David Pérez Calleja
Aguascalientes, Ags, 11 de marzo de 2021.- (aguzados.com).- Sobre una alegre tribuna legislativa en San Lázaro, se asomaba el rostro enrojecido y las pupilas dilatadas de aquella diputada del Partido de Morena, la señora Zimel Olvera, quien gritaba exuberante: ¡Después de los miles muertos es obvio que tenemos que cambiar la estrategia! ¡Su guerra contra el narco no funcionó! ¡Hoy hicimos historia! ¡Ganamos el debate! ¡hasta la victoria siempre! ¡Viva la “Cannabis”!
Y bastaron 250 votos a favor, 14 abstenciones y 163 votos en contra, para aprobar la modificaciones y adiciones a la “Ley Federal para la regulación de la Cannabis”, que pronto votarán, seguramente en pro, la mayoría de los senadores de la República. Por ahora, andan de fiesta los legisladores federales que decidieron exhibir una muestra cultural de cómo plantar, cuidar, cosechar y comercializar una planta de marihuana en sus propios jardines y con ayuda de especialistas en el consumo lúdico y cómo iniciar su propio negocio en producción de diversas capsulas y ungüentos, y hasta cervezas refrescantes con el elixir de los dioses, como el delicioso AMEP:11.11.
En farmacología se explica que el principal componente psicoactivo del Cannabis es el tetrahidrocannabinol (THC) y dicha planta contiene más de 500 compuestos. Un cannabinoide producido en altas concentraciones es el cannabidiol (CBD), que no es psicoactivo pero ha demostrado que bloquea el efecto del THC en el sistema nervioso. Consulté en la maravillosa Wikipedia que las variedades de Cannabis pueden producir efectos diferentes en los seres humanos, por ejemplo: el THC sintético, también llamado dronabinol no contiene cannabidiol (CBD) ni cannabinol (CBN), por lo tanto, sus efectos farmacológicos pueden diferir significativamente del Cannabis natural.
Sospecho que, el buen humor y la singular alegría que mostraban las graciosas intervenciones de algunos parlamentarios de San Lázaro era un efecto secundario del muy probable consumo de cientos de churros de marihuana quemada sobre la explanada del recinto parlamentario. Tal vez, aquellos humos producidos por adictos a la yerba habían causado un efecto alentador en terceras personas (los legisladores por supuesto) ya que habían resistido el desvelo estoicamente y entre las risas escandalosas y las muchas deshoras laborales, el desvelo de los parlamentarios, aquella larga e histórica noche del 10 de marzo y en el amanecer de la fría madrugada del 11 de marzo, transcurrió curiosamente sin ninguna muestra de agotamiento físico.
¡La legalización de la Cannabis es la solución! Esa “bellísima” leyenda se asomaba en un cartel que sostenía entre sus manos otra sonriente legisladora, ella no identificada, que se encontraba de pie y detrás de la ponente Olvera, quien tenía a su lado otra diputada más que muy contenta mostraba otro curioso promocional en favor de la Cannabis.
Curiosamente, fueron las mujeres legisladoras, más que los varones, quienes, con su especial estridencia parlamentaria, festejaron su gran liberación y entrada triunfal al consumo lúdico de la marihuana. Ellas tomaron la tribuna de San Lázaro gritando frases más que ilustradas: ¡esta es una iniciativa en pro de la paz! ¡Por el libre desarrollo de la personalidad! ¡Viva la Cannabis!
Luego me alcanzaron los irónicos comentarios de opinadores desvelados del pueblo bueno; de aquellos que, por razones inusitadas, lo mismo que yo, tuvimos el arrojo de escuchar el debate parlamentario hasta casi el amanecer del nuevo día.
Al amanecer, me vi los bigotes y barba ante el espejo, luego pasé entre ellos un peine de cerdas finas y caí en la cuenta de que, por más de diez horas consecutivas estuve escuchando, como un autómata, cientos de contradicciones idiotizantes de los legisladores al lado del pueblo mexicano que ama la política de ¡los abrazos, no balazos!, ¡la cartilla moral!, y el ¡juntos haremos historia!
Más tarde, casi sin sentir cansancio, me dispuse a compartir algunas frases sensacionales de los “pero” de pueblo bueno, tales como: ¡Pero ya quiero regar mi plantita! ¡Pero sólo podré regar entre 4 o 6 platitas, creo! ¡Pero la CONADIC dará los permisos y cada año tenemos que renovarlos! ¿Pero y la amapola ¡cómo pa´ cuándo apá? ¡Pero aguas con la CONADIC, si siembras sin permiso te multan y cárcel!
Hoy amanecí de buenas, creo. Más pienso que podría ser un efecto secundario por haber fumado de esa cochinada llamada marihuana, esos humos que me llegan a través de las redes sociales y medios virtuales. Hasta me dieron ganillas de fumar un churro de verdad. ¿Saben quién tiene, de los buenos y baratillos?
Pero..., ¡recordé que estoy viviendo en medio de una pandemia terrible!
¡Que la marihuana, probablemente, aparecer como un distractor para las penurias del pueblo!
¡Que como el Gobierno no puede con los narcos es mejor ser su socio y hacer que paguen impuestos y derechos a la CONADIC!
¡Que la Cannabis es el mejor concentrador de oxigenación pulmonar para soportar el terror que representan los absurdos debates en la tribuna!
¡Ya chale con la china!... ¡ya chole con esto!
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