- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 7 de abril de 2020.- (aguzados.com).- ¿De qué quieren su nieve?, dice AMLO a quien pide cancelar obras como refinería o el Tren Maya.
El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó este lunes (30 de marzo) cancelar la construcción de obras prioritarias como la refinería de Dos Bocas o el aeropuerto de Santa Lucía, y cuestionó a quienes han pedido que esto se haga frente a la epidemia de COVID-19.
"Fíjense cómo estarán de molestos, enojados, los que se sentían dueños de México, que sus escribanos están planteando que cancelemos obras, los intelectuales orgánicos recomendando que ante la crisis se cancele la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, que se cancele la construcción del Tren Maya, de la refinería. Les contesto: ¿de qué quieren su nieve? Porque estoy muy atento a sus propuestas tan racionales, tan bien fundadas, con tantos argumentos", manifestó en la conferencia de prensa matutina (El Financiero, 30/03/2020).
El gobierno federal, para enfrentar la guerra contra el Covid-19, para amortiguar la pandemia económica, necesita algo más que los amuletos presidenciales; requiere lo que a don Jesús Reyes Heroles le escuché decir en vivo y a todo color el 23 de agosto de 1973, hace 46 años, en el Distrito Federal: “Para ejercer con vocación y acertadamente la actividad política se requerían las tres ces: cabeza, corazón y carácter”.
Sin embargo, el austriaco Arnold Hutschnecker, psiquiatra de cabecera del presidente norteamericano Richard M. Nixon, insistía que los líderes, más allá de lo puramente político, “deberían ser sometidos de antemano a chequeos exhaustivos por parte de médicos y psiquiatras para garantizar que los más brillantes sean también los más sanos mental y moralmente”.
Y el 12 de junio de 2013, Otto Granados, en su texto La psique de los políticos, publicado en el diario La Razón, consideraba:
Las ciencias sociales en México han sido omisas, por ejemplo, en examinar a los presidentes desde un punto de vista psicológico. Rara vez se habla de sus traumas biográficos, entre otras razones porque, supongo, se juzga impúdico entrar a esos terrenos o porque nuestros historiadores no están calificados para manejar este tipo de categoría analítica o porque los medios son más propensos al impresionismo.
Pero explorar los resortes psicológicos —personales, sociales, familiares— de los políticos debiera ser casi una asignatura obligatoria para elaborar expectativas, saber cómo negociar con ellos, cómo crear una estructura de incentivos tal que los lleve a tomar unas decisiones y no otras, y qué tanta estabilidad poseen para gobernar.
Según algunos académicos, la ambición de poder político es en cierto grado una patología. Todos ejercemos ocasionalmente una posición de poder al impartir una clase, jefaturar una familia o comandar una empresa. Pero buscar poder para usarlo como un mecanismo de dominación de los demás e influir para mover los hilos de la historia es otra cosa, es una forma de compensar carencias vitales, y el escaso conocimiento que tenemos de estos resortes constituye una laguna para comprender muchas otras cosas.
Gobernar no es sólo asunto de títulos académicos o experiencia política. Frecuentemente son mucho más decisivas las complejidades de la personalidad, el cerebro y el carácter, y por ende debieran ser oportunamente reconocidas para maximizar sus bienes y neutralizar sus males.
Los mexicanos sigue a la espera de programas contracíclicos de gran calado, porque el mundo cambio radicalmente a partir este año con la aparición del Covid-19; del gasto público para la contratación adicional de doctores y enfermeras, y para la compra de pruebas rápidas, ventiladores, medicinas, equipo médico y demás insumos sanitarios; y de atender la recomendación de Carlos M. Urzúa Macías, el primer titular de la SHCP en la administración de López Obrador: “Incrementar en estos momentos de manera significativa su déficit”.
Por el bien de México, primero las obras faraónicas: el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la reinería Dos Bocas. Después la reactivación económica y el fortalecimiento del sistema de salud pública para atender a los confirmados y a los sospechosos, a los heridos por el coronavirus, reitera el Presidente.
Los muertos ya gozan de cabal salud.
Porque alguien debe de decirlo: El IMSS, apenas, va a comprar 2 mil 500 ventiladores para la atención de la contingencia sanitaria con 2 mil 201 millones 700 mil pesos que tiene guardados en la caja fuerte, en su reserva financiera, de acuerdo a la autorización que solicitó a la SHCP el reciente lunes 30 de marzo (El Universal, 03/04/2020).
Dios nos agarre confesados con el gobierno emanado de Morena.
Coda: “Entre las muchas mentiras que dijo ayer (lunes 30) el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia mañanera, hay una cosa en la que tiene toooda la razón. Acusó a Reforma de no haberle dado cobertura durante su "éxodo por la democracia". Y es cierto: este periódico no publicó una sola línea sobre esa marcha de 1991... ¡porque fue fundado dos años después en 1993!” (Reforma, “Templo Mayor”, 31/03/2020).
Sin comentario. Prefiero amueblar el silencio.
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