Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags, 02 de abril de 2019.- (aguzados.com).- Recorrer por el túnel del tiempo el pasado es gratificante porque permite el fascinante reencuentro con la historia de la parroquia y su feligresía, que oficiaba en la sacristía gubernamental y el atrio político.
El agradable paseo se debe al apreciado Matías Lozano, el periodista que suele recortar la ropa ajena con filosas tijeras, quien puso en mis manos la versión digital de dos joyas guardadas en la biblioteca del Museo de Historia Natural de Aguascalientes: La Resuave Patria (1995) y El PRI era una fiesta (2008), ediciones de El Gallito Cantador, escritos por el estimado Gilberto Calderón Romo, de pluma ligera, aguda, desenfadada y libre de prejuicios, pero no exenta de algún Piche Gilberto del personaje referido burlonamente en el texto de su enojo.
En El PRI era una fiesta, dice el autor, se hace un recuento de sus aventuras reales o inventadas, que parte de una antología de la Correspondencia con don Gus, columna que se publicó en formato epistolar por invitación de Gustavo de Alba Mora en la revista Crisol de Aguascalientes entre 1997 y 2003. Los textos son pura ficción y a veces indican lo contrario de lo que aparece en las palabras, como si estuvieran escritas en la superficie de un espejo… El propósito de esta obra, es recordar los hechos —o inventarlos— con un poco de humor.
De este manojo de papiros, cito parcialmente Espionaje rezagado, escrito desde La Habana, Cuba, en marzo de 2000, cuando reinaba Vicente Fox y gobernaba (?) Felipe Lipe González González, para confirmar que la escucha indebida de las pláticas ajenas es una práctica tan antigua como los pájaros en el alambre:
Yo no quería hablar don Gus, de temas tan delicados porque la discreción —a ustedes les consta— ha sido siempre una de mis divisas más características, pero varios periódicos han estado señalando al espionaje que desde el gobierno de Aguascalientes se practica de unos años para acá. Hay por allí un oficina de gobernación o algo así, dedicada a ponernos campana a todos y luego el gobernador me cuentan, pone las grabaciones al estar con sus cuates y se la pasan riéndose de las conversaciones íntimas de todos los polacos de Aguas, sean del partido que sean y se dan la mar de divertidas con las incidencias de la vida íntima de los ciudadanos.
A mí no me consta, y me limito a mi propia experiencia. El otro día que te estaba mandando un mail don Gus, de repente se metieron en mi línea y resultó que eran de esa oficina y me pidieron por favor que escribiera más despacio porque ellos son muy lentos para leer y su módem es muy antiguo.
Me confiaron que el aparato es el que se utilizaba en los tiempos de Otto y no solamente es viejo, sino también muy lento, tanto que todavía no acaban de bajar la información relacionada con las llamadas de gente del antiguo régimen. Así, me platicaron que tienen muchos mails de Carlos Lozano de la Torre, el cual, al enterarse que estaban bajando sus intimidades, mejor se fue a Zacatecas para que Monreal lo defendiera y me indican que el atraso se debe a que todavía no acaban de recibir las cuentas de los viajes del Mosco Reyes, ya que se daba gusto firmando facturas de él y de todo el ayuntamiento, sobre todo si iban a Europa a representar a nuestros intereses más auténticos y genuinos.
Lipe se había hecho la ilusión de disponer de los datos necesarios para apoyar las postulaciones de candidatos del PAN ahora que se acercan los comicios, pero Abelardo no quiso comprar equipo nuevo y de esta manera, el Ejecutivo se ha privado de conocer las andanzas de los próceres Nieves Mota, Reed Segovia, Reynoso Femat, y se entretiene con las aventuras de Héctor Hugo, del Pipe Hidalgo, etcétera, las cuales se sabe de memoria y él quisiera conocer en qué pasos se mete por ejemplo don Roberto Díaz, el Führer Von Bertrab, los peluches que trabajan de diputados o los Amigos de Fox.
El que tiene un colmillo retorcido es Augusto Gómez Villanueva, quien se las ingenió para conectar a su teléfono una grabadora con todos los discursos que ha dicho en su vida y los pacientes escuchas felipistas, apenas van en la era de Díaz Ordaz y la verdad no entienden ni jota aunque, hay que señalar en su descargo, que en aquella remota época tampoco se les entendía a esas luminosas piezas del arte retórico.
Porque alguien tiene que escribirlo: Cuentan los evangelistas de aquella época (1986-1992), omitidos para preservar su endeble humanidad, que el gobernador Miguel Ángel Barberena Vega solía grabar las conversaciones sostenidas en su despacho principal: debajo de su escritorio tenía colocado un botón que oprimía para activar el aparatito, cuando le interesaba la persona y el tema a tratar.
Desafortunadamente las prehispánicas charlas de colección no fueron entregadas a la Audioteca del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, para ser disfrutadas por el pueblo bueno y sabio, ávido del sabroso chisme, del ajeno, por supuesto.
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