- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 27 de agosto de 2019.- (aguzados.com).- Recientemente estuvo hospitalizado Aldo Ruiz Sánchez, delegado de Programas de Bienestar de la 4T. Quizás por la poca monta del funcionario federal, la Bolsa Mexicana de Valores no reaccionó de manera negativa, el peso se mantuvo estable y la Virgen de la Asunción regresó alegremente al lugar de honor en la catedral, después de haber disfrutado su quincenario sin los desfiguros de la feria de San Marcos.
Los paramédicos de la parroquia especularon en las redes sociales las causas de la intervención quirúrgica; de todas las suposiciones hay una a destacar por el humor negro, alba franqueza y acrisolada certeza: el muchacho con bachillerato trucado “se indigestó por haber leído el primer libro en su vida”, ilustró el galeno e historiador de prosapia.
Sin el perverso interés de propiciarle a Ruiz Sánchez una mortal recaída —Dios me libre—, decidí convertir esta colaboración en la reseña del libro La Justicia Criminal Local Novohispana (edición de la Universidad Autónoma de Aguascalientes), escrito por Claudio Antonio Granados Macías, que “es producto de una prolongada estancia en los archivos que aún se conservan en el fondo judicial penal y civil resguardado en el Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes”.
De entrada, el autor expresa su “profundo agradecimiento a la alcaldesa de Aguascalientes, Licenciada María Teresa Jiménez Esquivel, por el interés mostrado en la publicación de este libro. Su generosidad para difundir la historia de las instituciones de Aguascalientes permite que el fruto de cuatro años de investigación llegue a los lectores interesados por nuestro pasado.
“Especial mención y gratitud al Licenciado Jesús Figueroa Ortega, Fiscal General del Estado de Aguascalientes, quien en todo momento me apoyó para seguir adelante con el proyecto que hoy se presenta, su interés por el fomento a la cultura jurídica, al derecho penal y al conocimiento, ha permitido reconstruir una sociedad que nos antecedió, reproduciendo los testimonios de su evolución”.
La sinopsis refiere que el volumen “nos introduce a una época donde Aguascalientes, después de su fundación, se va integrando con los flujos migratorios de exploradores y colonos españoles, con los hijos de los esclavos africanos comerciados por alemanes y portugueses en el siglo XVI y los restos de las tribus chichimecas que vagaban por las llanuras de nuestra entidad, ya pacificados, se les reúnen con tarascos o mexicanos. La convivencia de esta variopinta sociedad tuvo sus conflictos, los cuales fueron resueltos por la justicia colonial de la Alcaldía Mayor”.
La obra se divide en cuatro los capítulos. El primero estudia a la sociedad colonial novohispana resaltando las particularidades regionales. El segundo presenta la composición y funcionamiento de la judicatura novohispana. El tercero aborda el derecho criminal indiano. El cuarto transcribe y analiza un juicio desahogado en la Alcaldía Mayor de Aguascalientes, que nos lleva a conocer las limitaciones de la judicatura local, recreando la vida cotidiana de la comunidad, para comprender el impacto de la sanción sobre el entramado social como mecanismo de control.
Concluye haciendo un recorrido histórico construido por la noticia criminal obtenida del estudio y paleografía de un conjunto de archivos del periodo colonial, que permite descubrir al lector a personajes singulares, necesidades, anhelos, temores y creencias de la primitiva villa y el entorno rural de Aguascalientes.
El autor de La Justicia Criminal Local Novohispana, Claudio Antonio Granados Macías, es Maestro en Derecho por la UAA, de 1999 a 2001, donde obtuvo el reconocimiento Magna Cum Laude, en 2002; Doctor en Derecho por la Universidad de Guadalajara (UdeG), de 2004 a 2007; y Doctor en Ciencias Sociales y Humanidades, por la UAA, de 2012 a 2015.
Desde hace 16 años funge como profesor investigador del Departamento de Derecho de la UAA.
Y en 2009 publicó su primer libro Teoría de la Constitución, Poder Judicial del Estado de Aguascalientes.
Porque alguien debe de escribirlo: El Coliseo del PAN Aguascalientes mantiene sus puertas abiertas. Las embestidas del Miura y los puyazos de las Hormigas Atómicas me hacen recordar al polemista Javier Lozano Alarcón (exmilitante panista), quien en entrevista a Reforma (10/08/2014), compartió la dosis para vacunarse de críticas y ataques: “En política tienes que ser cómo un elefante. Patas gruesas para siempre mantenerlas en el piso; trompa larga para olfatear dónde andas; colmillo largo para que no te vacilen; orejas grandes para escuchar todo; piel muy gruesa para que no te afecte lo que viene de fuera; y cola muy pequeña para que no te la pisen”.Quizás le faltó agregar los ojos pequeños del mamífero para no mirar los videos grabados por el adversario.
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