclito de Efeso (540 AC-470 AC). Filósofo griego.
EL BISTURÍ. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.
Tanto se están recrudeciendo las pugnas al interior del PAN como de Morena, que quienes sean ungidos como sus respectivos candidatos podrán llegar muy desgastados ante la decisión electoral, por lo que la ciudadanía podría cometer el error de elegir mal. Y de nueva cuenta se repetiría la historia de poner al frente de la alcaldía a alguien que considere que el cargo se lo debe a sus patrocinadores y no al pueblo. La democracia sigue siendo una asignatura pendiente.
COLOFÓN.
No es más de lo mismo, parece peor.