- Mario Antonio Guevara Palomino
Aguascalientes, Ags.- 2 de mayo de 2020.- (aguzados.com).- Desde joven me gusto la Ciencia Política y el Derecho, durante mi formación académica aprendí que en estricto sentido la DEMOCRACIA era el respeto absoluto de la voluntad de la mayorías.
Descubrí que es una forma organizativa propia del Estado, las decisiones colectivas son asumidas por la sociedad mediante mecanismos de participación directa o indirecta, para dar legitimidad a sus representantes.
La construcción de un Estado Democrático se basa en el Derecho, en respetar las garantías fundamentales de los individuos dentro su marco jurídico, requiere la división de poderes y el respeto de su autonomía soberana, así se garantiza el funcionamiento óptimo del Estado.
Lamentablemente las reformas promovidas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tienen una dosis impositiva, vulnera la autonomía Legislativa y limita su trabajo como vigilante del ejercicio del gasto público.
Buscar dar esa discrecionalidad al Ejecutivo para la orientación del gasto a través de la SHCP, solo legitima una DICTADURA PERFECTA, no cumple con el ESTADO DE DERECHO DEMOCRÁTICO, por ello sostengo que estamos ante su disolución.
En pocas semanas hemos sido testigos de la desaparición por decreto de los fideicomisos del Estado para atraer casi 735 mil millones de pesos, legisladores de MORENA promoviendo la estatizacion de la administración de los AFORES y una impensable reforma al Art. 29 constitucional para que el Ejecutivo pueda restringir los derechos humanos.
A todo ello hay que agregar que esta semana, KPMG comentó que tiene dudas sobre la capacidad de PEMEX para continuar en operación, con este anuncio pareciera que ya QUEBRARON A LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO, por pésimos manejos financieros, en la estrategia y si tiene que ver con haber parado la reforma ENERGÉTICA.
Los auditores independientes, KPMG Cárdenas Dosal, informaron al Comité de Auditoría que en los Estados Financieros consolidados a partir del 31 de diciembre de 2019 existe una duda sustancial en cuanto a la capacidad de continuar como empresa en marcha.
Por mucho tiempo hemos creído que México es una gran potencia petrolera pero la realidad es otra, sin quitarnos importancia de ser productores petroleros, NO SOMOS esa potencia que nos vienen enseñando en libros de texto desde la Expropiación Petrolera lograda por el ex Presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Si MEXICO quiere recomponer la cosas, de manera inmediata se debe continuar con la REFORMA ENERGÉTICA, reactivar los contratos de exploración, explotación y procesamiento del crudo, continuar con los procesos de cobertura para la generación de energía EÓLICA y FOTOVOLTAICA, además de la explotación y comercialización del GAS NATURAL.
Registramos pérdidas que suman 562 mil 250 millones, con una deuda de 2.46 billones de pesos (105 mil millones de dólares), sabíamos que había que hacer cambios en la empresa, por eso se fueron impulsando reformas que alentaran el crecimiento de Pemex y que no fuera una carga fiscal para el Estado Mexicano.
¿Qué tenemos por hacer?, pues seguimos ideologizando a la economía y diciendo que todo es culpa del NEOLIBERALISMO.
Aquí el gobierno se debe poner las pilas y hacer su tarea, porque el desenlace será de una gran crisis económica y financiera en los próximos años, y como consecuencia puede ocasionar la segunda revolución social en nuestro país.
Hoy los movimientos, no necesariamente se hacen con las armas sino que existen mecanismo de resistencia civil y política que podrían desestabilizar a un gobierno, cuidado que del centro occidente para arriba siguen alentando ese movimiento separatista de los estados del país.
México podría quedar reducido en una DICTADURA PERFECTA y con una triste disolución como Estado Nacional, después del COVID-19, los modelos de sistema político tendrán que sufrir modificaciones sustanciales, en ello está el rompimiento de paradigmas y la instauración de otros nuevos, al final de cuentas el objetivo es el bienestar colectivo de la organización social del Estado.