- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 24 de diciembre de 2019.- (aguzados.com).- La inasistencia de 16 de los 27 diputados a la sesión ordinaria que debió celebrarse ayer en el Congreso del Estado, deja en evidencia que la clase política en Aguascalientes es inferior a la de un jumil de alcantarilla; que el PAN está partido en dos; que la poderosa mandona de la fiesta es la alcaldesa capitalina María Teresa Jiménez Esquivel; que la influencia del gobernador hacia sus correligionarios está en modo nulo; que el micro PRI está bailando al son de los azules; que el apestoso PES, con la legisladora Karina Banda Iglesias al frente, por su boca muere; y en Morena la lucha fraticida es tan interminable que pavimenta su total fracaso en las elecciones locales de 2021.
Los integrantes de la LXIV Legislatura no honran el mandato conferido por la ciudadanía. Su trabajo es escaso y pobre. Se reduce a la frivolidad laboral, a revisar asuntos de poca monta, sin importancia, fatuos, comunes y silvestres. Dejan a un lado, esconden en el ropero de la abuela, temas de gran calado, como es el fuero constitucional, el embrión de la corrupción, la opacidad y los negocios al amparo del poder público.
El irresponsable proceder de la mayoría de diputadas y diputados, también descubre que el verdadero líder de los Grupos Parlamentarios del PAN, PRI, PES, 25 por ciento de Morena, PRD y PANAL, es Luis Enrique García López, alias Quique Galo, quien con una muy buena dotación de croquetas Royal Canin para razas pequeñas, controla las asistencias, las ausencias y las levantadas de pata —perdón, de dedo— para aprobar o rechazar iniciativas de ley enviadas por el titular del Ejecutivo.
Lamentable papel el de Gustavo Báez Leos (personero de Orozco Sandoval), quien en el papel es el coordinador del GPPAN, pero más bien se parece al florero que mucho estorba y nadie pela.
En las irreverentes manifestaciones públicas suele escucharse la consigna: “Diputados huevones, por eso están panzones”. Razón les sobra, por eso, es de justicia reconocer a los 16 diputados de la vida alegre, el jugoso salario y la inasistencia a su cómodo trabajo: del PAN (7), Luis Enrique García López, Paloma Cecilia Amézquita Carreón, José Manuel Velasco Serna, Claudia Guadalupe de Lira Beltrán, Patricia García García, Gladys Adriana Ramírez Aguilar y Mónica Becerra Moreno; del PRI (4), Elsa Amabel Landín Olivares, Margarita Gallegos Soto, Elsa Lucía Armendáriz y Juan Manuel Gómez Morales; del PES (2), Karina Banda Iglesias e Irma Guillén Bermúdez; del Panal (1), Mario Armando Valdés Herrera; y de Morena (1), la zacatecana Natzelly Teresita Rodríguez Calzada, quien fuera jefa del Departamento de Atención Ciudadana en la administración de la alcaldesa Lorena Martínez Rodríguez.
Los 11 legisladores que acudieron a la sesión para votar por la eliminación del fuero constitucional del gobernador, los alcaldes y diputados locales, pero se quedaron esperando a sus compañeros como novios y novias de rancho, fueron: del PAN (6), Gustavo Alberto Báez Leos, Juan Guillermo Alaniz, Karina Iveth Eudave Delgado, Mónica Janeth Jiménez, Salvador Pérez Sánchez y Alejandro Serrano Almanza; de Morena (3), José Manuel González Mota, Heder Pedro Guzmán Espejel y Erika Palomino Bernal; del PRD (1), Jorge Saucedo Gaytán; y del PVEM (1), Sergio Augusto López Ramírez.
De acuerdo al Presupuesto de Egresos del Estado de Aguascalientes para el ejercicio fiscal de este año por concluir, al Poder Legislativo se le asignaron 193 millones de pesos, que una bola de bribones, desvergonzados y holgazanes, enviaron a la basura, al fin, de ellos no es el dinero, sino del castigado contribuyente; con razón, los resultados de las encuestas señalan que los diputados son la escoria del servicio público.
Los desprestigiados congresistas deberían considerar algunas de las trece virtudes de la “perfección moral” recomendada por Benjamín Franklin, el prócer norteamericano, para tener una pizca de sabiduría política y riqueza intelectual; por ejemplo, templanza, orden, resolución, productividad, sinceridad, justicia, moderación, limpieza, tranquilidad y humildad.
(Esta columna descansa, pero no en paz. Nos encontraremos en enero del 2020).
Porque alguien debe de escribirlo: Feliz Navidad y mejor Año Nuevo. Mucha salud. Lo demás se encuentra en el camino.
Coda: Un abrazo fraternal para Daniel Avilés. La muerte que nunca vemos tocó la puerta de su apreciada familia con el lamentable fallecimiento de su señor padre.
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