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Vale al Paraíso / “Tan bueno que era”

  • Mario Granados Roldán

Aguascalientes, Ags.- 26 de enero de 2022.- (aguzados.com).- El imperio de la Covid-19 y sus múltiples variantes. La huida de la vieja normalidad. La llegada de la fatiga pandémica. Cambió usos. Costumbres. Hábitos. Estilos de vida. Inimaginables hace tres años. Como es el caso de los servicios funerarios a distancia para preservar la salud de la comunidad, hoy disminuida por el fallecimiento de casi 500 mil mexicanos atacados por la pandemia, de acuerdo a las cifras de la Secretaría de Salud y el Registro Civil.

La despedida de un ser querido es tan diversa como el multicolor planeta de los vivos; por ejemplo, al fin adicto al tabaco rubio, aplaudo el ritual impuesto por algunos aborígenes del norte de Australia que fuman para ahuyentar a sus malos espíritus.

Celebro la propuesta de Ghana, donde las personas pueden ser enterradas en Ataúdes Fantasías para reflejar la profesión, oficio y afición, o la vergüenza del muertito dedicado a la actividad pública, como es el caso de los diputad@s de Aguascalientes, que pudieran ser guardados en una lujosa caja en forma de huevo.

El evangelio nunca dimensionó los inventos del siglo XXI, a los que poco a poco me voy sumando para desgracia de las sanas costumbres adquiridas en la era de Los Picapiedra.

Me refiero a otra decisión posmoderna a mi vida, en aras de darle lustre a ese sentido práctico que vengo desarrollando desde algunos años, pero también para evitarles más incomodidades a los políticos y gobernantes criticados con la mejor buena fe del mundo, que asistirían a mi funeral para demostrar su perdón —libre de resentimiento—, aunque por ahora se enojen con mi inofensiva pluma Bic.

El resolutivo corresponde al funeral virtual que organiza el Grupo Gayosso, a través de Internet, con cámaras dentro de la sala de velación y en el templo, para facilitar la asistencia de familiares y amigos al servicio funerario a cualquier hora del día desde cualquier lugar del mundo.

En mi caso se evitarían tumultos. Manifestaciones de alegría porque ya “está descansando al lado de Dios (obvio)”. La estridente presencia de los fanáticos de la potente máquina celeste de Cruz Azul, portando la playera con la novena estrella. El congestionamiento vehicular frente al templo del Campestre, hoy amurallado por la permanente inseguridad pública. El corte de millones de flores blancas para los arreglos. La entrega de ramilletes espirituales para salvar mi alma. El envío de miles de whatsapps a mis deudos. Y los comentarios frente a mi ataúd: “¿Cuándo murió?”. “¿A qué horas?”. “¿De qué falleció?”. “¿Cuántos años tenía?”. El cotilleo junto a mi caja de tabla roca terminaría con el elogio repetido de dientes para afuera: “Tan bueno que era Mario”.

Dado el inmenso cariño que me tienen —familiares, amigos y malquerientes—, valoro la posibilidad de que mis cenizas sean trasladas a Quito, Ecuador, para ser depositadas en el moderno edificio del Memorial Necrópolis, donde lo destacable es un sofisticado sistema de video por Internet, las 24 horas del día, para que puedan observar mi urna ecológica. Se sientan cerca de corazón. Me platiquen al detalle los trascendidos, chismes, rumores y noticias falsas de los extrañados feligreses la parroquia.

 Por el último adiós, salud.

Porque alguien tiene que escribirlo: El desenfadado estilo de gobernar de Martín Orozco Sandoval, con el beneplácito irresponsable de líderes de organizaciones empresariales, ya rindió frutos al pintarse de rojo Aguascalientes —único estado—, en el semáforo de riesgo epidémico de la Secretaría de Salud, del 24 de enero al 6 de febrero.

El primer lugar se refrendará con la presencia de ocho millones de visitantes la Feria de San Marcos 2022, anunciada el viernes por Orozco Sandoval, antes de partir a Chile y Uruguay, donde se encuentra de gira cultural y vitivinícola.

Mientras llega el festín abrileño, hace dos días falleció la primera persona en Aguascalientes —mujer adulta con el esquema completo contra el virus—, por la variante Ómicron.

¡Viva Aguascalientes!, que su contagio es un primor.

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