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Vale al Paraíso / Sin bozal no hay paraíso

  • Mario Granados Roldán

Aguascalientes, Ags.- 24 de mayo de 2020.- (aguzados.com).- Aguascalientes regresa a la Vieja Normalidad, a la que nunca abandonó, a la que siempre conservó con su libertinaje, cero distancia, boca y nariz sin bozal, fiestas callejeras, ruidosas pachangas caseras, y calles y avenidas atascadas de automóviles.

El preventivo Aviso General a la Población del Municipio de Aguascalientes, expedido por la alcaldesa María Teresa Jiménez Esquivel el 18 de marzo, falleció a causa del Coronavirus Económico impuesto por el gobernador Martín Orozco Sandoval, quien de un manotazo en la mesa aplastó, desafortunadamente, la sana prudencia impuesta por la jefa de la Comuna, desde aquel lejano mes.

Algunos, como el Club Campestre, el Obispado de Chemita y los restaurantes de Plaza Universidad anticiparon las honras fúnebres al ignorar el Aviso por el imprudente acelere y la inhumana convocatoria de Gobernador.

Orozco Sandoval instalará su propio semáforo sanitario. La decisión hace suponer que estamos en la gloria terrenal, al estimar un alto porcentaje sobrante de camas generales, camas con respiradores, hospitales, pruebas serológicas, médicos, personal sanitario y medicamentos; el jalisciense también se ufana del bajo número de contagio y escasa letalidad.

Confiado en la santísima declaración de MOS. Haga patria. Quítese la correa. Mande el diablo el bozal. Guarde el gel antibacterial para la próxima pandemia. Salga de compras de lo que no necesite. Póngase hasta las manitas en los antros, cantinas y merenderos. Lléguele a los restaurantes, cenadurías, fondas y similares, para moldear la redonda figura que adquirió durante el arresto domiciliario. Concurra al cinco letras. Dese un chapuzón en la alberca atiborrada de asintomáticos. Llene los camiones como si fuera usted un garapiñado más en bolsa de celofán. Al fin, el reluciente dogma de fe gubernamental los espera en los sanatorios abiertos por la Nueva Mortalidad.

En la conferencia vespertina del viernes, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, anunció que por la reapertura habrá “experiencias de rebrote", que el aumento de la movilidad propiciará mayores contagios y que debemos prepararnos para una “epidemia larga”. 

El vaticinio es lapidario.

Porque alguien tiene que escribirlo: La Guardia Sanitaria del ISSEA salió de safari. En el restaurante Los Arcos, propiedad del regidor capitalino del PRI Israel Tagosam Imamura López, encontró una buena dotación de fauna nociva que les permitiría ampliar su variado menú.

Los gobernantes, políticos, empresarios y otros especímenes fifis, podrán pedirle al camarero Salpicón de Cucarachas o Tecuejos Empapelados, que seguramente les competirán a los siempre preferidos Camarones Caballito y el Filete Los Cabos.

Además, la clientela de La mejor cocina de mariscos del pacífico, presume su publicidad, con dos tragos se pondrá como araña fumigada por el implacable Raid Casa y Jardín: el alcohol depositado en vasos y caballitos de vidrio está más adulterado que la desaparición de la Copa Mx.

Y por si fuera poco, se detectó que al amparo del Poder para poder, Los Arcos ofrecía “servicio clandestino” al ingresar a sus clientes por la puerta de servicio, violentando el Aviso General a la Población del Municipio de Aguascalientes, que impedía el funcionamiento al interior de esos establecimientos.

La invencible Guardia Sanitaria del ISSEA clausuró el restaurante que seguramente a su reapertura ofrecerá un cóctel de rata de cuatro patas con pulpo y callo de hacha, pero mientras eso sucede, Vale al Paraíso recordar que el entonces diputado del PRI Israel Tagosam Imamura López entregó los documentos que prueban la compra del terreno que adquirió Martín Orozco Sandoval y sus hijos a la familia Baez, propiedad que inicialmente era de la Presidencia Municipal de Aguascalientes, la cual se encuentra ubicada en la avenida Mariano Hidalgo esquina con avenida Amalia Gómez Z. en el fraccionamiento Periodistas de la Delegación Morelos.

El legislador, en conferencia de prensa efectuada la mañana del lunes 9 del presente mes en el restaurante La Mestiza, acusó de ladrón al ex mandatario municipal, actualmente presidente de la asociación civil Causa Común (Palestra, 10/11/2009).

A diferencia de las mujeres que pueden matarse pero no se hacen daño, los políticos suelen cobrar los agravios en el momento oportuno y en el lugar preciso, con la cabeza fría y el rencor ardiente.

La implacable y puntual inspección a Los Arcos permite la obligada pregunta: ¿Coincidencia o venganza al amparo de la pulcra aplicación de la ley?

Nota: El martes nos volvemos a encontrar, si la Vieja Normalidad y la Nueva Mortalidad lo permiten.

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