
- La cultura del acordeón de jueces, magistrados y ministros
David Pérez Calleja
Aguascalientes, Ags, 30 de mayo de 2025.- (aguzados.com).- Este domingo primero de junio de 2025, México vivirá una jornada electiva con miles de ilusionistas e ilusos. Lamentablemente se impondrá la nefasta práctica de la “cultura del acordeón”.
Se prevé una participación ciudadana ridícula y no mayor del 7% de votantes entre casi 100 millones de electores vigentes.
Sólo un 7% de votantes mayormente beneficiarios de programas sociales del bienestar y al más viejo estilo barttleliano, cuasi obligados a votar acompañados por un colorido “acordeón en mano”.
¿Cómo podría la 4T legitimar el resultado “popular” con sólo 7% de electores en las urnas? ¿Cómo sostendría una narrativa política de “elección popular”? ¿Cómo justificaría el “oficialismo mañanero” que fue una “elección competitiva” y no una “selección previa de candidatos únicos y de planillas de candidatos”?
Si la operación de la “cultura del acordeón” no me deja mentir, la solución de la consistirá en “inflar, con un dígito más, el índice final de participación ciudadana”. Tal “operación de inflación electoral” requiere de miles de cómplices del INE, el TRIFE, y observadores electorales “acarreadores electorales” que los partidos y políticos acreditaron para sus fines.
Sería terrible que esto sucediera. La 4T, no debería caer en esa trampa política.
Lograr inflar el índice de participación ciudadana y asignar a discreción votos de manera ficticia a sus predilectos, precipitará su desaparición como alternativa partidista en un futuro próximo.
Una “cultura del acordeón” que sigue las notas de la melodía escrita en los tiempos del 4T. En realidad, no hay forma de garantizar que el próximo domingo habrá un voto libre directo y secreto.
No existe ninguna posibilidad de que los ciudadanos que integran las casillas electorales cuenten realmente los votos depositados en las urnas, y mucho menos, a favor de tal o cual Candidato a ministro, magistrado o juez.
“El acordeón” ya tiene las notas previamente grabadas en sus melodías que mezclan notas altisonantes y discordantes con prácticas electorales resucitadas por los creyentes discípulos de “fantasmas” más vivos que nunca: Manuel Bartlett y Carlos Salinas de Gortari. Creyentes religiosos que militan en el movimiento de la 4T, y que solamente cambiaron de piel.
Los abusos del Poder que observamos en resoluciones justicia federal y estatal y que atropellan diversos derechos humanos, difícilmente se corregirán por el sólo hecho de que miembros del Poder Judicial sean “electos en elecciones constitucionales por voto directo y secreto”.
Por lo contrario, hoy es un hecho incontrovertible de que esos nuevos ministros, magistrados y jueces, al obtener sus cargos por “elección popular”, estarán protegidos con fuero Constitucional y difícilmente podrá ejecutar actos de Justicia de manera independiente al Poder Ejecutivo actual y la mayoría del Poder Legislativo que los “seleccionó previamente para los cargos”.
El Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) han perdido su independencia y autonomía constitucional. Renunciaron a la transparencia y confianza que la ciudadanía exigió para garantizar una democracia participativa alejada de los intereses del poder constituido.
El INE y el TEPJF sepultaron los procedimientos democráticos que la sociedad política de México construyó durante 30 años. El INE y su cómplice el TEPJF, han declinado en su dignidad ciudadana, transformándose en poderosos aliados de la corriente política gobernante denominada 4T.
Se iniciará la construcción de un ominoso sistema de impartición de Justicia que obedecerá ciegamente a los intereses del movimiento de la cuarta transformación o 4T.
De concretarse las sospechas, en todos los niveles del Poder Judicial Federal actuarán sin límite los intereses de la 4T, replicados por extensión o intento de sobrevivencia, por los partidos minoritarios que gobiernan algunos Estados de la República, los “copiones del acordeón” que se dicen opositores a la 4T, pero que igualmente impondrán sus propios intereses de jueces y magistrados los sistemas Judiciales estatales bajo su control.
El meollo del asunto es ¿cuándo y quién obligará a la rendición de cuentas del INE y del TRIFE, sepultureros de nuestra democracia electoral?
¡Vamos a Votar, o Botar!