- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 29 de septiembre de 2020.- (aguzados.com).- La dinastía López Obrador dista mucho de ser La Familia Sagrada que comparte el Castillo de la Pureza con los Carmelitas Descalzos y las Hijas de María Inmaculada; más bien, forman parte de esa ambidiestra corrupción mexicana cultivada en las parcelas de la izquierda y la derecha, donde la gestión de negocios ilícitos y la entrega del dinero en efectivo son los manjares perniciosos de La Gran Comilona.
El patriarca de la familia, Andrés Manuel, suele hablar desde el púlpito mañanero de su combate a las dañinas prácticas para obtener provecho económico de manera ilegal, fácil y rentable; de que ya no habrá más "lozoyas" y "garcíalunas", porque el pueblo está cansado de “tanta piche transa”.
La indiferencia de la familia y amigos que le acompañan, obligó al Presidente a enviar a sus colaboradores una especie de Hojita Diocesana —memorándum, pues—, el 13 de junio del año pasado, para instruirlos de manera “clara y precisa de no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen".
En su calidad de candidato presidencial de Juntos Haremos Historia (Morena, PT, PES), escenificó la historia de Caín y Abel, versión tropical, al marcar distancia con su hermano Pedro Arturo —“traidor”, le llamó— en un video difundido en su cuenta en abril de 2018: “Yo ya no tengo hermanos que están vinculados con los corruptos del PRI o del PAN. ¡Ya! ¡Acabé con eso!”.
Como las palabras viajan gratis y los hechos compran boletos, un buen ejemplo del aforismo es la familia presidencial, salpicada de manchas negras, como si fuera una perrita dálmata, sin la perversa Cruela de Vil. Revisemos.
José Ramiro López Obrador, alcalde de Macuspana, Tabasco, de 2004 a 2006, fue acusado de desvíos millonarios por la venta de terrenos, así como por el mal ejercicio del presupuesto durante su administración.
Martín Jesús López Obrador —hermano gemelo de Candelaria Beatriz López Obrador, la única hermana de AMLO—, se involucró en un escándalo al ser demandado por incumplimiento de pago de honorarios a un despacho de abogados. La deuda ascendía hasta 900 mil pesos en 2008.
El 18 de abril de 2018 la Fiscalía General del Estado de Veracruz gestionó en la Procuraduría General de la República la emisión de alerta migratoria y de ficha roja en contra de Carol Jessica Moreno Torres, vinculada sentimentalmente a Pedro Arturo López Obrador.
La dama de las uñas largas se desempeñó como Oficial Mayor de la Secretaría de Educación, donde se le detectaron desvíos de recursos por aproximadamente 80 millones de pesos, de 2016 a julio del mismo año. En mayo de 2017 fue denunciada ante la fiscalía estatal.
En su otra vida, Pío López Obrador debió haber sido aquel monaguillo que le daba un buen pellizco a las limosnas entregadas en efectivo por la feligresía, porque le encanta el dinero ajeno. Su tersura. Su aroma. Su color. Su valor en las mesas donde el papel moneda —el cash, dicen los gringos—, es altamente estimado para resolver económicamente la vida familiar, sin dejar rastro, huella o recibos firmados.
Pío no hace honor a su nombre. No se le mira lo piadoso. Ni el apego al culto religioso. Tampoco el servicio a Dios. Menos cumple los diez mandamientos de la religión cristiana. Aunque habrá de reconocerse que sí es misericordioso, pero con su bolsillo.
En octubre de 2019 Reforma pilló al Hermano Incómodo de AMLO haciendo de las suyas al operar en Chiapas para que 21 alcaldes pertenecientes al PRI, PVEM, Panal y los partidos locales Chiapas Unidos y Podemos Mover a Chiapas, se sumaran a Morena, ofreciéndoles, entre otras cosas, protección ante la Auditoría Superior del Estado. Acceso a créditos blandos. Y recursos a tiempo.
El mes pasado, Pío López Obrador aparece nuevamente en escena al recibir 1.6 millones de pesos en efectivo de manos de David León Romero —nombrado el zar de la nueva distribuidora de medicamentos del Estado—, quien puntualizó en los dos videoescándalos difundidos por el portal Latinus del periodista Carlos Loret, que “el chiste es apoyar, esa es la consigna: el futuro, el proyecto al 18, que él (AMLO) vea que hay apoyo”.
El 23 de enero de este año, el presidente informó en la conferencia mañanera, a manera de vacuna mediática, que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, rechazó recibir a un hermano suyo, pero omitió el nombre del involucrado y aceptó que la audiencia era para “una gestión, no sé de qué tipo”.
El pueblo no se equivoca: de acuerdo con una encuesta de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Reforma (12/03/20), el 77 % de la ciudadanía percibe que la corrupción va a la alza o sigue igual, el restante 23% piensa que ha disminuido.
La dinastía López Obrador es otra Familia Feliz al amparo del poder.
Porque alguien tiene que escribirlo: Hasta la próxima.
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