Columna de Mezquite
Las ciclovías, una política de estado
(Cuarta Parte)
Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante
Sobre la traza de ciclovías, quien no ande en bici, no puede decidir cómo realizarla. Así de sencillo. Sin embargo, existen instituciones y personas que abusando de su logotipo, de su posición o de su supuesta capacidad, han presentado este tipo de proyectos.
En cuanto a las ciclovías, conozco cuatro proyectos para realizar su trazado y que han sido elaborados en los últimos años. Uno del Instituto Municipal de Planeación (Implan), otro de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), otro de la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedum) y otro de un urbanista particular. Ninguno sirve para nada. Al parecer, ninguno de los diseñadores de dichos proyectos se ha subido a una bici para andar por la ciudad.
Dichos proyectos no consideran las necesidades reales del ciclismo ni las posibilidades reales de nuestras vialidades, son caros y de nula utilidad y es evidente que han sido diseñados por quienes no saben lo que es andar en bicicleta. Tampoco el gobierno municipal actual tiene idea del asunto.
El boletín 375 del Instituto Municipal de Planeación (Implan) se expidió justo unos días después de que apareció publicada la primera parte de este artículo. En dicho boletín se anunció la construcción de “circuitos de conexión” entre centros universitarios para “crear una cultura de uso de transporte alternativo,” y “coadyuvar con la economía del sector estudiantil” y se anunció un primer “circuito” para conectar a la “UAA” con el “Tec de Monterrey”, circuito que se ubicaría sobre avenida Universidad, partiendo de la UAA hasta la avenida El Molino y por ésta hasta el camino a Pocitos y luego, siguiendo éste hacia el sur, hasta llegar a la avenida Guadalupe González para cerrar el circuito en el punto de partida. Dicho proyecto, según el Implan “forma parte las Acciones Estratégicas definidas en el Plan de Desarrollo Municipal 2014-2106, y a través del “Programa Integral de Movilidad y Reestructuración Vial Urbana”, tiene como objetivo establecer un enfoque sistémico para transitar por la ciudad de una manera segura, rápida y con menor impacto al ambiente.”
Sobre lo anterior, quiero señalar categóricamente que ese programa no existe en el Plan de Desarrollo Municipal 2014-2016. En verdad, créame el lector, que ese programa no es ninguno de los setenta y dos desordenados programas que se mencionan en el Plan de Desarrollo. Ese programa no existe en el Plan y, por cierto, dicho Plan de Desarrollo es por demás deficiente, muestra de lo cual es que en sus diagnósticos, es decir, en su versión de la realidad en que se basó el actual gobierno municipal para diseñarlo, se dice que en materia de ciclovías existen dos, la de Av. Universidad, hacia Jesús María y la de la Av. Gómez Morín. ¡Se les olvidaron nueve! ¡No las conocen! Es así como el gobierno municipal planifica su acción a través de un diagnóstico que muestra no conocer la realidad de la ciudad. Las ciclovías del Río San Pedro, de la salida a Calvillo hasta el Penal, de Santa Anita, de Madero, de la Alameda, de Av. Solidaridad, de la Línea Verde, de Canal Interceptor y de Av. Ayuntamiento no existen para el actual gobierno.
Con motivo del anuncio del Implan de que se hará una ciclovía que una a la UAA con Tec de Monterrey a través de un circuito formado por Av. Universidad - Arroyo El Molino - Camino a Pocitos y Av. Guadalupe González, quiero señalar que eso no servirá de mucho en cuanto a infraestructura de transporte. Algún efecto positivo tendrá, pero estaría muy lejos de ser de verdadera utilidad como circuito aislado. ¿Van a hacer una ciclovía nada más de un solo lado del camino a Pocitos y de la Av. El Molino? Del otro lado sobre estas vialidades es municipio de Jesús María. ¿La van a hacer de un carril unidireccional o de dos carriles de circulación encontrada? ¿Ya consideraron la anchura de la ciclovía sobre Av. El Molino hacia Av. Universidad, en función a la velocidad que pueden alcanzar las bicicletas en esa bajada? ¿Y en sentido contrario, consideraron en que es una subida larga y pesada? ¿Y consideraron la fuerte pendiente que hay en Av. Guadalupe González entre Av. Universidad y el Río San Pedro, tanto para efectos de subida como de bajada? ¿Van a construir ciclovía a ambos lados de Av. Universidad entre la UAA y la Av. El Molino, o van seguir con el error de ubicar ciclovías en camellones, sin dar oportunidad así a los ciclistas de acceder a todo lo que existe a los lados de las calles y avenidas? ¿Una ciclovía nada más para hacer deporte? ¿Cómo se llegaría a ella en condiciones de seguridad? Nada más hablan por hablar. Súbanse primero a una bici, anden en la ciudad, vean las posibilidades y necesidades y luego hagan planes serios y declaraciones serias.
Las ciclovías deben trazarse como parte de una red para hacer factible el desplazamiento a, desde y entre zonas habitacionales, instituciones educativas, zonas urbanas de comercio, industria y puntos turísticos, centros comerciales, mercados, centros de aforo (social, deportivo, cultural o de gobierno), parques, lugares y establecimientos de salud, restaurantes. Es indispensable que además, en todos esos puntos de convergencia exista la infraestructura de paradores para bicicletas y que los mismos sean seguros.
Insistimos en que la red básica debe estar conformada por vías que se tracen sobre las actuales superficies de rodamiento de las vialidades, algunas divididas de los carriles de circulación vehicular por los “bolardos” (esos topes largos amarillos, como los que ya están a todo lo largo de la Alameda, aunque pueden ser de diferentes diseños, según las necesidades de cada vialidad). Esa protección es suficiente para empezar la red. Pero la red básica tiene que ir a toda la ciudad; si no, no sirve. Otras ciclovías, también sobre la superficie de rodamiento, serían de carriles no separados pero exclusivos (como la actual del pedacito de Madero). Desde luego se precisa de la infraestructura y adaptaciones en los cruceros, así como de un bien planeado y mantenido sistema de señalización (aunque esto sea mucho pedir en un México donde la señalización vial es de lo peor del mundo). Además, se requiere de paraderos, sobre todo próximos, para dejar las bicis en condiciones de seguridad, prácticamente contiguos a los lugares de aforo; estos paraderos deben ser unos públicos (para el acceso a los lugares y edificios públicos) y otros instalados por los particulares en sus establecimientos de comercio o servicios.
Un buen sistema de ciclovías requiere también de un sistema de “puntos de referencia”, los que numéricamente marcan todas las intersecciones de ciclovías mediante elementos de señalización, lo que permite conocer la dirección para ir de un punto a otro y la distancia entre ellos; esto el fundamental, indispensable para el éxito de la red. Este sistema no es sólo direccional para encontrar la ruta de un lugar a otro, sino que tiene la enorme ventaja de que los establecimientos, instituciones, comercios, oficinas y lugares de aforo pueden difundir su ubicación en base a la cercanía con alguno de los puntos de referencia. Son los “knooppunt” del sistema de ciclovías holandés.
Las decisiones fundamentales especiales que sobre temas espinosos debe tomar un gobernante que tenga la dimensión requerida, con el tamaño requerido para lanzar y realizar un proyecto de éstos, se relacionan con la eliminación de algunos carriles vehiculares en algunas vías, con la eliminación de espacios de estacionamiento en la vía pública, con la afectación de algunas vialidades (muy pocas) como vías exclusivas para ciclistas y con la adaptación de algunos espacios públicos para destinarlos a la infraestructura y servicios como parte del sistema de ciclovías. Esas decisiones, que bien pueden afectar a unos cuantos, se traducirían, sin lugar a dudas, en el beneficio para todos, aún para los no ciclistas. Esas decisiones son las que hay que tomar para hacer realidad el proyecto de gobierno más importante que hoy por hoy se puede realizar para Aguascalientes. No creo que haya en el gobierno la visión, la convicción ni la dimensión para tomar estas decisiones. Son políticos “de temporal”. (Continuará)
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