Ciudad de México.- 24 de febrero de 2021.- (aguzados.com).- Casi un año de la pandemia y la economía no ve luz propia. Hay varios mensajes que se deben atender. México pagará los costos de no haber generado un programa para reactivar la economía, dado que los programas sociales y de desarrollo productivo no fueron productivos, y se verán más deteriorados con la pandemia.
Es cierto que algunos sectores van a recobrar el dinamismo, como es el sector exportador debido a la economía de EU; sin embargo, otros seguirán rezagados debido a que la pandemia no ha terminado.
No cabe duda que estamos frente al peor inicio económico desde 2019. La economía cayó 4.4% en enero y no se ve la recuperación del turismo y servicios, en tanto el desempleo seguirá siendo el gran lastre, así como la ineficiencia del accionar del gasto público.
Lo más peligroso es que el gobierno, como ya lo está haciendo, menosprecie los señalamientos del auditor y la creación de conflictos internacionales con la aprobación de reformas que afectan la viabilidad del país, como es el caso de la energética.
La cual, nos dicen, va en carrera rápida y se aprobará este martes, pese a que con eso lleguen demandas constitucionales y de talla internacional, al violar no sólo la Constitución mexicana sino los acuerdos comerciales con los gobiernos que presiden Joe Biden y Justin Trudeau.
¿Cómo garantizar que el país va a generar y mantener competitividad con los cambios que se prevén al interior de la Cámara de Diputados que encabeza Dulce María Sauri, y del Senado al mando de Eduardo Ramírez Aguilar?
No hay manera de garantizar que con las reformas va a mejorar la competitividad en México. Prueba de ello es la reforma energética, que pasará a pesar de que encarece la energía para los mexicanos y es más contaminante.
Así que esa doble ética moral que se tiene con respecto a ayudar a la CFE, que encabeza Manuel Bartlett, es cuestionable. Pero, por otro lado, desde hace un año se le reduce 12% el presupuesto.
En fin, la realidad es que ninguna empresa pública puede suministrar sola el servicio nacional, prueba de ello es Pemex, bajo la dirección de Octavo Romero Oropeza, ¿o qué fue el apagón?
Es una realidad que desde antes de la pandemia las políticas públicas del gobierno generaron incertidumbre por no tener reglas claras de largo plazo.
Posteriormente, ante la incertidumbre de EU y elecciones, se detuvieron planes, aunado a ello llega la pandemia y frenó aún más la economía.
Y pese a todo ello, todavía nos dicen que la relación comercial de México y su potencial siguen siendo atractivos para la inversión, incluso cuando en el periodo 2019-2020 la inversión extranjera directa cayó 30,000 millones de dólares. Aún estamos dentro de los 20 países más atractivos, pero no debemos confiarnos, porque aun cuando el tamaño de mercado es atractivo, el respeto al estado de derecho, la seguridad y la falta de certidumbre, son factores que pesan en contra del territorio nacional.
Sale del sector público
Vaya estrategias, después del niño ahogado, es decir, de las desviaciones de recursos que se encontraron en los recursos destinados al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, ahora resulta que la solución no es corregir, sino eliminar el programa del Gobierno Federal y sólo aplicarlo a la iniciativa privada.
Le estaba costando caro al gobierno mantener dicho programa, dado que no tenía muchas plazas donde colocarlos, los jóvenes no calificaban o simplemente no asistían a las plazas requeridas.
También nos aseguran que el costo de ofrecerles seguridad social y la tramitología es muy alto, más cuando se trata de un periodo de seis meses.