- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 14 de diciembre de 2021.- (aguzados.com).- La agencia de viajes del Partido Acción Nacional organizó una vuelta a Italia para “todos” los aguascalentenses. Ofreció un recorrido en góndola por los venecianos canales de la intervención comunitaria. Prometió la visita a la Plaza de San Marcos de la democracia participativa. Vendió la estancia en la Basílica de San Marcos de la transparencia. Publicitó el ingreso al Palacio Ducal del respeto a la voluntad mayoritaria. Pero nada de eso fue cierto.
La empresa turística llevó a los incautos a las trajineras de Xochimilco, en algo así como una especie de Mole Tour, donde los estafados pudieron observar las pestilentes aguas del proceso interno del PAN para designar candidato a Gobernador de Aguascalientes.
El PAN vive horas aciagas. La crisis pudiera convertirse, los próximos días, en un cisma jamás visto en templo del Bien Común, donde el partido se cree santo. Hijo predilecto de Jesús y María Santísima. Poseedor de la verdad absoluta. Y dueño de las ametralladoras para acribillarse entre correligionarios que comparten banca y saludo en la misa dominical.
La deshonra a la palabra. El descrédito. La burla a los de 18 años y más. El proceso tiznado de negro. La vulgaridad. El encono. Y el choque frontal. Ponen en peligro los buenos números electorales del azul.
Donde está la ley, está la trampa. Se escriben al mismo tiempo. Forman parte de un todo. El mejor ejemplo es la inflamable participación de dos dirigentes nacionales del PAN —Marko Cortés Mendoza, michoacano, y Cecilia Patrón Laviada, yucateca—, que están desmadrando la estabilidad de Aguascalientes, al fin, su categoría de forasteros invasores les permite eso y un poquito más, suponen alegremente.
Revisemos la historia documentada de las mentiras. Los engaños. La perversidad. El dedazo. La imposición. El descrédito. Y la gran tomadura de pelo al Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes que se prestó, inexplicablemente, en calidad de metiche, a la farsa montada por el PAN.
En un comunicado emitido por el CEN, fechado 16 de noviembre en Ciudad de México, informó que el presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, anunció que, en Aguascalientes la gente tendrá la última palabra para definir quién será la candidata o candidato a la gubernatura del estado, por lo que el método será la designación con base a los resultados de las encuestas que se aplicarán entre los aguascalentenses…
En un mensaje emitido en redes sociales y acompañado por dos de los aspirantes, el senador (aguascalentense) Juan Antonio Martín del Campo y la diputada federal (mexiquense) María Teresa Jiménez Esquivel, el dirigente dijo que esta decisión se tomó después de dialogar con los liderazgos del partido, incluidos los dos legisladores presentes, porque es la mejor forma de consensar y sumar a todos.
El reciente 7 de diciembre el partido azul dio reversa. Se rajó. Pintó un violín a la gente de Aguascalientes: la Secretaría de Comunicación del CEN del PAN reprodujo el mensaje de la secretaria general, Cecilia Patrón Laviada, con respecto a Aguascalientes, para enterar a los ciudadanos —ahora mandados al diablo—, que “se aprobó la invitación para que se registren los aspirantes para la designación que se llevará a cabo en una consulta indicativa a la militancia…”.
Las tres encuestadoras participantes del burlesque aldeano fueron Varela y Asociados, —a propuesta del senador Martín del Campo—, Otero 27 —a solicitud de la diputada Jiménez Esquivel—, y por acuerdo mutuo Sismo Consulting, que le trabaja al prestigiado diario madrileño El País, recomendada por el senador Damián Zepeda, amigo de ambos.
En conclusión: Del “En Aguascalientes la gente tendrá la última palabra para definir quién será la candidata o candidato a la gubernatura del estado” prometido por Marko Cortés Mendoza, a la miseria democrática de “Consulta indicativa a la militancia” sentenciada por Cecilia Patrón Laviada, hay todo un asqueroso cochinero.
Donde está la ley, está la trampa. La panadería destruyó sus hornos del prestigio y la fe ciudadana. Se le acabo el crédito a la palabra.
¿Usted le creerá al PAN sus promesas en la campaña electoral? Yo tampoco.
Porque alguien tiene que escribirlo: Hasta la próxima.
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