Jesús Enrique Ramírez Ramírez
- Acudieron a votar sólo 3 de cada 10 ciudadanos, es el mayor abstencionismo a nivel nacional fue de un 63 por ciento y el peor de los últimos 25 años
- El voto nulo es ahora la tercera fuerza electoral y constituye una bofetada al Sistema Político Mexicano
Aguascalientes, Ags, 8 de junio 2015.- (aguzados.com).- Por espacio de 60 días los aguascalentenses tuvimos que soportar una verdadera tormenta de spots políticos, con la trasmisión de 167 mil impactos por radio y televisión de alcance local, más los que se sumaron a través de medios de alcance nacional, fue una exagerada cantidad de publicidad a la que estuvimos sometidos los ciudadanos, que bueno que ya terminaron, pero que por lo visto fue un fiasco, no tuvieron ningún efecto respecto de su finalidad: llevar al ciudadano a votar por alguna alternativa política.
Recordemos que este domingo pasado las elecciones en el país renovarán la totalidad de las 500 curules de la Cámara de Diputados, 9 gubernaturas, 641 diputaciones en 17 entidades, 993 alcaldías en 16 estados y las 16 jefaturas delegaciones en el Distrito Federal.
Con la votación transcurrió la mayor parte de la jornada electoral, falta aún todavía algunos momentos postelectorales, pasando por conteo y re conteo de votos, el escrutinio de actas, juntas distritales, impugnaciones, constancias de mayoría, repartos de curules de mayoría y de representación proporcional, etcétera, hasta que se concluya finalmente.
Sin embargo, los trabajadores fuimos los grandes ausentes de la agenda política a pesar de que la Población a Económicamente Activa (PEA) -entre ellos los trabajadores- representa la mayoría del padrón electoral, por lo que quiero establecer una severa crítica a los hasta ayer aspirantes a diputados federales, precisamente por no tener propuestas legislativas a favor de los obreros de México.
En sus agendas de propuesta legislativa no aparecimos los obreros, y eso es una situación muy delicada, porque es una señal de que el próximo Congreso no hará nada para mejorar la situación de las familias de los trabajadores.
Sólo escuchamos y muy débilmente propuestas vagas, sin sustento, de la pretensión de elevar salarios; otros dijeron que con productividad habría mejores remuneraciones pero francamente suena más a demagogia, porque no presentaron ni desarrollaron, ni explicaron cómo lo harían, por lo que los obreros de Aguascalientes se sintieron ignorados por los candidatos.
Por otra parte, a pesar de que solicitamos muchos actores a través de llamados, a las distintas autoridades municipales, estatales y federales para que su actuación fuera muy respetuosa de los procesos electorales. Y pedimos también que no se inmiscuyeran en el desarrollo de las campañas, a fin de no minar la poca credibilidad y confianza que aún tienen los ciudadanos de los métodos de elección. Y desde luego les dijimos que cumplieran cabalmente la ley y que evitaran que los recursos humanos y materiales se vieran involucrados en las campañas, hicieron caso omiso en muchos casos.
Dada tal cantidad de spots, lo menos que merecemos los votantes, es que los candidatos condujeran sus campañas con pleno respeto a las leyes y desde luego, pleno respeto a la inteligencia de la ciudadanía.
Los aspirantes cayeron en el falso discurso utilizando información falas o lo peor, hicieron promesas que nunca van a cumplir por no ser competencia de la cámara federal de diputados. Hemos encontrado que algunos candidatos, con tal de obtener votos, mintieron deliberadamente a los electores formulándoles promesas cuyo cumplimiento no son competencia del cargo.
Algunos candidatos desdeñaron los debates y otros se enlodaron, a pesar de que los ciudadanos estamos hartos de escuchar ataques personales entre aspirantes y dirigentes, se dieron con todo. Creo que los ciudadanos no nos merecemos las miserias que exhiben algunos de los contendientes, que gustan de hacer de las campañas auténticas luchas personales que poco les interesa a los electores. Entonces la ideología y las plataformas de los partidos brillaron por su ausencia.
Las campañas de los hasta ayer aspirantes a diputados federales por los tres distritos y de todos los partidos, no se hicieron escuchar de forma contundente por la sociedad y en ese sentido los ciudadanos seguimos esperando las propuestas y los compromisos hasta una próxima oportunidad.
Considero como desacierto el que el INE antes IFE, no haya previsto debates entre los aspirantes a diputados federales, ya que en otras ocasiones en las que sí ha habido encuentros de este tipo, los ciudadanos tienen la oportunidad de ver confrontadas las propuestas e ideas y los electores llegamos a las urnas mejor informados.
Lo que estuvo en juego no es cosa menor, estamos hablando de la constitución de la próxima Cámara de Diputados, sobre la que pesarán decisiones muy importantes como para que los candidatos frivolizaran con ataques y campañas negras.
Desafortunadamente lo que a la gente nos queda más presente son las acusaciones y el lodo que de todos lados surge e impide que los mensajes verdaderamente importantes lleguen a los electores, por lo que pido una vez más, y a la luz de los pésimos resultados en términos de asistencia a las urnas, que en las siguientes elecciones, las del próximo año, los abanderados se concentren en hablar de sus propuestas, ideologías, plataformas y banderas ideológicas y políticas serias, responsables y genuinas, y dejen a un lado los ataques personales y las alusiones a la vida privada de cada uno de ellos; eleven urgentemente el nivel del debate político.
Los ciudadanos esperamos que en el 2016, donde habrá elecciones para gobernador, presidentes municipales y legisladores locales, que cada uno de los candidatos expongan sus propuestas y proyectos de política pública y legislativos, no nos interesa que hablen de su vida privada ni de la de los demás; queremos que cada candidato genere compromisos muy concretos que, de llegar a ganar, los electores podamos exigir que se cumplan.
Las elecciones en curso, nos dejan un mal sabor de boca, es una grave señal de alarma el que poco más de tres personas de cada diez acudieron a votar, Aguascalientes tuvo uno de los más elevados abstencionismos, fue del 63 por ciento, mientras que la media nacional fue del 52 por ciento, sea como fuere esto es una llamada de atención al sistema de partidos y electoral, y sobre todo al sistema político mexicano.
Y este mensaje debe ser atendido de manera correcta por todos: candidatos, partidos, autoridades electorales, legisladores, el Poder Ejecutivo, por el elevado hartazgo social en torno a todo lo que tenga que ver con la política.
Pero la bofetada más severa la constituye la tercera fuerza electoral en la que se convirtió el voto nulo, es una carga política que tendrá sus consecuencias inmediatas, sino quieren verse más rebasados los partidos, tendrán que hacer a la de ya, cambios en la legislación electoral para promover las candidaturas ciudadanas, por sí mismas y/o a través de alianzas con los mismos partidos. Tener verdaderos personajes con una gran legitimidad social como candidatos, y no a sus amigos, compadres, esposas, concubinas, amantes, yernos, hijas, socios y demás fauna.
Finalmente responsabilizo a los candidatos y partidos y desde luego al sistema político mexicano, relativamente nuevo pero ya decadente, de las bajas votaciones que hay en cada elección, sobre todo en las intermedias, porque en todo caso es un mensaje muy claro de que ninguno de los candidatos ha podido motivar a los ciudadanos a acudir a votar. Por lo que se esperan cambios radicales y esperamos ver en adelante una nueva forma de organización política y social, y en consecuencia, una modificación del mapa electoral en el futuro.
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