Ciudad de México.- 29 de marzo de 2019.- (aguzados.com).- Uno de los sellos de esta administración han sido las conferencias matutinas que realiza todos los días, desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Estos espacios han servido para dar seguimiento a temas y también para marcar la agenda del país. A escala regional las mañaneras están siendo sujetas de análisis por su innovación y originalidad. No existe un esquema de comunicación similar, tanto por su duración diaria, como por su frecuencia. Al ser una nueva forma de comunicación con la ciudadanía, medios y con los tomadores de decisiones, es importante medir cómo son vistas estas conferencias por la opinión pública, por lo que el tema se incluyó en la encuesta más reciente realizada a escala nacional, cara a cara en vivienda, por Parametría.
Primero, en cuanto a los niveles de conocimiento es interesante que las conferencias no tengan —como se esperaría — un alto impacto en la ciudadanía. Seis de cada 10 entrevistados dijeron saber que se realizan, mientras que cuatro de cada 10 no están enterados de ellas. Las conferencias son importantes para los medios de comunicación, analistas, personas interesadas en los temas que ahí se tratan, pero parece ser que no han permeado todavía lo suficiente en la ciudadanía de a pie.
Otro dato que da cuenta de los niveles de atención en la forma de comunicar del presidente es que 57% de las personas a escala nacional dijo haber visto o escuchado alguna de las conferencias matutinas. Es decir, 61% sabe de éstas, y 57% las ha seguido al menos una vez. Este seguimiento no necesariamente tuvo que ser en tiempo real a las 7 am, sino que puedo haber sido a través de retransmisiones o bien en espacios que los medios dedican para analizar los temas que se trataron.
Respecto al acto como tal, la mayoría de las personas apoya estas conferencias. Al plantear un dilema con los argumentos que se han vertido a favor y contra, encontramos que ocho de cada 10 personas (76%) están a favor de que se dé a conocer por ese medio la situación del país y las acciones de su gobierno. Solo dos de cada 10 consideran que esta dinámica le quita tiempo al presidente para gobernar, como se ha cuestionado en algunos medios. Las conferencias son otra de estas acciones de gobierno que han sido cuestionadas por el círculo rojo de analistas y columnistas, pero que entre la ciudadanía tienen un apoyo considerable.
Finalmente, sobre la eficiencia de estos instrumentos la encuesta indica que un importante porcentaje de la ciudadanía prefiere enterarse de la situación del país y de las acciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través de los medios de comunicación y redes sociales y no por las conferencias. Tal vez por el horario o porque quieren información filtrada o bien porque quieren solo un resumen de la conferencia. Por ahora con las conferencias se llega a casi la mitad de la población de manera directa.
La cantidad de información que se da a conocer en cada conferencia diariamente —asisten diferentes miembros del gabinete—, el tiempo que dura la misma (más de una hora) y las nuevas formas de consumir noticias sobre todo en redes sociales con formatos cortos parecen impactar en su eficiencia. No obstante, en términos simbólicos esta forma de comunicación inusual sigue siendo relevante más allá de cuánta gente las vea.
Existen pocos casos para comparar la estrategia de comunicación de AMLO, ningún presidente ha optado por este método, por lo que será importante seguir midiendo en el tiempo y con diferentes enfoques a las mañaneras. El conocimiento de estas conferencias es solo un indicador de su visibilidad. Es un poco más complicado medir su eficacia en términos de comunicación.
Lo cierto es que de seguir el esquema cada vez serán más conocidas. No queda claro si por ello comunicarán mejor. Por lo pronto a juzgar por los diferentes instrumentos de medición en prensa, redes sociales y la medición de la opinión pública, la agenda del presidente domina la esfera pública.