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LA CASA REDONDA / La Nueva Esclavitud

Jesús Enrique Ramírez Ramírez

casaredonda24mar15

Aguascalientes, Ags, 24 de marzo 2014.- (aguzados.com).- En pleno Siglo XXI, la humanidad sigue enfrentando la aberrante explotación forzada del hombre por el hombre. Y no me refiero a un sistema económico propiamente, sino a las modernas formas de esclavitud en la que grupos criminales e incluso apoyados de forma legal o ilegal por los gobiernos, obligan a personas a realizar las tareas más monstruosas que alguien pueda imaginar.

“The Global Salvery Index 2014” (TGSI14), estudio auspiciado por la fundación Free Walk, -ONG internacional que combate al moderno esclavismo- publicado en noviembre del año pasado, consigna un detallado análisis de las condiciones en las que la moderna esclavitud tiene lugar en el mundo.

En su investigación incluyó 167 países y reveló que hay actualmente en al menos estos países estudiados un total de 35.8 millones de esclavos, a quienes someten a realizar trabajos forzados, incluida la prostitución, tráfico de drogas y extracción de órganos. El 61 por ciento de la esclavitud en el mundo ha sido detectada en India, China, Pakistán, Uzbekistán y Rusia.

En el tema de México, el TGSI14 reveló que hay en el país al menos 266 mil 900 modernos esclavos, ocupando el lugar 18 de acuerdo al índice de su población dedicada a este tipo de actividades ilícitas y degradantes.  Las estimaciones realizadas por el organismo internacional hablan que el 0.218% del total de la población está abocada a alguna actividad forzada.

También miden la actuación del gobierno en el combate al esclavismo y en ese sentido nuestro país ocupa el lugar 46 de los 167, en donde sus autoridades hacen algo para evitar que más personas sean sometidas a este tipo de maltrato, y por continente es el cuarto lugar después de Haití, Surinam y Guyana, países que superan a México en porcentaje de su población en esclavitud.

Pero, ¿cómo se define ahora a la esclavitud? El estudio propone que ante la diversidad de definiciones, porque cada país impone un nombre distinto al mismo concepto, que para que sea considerada esclavitud tiene que tener la siguiente característica: que una persona posea a otra persona, limitando su libertad y sometiéndola en contra de su voluntad o condicionada, a actividades lícitas o ilícitas que denigren su persona humana.

Así tenemos un amplio catálogo de actividades y una variedad de países utilizan una terminología diferente para describir las formas modernas de la esclavitud. Por ejemplo, la trata de personas, el trabajo forzado, el matrimonio forzado o servil y la venta y explotación de niños, son algunas de las formas más comunes incluida desde luego la prostitución y el tráfico internacional o regional de órganos.

Todos estos crímenes comparten algunas características comunes, consigna el TGSI14: Reclutamiento, transporte, traslado, la acogida de personas mediante la amenaza o al uso de la fuerza así como otras formas de coacción, incluido el rapto, al fraude, al engaño, el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra para realizar tareas propias de esclavos.

Para lograr un acercamiento a la gravedad del fenómeno, comparto con los lectores tres episodios concretos que muestran lo desgarrador que resulta la nueva esclavitud: Algunos gobiernos imponen la esclavitud, como la experimentada por los 1. 2 millones de personas obligadas a cosecha de algodón en Uzbekistán, o aquellos forzados a trabajar en campos de prisioneros en Corea del Norte, en donde esa población no tienen ninguna opción de rehusarse a ser explotados debido a que es el Estado quien impone el régimen de esclavitud en estas regiones del mundo.

El segundo episodio lo escenifica el tráfico de personas en México, cuya actividad ilícita y forzada se da a lo largo y ancho del país, con rutas perfectamente definidas y con la complicidad de autoridades que, mediante sobornos, permiten que bandas de polleros se enriquezcan meced al comercio de humanos.

El tercer episodio considerado internacionalmente como una forma moderna de esclavitud la personifican los niños y niñas a quienes son sometidos al cultivo, cosecha, proceso, transporte y venta de estupefacientes en vastas regiones de nuestro país.

Ninguna de estas formas está ajena a nuestra realidad: la operación de bandas de criminales que reclutan de forma obligatoria en comunidades aisladas a jóvenes para unirlos a sus ejércitos de sicarios, la prostitución, el turismo sexual, pornografía infantil, trabajo infantil, sometimiento de mujeres a tareas forzadas de servidumbre no remunerada son, hoy por hoy, las nuevas formas en las que el hombre somete al hombre contra de su voluntad, para obtener un beneficio personal.

El aspecto de la vulnerabilidad de las personas a la esclavitud dentro de los países investigados es un nuevo aporte de esta organización internacional que toma cinco parámetros, entre ellos, la política de estado sobre la esclavitud moderna, los derechos humanos, el desarrollo humano, la estabilidad institucional gubernamental y la discriminación.

En ese terreno, aún no hay mediciones concretas que revelen el porcentaje de la población vulnerable a este tipo de prácticas, sin embargo, por lo que respecta a México, considerando los 100 millones de habitantes en pobreza, podríamos inferir que el “mercado” de la esclavitud es grande, como grandes las ambiciones de grupos sin escrúpulos dentro y fuera de la esfera gubernamental que esperan el momento para esclavizar a más mexicanos.

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