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Factores idiosincráticos agravan a la economía mexicana, según Banxico

  • Integrantes de la Junta de Gobierno coincidieron en la necesidad de políticas públicas para la inversión privada, ante la inseguridad y la debilidad del Estado de Derecho.

Ciudad de México.- 9 de mayo de 2020.- (aguzados.com).- La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) coincidió en que el entorno adverso que enfrenta la economía nacional, derivado de la pandemia del coronavirus y de los menores precios del petróleo, se ha visto agravado por factores idiosincráticos.

En este contexto, integrantes de la Junta de Gobierno destacaron en la minuta de la última Reunión de Política Monetaria del 21 de abril, las recientes reducciones a la calificación de la deuda soberana y de Pemex por parte de tres agencias calificadoras de crédito: Moody´s, Standard & Poor´s y Fitch Ratings.

Una calificadora ubicó a la deuda soberana en un nivel superior a la pérdida de grado de inversión y que dos de ellas ubicaron la deuda de Pemex por debajo del grado de inversión.

Al respecto, uno de los integrantes destacó que estos ajustes obedecieron a preocupaciones respecto a la caída en los precios del petróleo, la fragilidad de las finanzas públicas, la sostenibilidad financiera de Pemex, y el debilitamiento institucional derivado de políticas internas.

Añadió que, si bien el mercado ya había descontado estos ajustes, es previsible que se observen ventas adicionales de dichos activos por parte de inversionistas y que ello propicie mayor presión de las condiciones de financiamiento de la empresa y del país, lo cual podría obstaculizar la recuperación una vez que pase la emergencia sanitaria.

Urgen políticas públicas para inversiones

En el entorno complicado y para fomentar la inversión, es importante mantener fundamentos macroeconómicos sólidos y de adoptar acciones que propicien un mejor ajuste de los mercados financieros y de la economía en su conjunto.

“Es importante generar políticas públicas que den certidumbre para la inversión privada”, refirió el documento.

Al respecto, mostró preocupación por el deterioro del Estado de Derecho y la persistente inseguridad, lo cual se traduce en un ambiente poco propicio para la inversión. Algunos notaron que los choques externos agravaron una problemática que ya se venía gestando, la cual era principalmente resultado de la falta de confianza derivada de decisiones de política pública, así como del deterioro del Estado de derecho, del marco institucional y de la seguridad pública.

Un integrante mencionó que marzo culmina como el mes más violento en 18 meses, por número de ejecuciones y homicidios.

“No existe planta productiva que pueda soportar condiciones de inseguridad de esta magnitud; se trata de una agenda indispensable para la reactivación económica. En este sentido, ninguna medida monetaria o fiscal podrá ofrecer los beneficios esperados si no se cuenta con la confianza para invertir”, advirtió.

Necesarias medidas fiscales

También la mayoría de los integrantes de la Junta destacó la necesidad de medidas de política fiscal ante la situación actual, sin poner en riesgo la sostenibilidad fiscal del sector público.

Un integrante explicó que hay poco margen para dar estos incentivos pues hay fragilidad en las finanzas públicas y de Pemex.

Otro señaló que son indispensables medidas fiscales que atiendan los efectos de la emergencia sanitaria y apoyen a micro, pequeñas y medianas empresas y a hogares de menores ingresos. Agregó que para ello se requiere de una reevaluación de las prioridades y la implementación de esquemas que permitan una mayor participación del sector privado en los proyectos de inversión pública con alta rentabilidad social y económica.

Gran caída de PIB será en el primer semestre

Todos los integrantes de la Junta señalaron que ante las afectaciones derivadas de la pandemia, se anticipa una contracción importante de la actividad económica nacional en el primer semestre del año, no obstante reconocieron que aún se desconoce la magnitud y duración de los efectos de la pandemia y que la información disponible aún es limitada.

Un integrante señaló que este escenario podrá agravarse ante la extensión de las medidas de distanciamiento social. En este contexto, mencionó que algunos especialistas prevén una contracción de hasta 34% a tasa anualizada en el segundo trimestre.

Un miembro subrayó que el rango de pronósticos para 2020 y 2021 es atípicamente amplio, situándose entre -9 y -3.9% y entre 0.4 y 5.5%, respectivamente.

Un integrante advirtió que la economía mexicana puede registrar en 2020 su mayor contracción desde la Gran Depresión.

Todos coincidieron en que el balance de riesgos para el crecimiento está significativamente sesgado a la baja. La mayoría comentó que este balance tiene una elevada incertidumbre pues la duración y profundidad de la pandemia son inciertas.

 

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