- Isidoro Armendáriz
Aguascalientes, Ags.- 27 de marzo de 2019.- (aguzados.com).- En la era del vacío de la moral pública, partidos, dirigentes, partidarios y gobernantes se ocupan, preocupan y pierden su tiempo en asuntos ordinarios e insignificantes: relaciones públicas privadas de humanismo, uso nada óptimo de prerrogativas legales, lenguaje político anacrónico, desmedido consumo de cápsulas informativas con un alto contenido de basura cultural y un diseño tramposo de propaganda que busca despertar la ilusión del electorado mediante el poder de la fantasía.
Esos mismos partidos y gobernantes tienen, ahora, la oportunidad de relegitimarse a través de un nuevo enfoque ético-social con acciones implícitas que promuevan el desarrollo humano ilimitado, la creación de liderazgos natos, el ejercicio transparente de recursos públicos, el mensaje anti demagógico, la información clasificada y selectiva, y la promoción de imagen a través de historias personales vinculadas a obras sociales y hechos trascendentes.
¡¡¡Qué lástima!!! Las discusiones estériles pierden a los candidatos en las veredas oscuras de la ignorancia, la agresión y la carencia de pasión propositiva. Igual se pierden en acciones indefinidas, reacciones entorpecidas y creaciones fuera de tiempo, espacio y circunstancia política. Así, transitan por un camino hostil; colocan su nido cerca del abismo; hacen de la campaña un desenlace funesto y de los grandes problemas un hecho discriminatorio, un paraíso en el olvido y un pueblo desatendido.
Frente a la pérdida de valores y atributos de los liderazgos, la política se ha prostituido recorriendo los burdeles baratos regenteados por mercaderes y traficantes del poder público. Esa pérdida de principios y postulados en el servicio público trajo consigo una crisis notable de liderazgos y una descomposición de estructuras caciquiles benefactoras.
De esta manera los procesos electorales también se prostituyeron bajando de nivel ético; las campañas se convirtieron en trinchera de guerra sucia y el debate entre candidatos dejó de lado la identidad ideológica y la oferta social.
A muy pocos días del disparo de arranque de las campañas políticas, las dirigencias partidistas deberán preocuparse más por instrumentar cursos intensivos, a fin de construir escenarios electorales que permitan disfrutar de la esencia intelectual, moral y profesional de los candidatos. Es decir, ganar la elección por la preparación y la seducción, antes que por la improvisación y la denostación.
Está claro, el PAN y MORENA representan la lucha campal entre romanos y cartagineses por defender y conquistar la sede del imperio: la ciudad capital. En cambio, el PRI solitario y desvalido pelea infructuosamente contra el azote de su sombra, el fantasma de la corrupción y la mafia decadente del poder público. La clase política incluyendo a sus nuevos actores, reduce su alcance moral al centrar su objetivo en la persecución de plurinominales y el destronamiento de liderazgos partidistas. ¿Qué del presagio para el PRI?
- Consejero político del Partido Revolucionario Institucional (PRI)